Las cifras sobre el empleo publicadas hoy por el Banco Mundial arrojan algo de luz sobre cómo la creación y la conservación de puestos de trabajo se han adaptado, hasta la fecha, en la mayoría de los países emergentes. Según la última edición de Tendencias del empleo –serie trimestral que observa los mercados laborales en algunas economías en desarrollo– este indicador siguió recuperándose gradualmente durante el primer trimestre de 2012. En las naciones analizadas, el crecimiento económico constante permitió que el nivel de ocupación llegara a una tasa de 2,9% durante ese periodo.
En línea con la tendencia general, los mercados laborales de Europa y Asia central continuaron su recuperación sostenida, con drásticas reducciones del desempleo en Lituania, República de Moldova, Rumania y la Federación de Rusia. Por su parte, los mercados de trabajo de los países de América Latina incorporados en la muestra también mejoraron, incluso en medio de la desaceleración del crecimiento económico. En las cuatro naciones de Asia oriental incluidas en el informe, la ocupación y los salarios registraron tasas positivas, llegando a 9,9% el crecimiento del empleo en China.
Sin embargo, al mismo tiempo la mediana de la tasa de desempleo aumentó levemente en la muestra, de 5,8% a 6,2%. Esto indica que algunas economías podrían estar comenzando a enfrentar dificultades para mantener el ritmo de la creación de puestos de trabajo a medida que se siguen sintiendo los efectos de la crisis financiera en las economías avanzadas. Un factor que aumenta la preocupación es el deterioro de las perspectivas económicas globales para el segundo trimestre de este año. El Banco Mundial ahora proyecta que el crecimiento de todos los países en desarrollo se desacelerará alcanzando 5,3% en 2012. En tanto, el crecimiento del PIB quedaría muy rezagado en las naciones de ingreso alto y de la zona del euro, con niveles de 1,4% y -0,3%, respectivamente, según la edición más reciente del informe Perspectivas económicas mundiales. En este contexto, es imposible pensar que las economías emergentes no se vean afectadas. Y no sorprende, entonces, que las predicciones apunten a un posible “reajuste” a la baja, donde la turbulencia permanente de las economías de ingreso alto modere el crecimiento en los mercados emergentes.
A pesar de este pronóstico algo sombrío para el futuro cercano, los países emergentes y algunos otros en desarrollo todavía tienen grandes posibilidades de realizar transformaciones y, a mediano plazo, consolidar su posición como nuevos motores del crecimiento mundial. Después de todo, en la medida en que se implementen reformas nacionales específicas y adecuadas, estas economías aún disponen de diversas vías (como inversiones en infraestructura, adopción de tecnologías, reducción de la pobreza y gestión de recursos naturales) para mantener la dinámica del crecimiento, sin importar si las economías desarrolladas se encuentran deprimidas. Es más, muchos mercados emergentes no han agotado toda su capacidad de respuesta mientras siguen los efectos de la crisis, aunque se encuentran menos preparados que en 2008-09.
El panorama que presenta la última versión de Tendencias del empleo refleja la situación actual de la lucha entre las fuerzas que impulsan a las naciones emergentes a un “reajuste” a la baja y su capacidad de adaptación a la crisis –cuyo equilibrio se inclinaba ligeramente más a favor de esta última a comienzos de año. Y sabemos que la capacidad de recuperación del empleo es un buen presagio para una rápida reactivación. La evolución del mercado laboral en estas economías puede verse como una planilla de resultados para observar la interacción de esas fuerzas. Si bien las perspectivas económicas globales se han deteriorado desde el primer trimestre, ojalá que la balanza no se haya inclinado de manera abrumadora hacia una tendencia a la baja.
La cuenta de Twitter de la Red de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica (PREM, por sus siglas en inglés) permite seguir la pista a las acciones del Banco Mundial para ayudar a los países a luchar contra la pobreza y reducir la brecha en los ingresos y oportunidades. Síganos en: twitter.com/WBPoverty.
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