La desigualdad de género y la discriminación pueden afectar muchas áreas de la vida, desde el acceso de las mujeres a los servicios básicos de salud hasta sus perspectivas de educación y de ingresos futuros.
En consecuencia, con el fin de superar estas diferencias, los profesionales que se dedican al tema del desarrollo han comenzado a recopilar datos desglosados por sexo y a abordar elementos de género en el diseño e implementación de programas de ayuda.
Mediante “proyectos que incorporan el tema de género", las instituciones de desarrollo, como el Banco Mundial, pueden superar mejor la discriminación, evitar el agravamiento de las desigualdades existentes y potenciar el capital humano para el futuro.
Inclusión de género aumenta la eficacia
De hecho, la adopción de una perspectiva que incluye el tema de género puede mejorar la eficacia de muchas iniciativas, en particular aquellas destinadas a promover el comercio.
La nueva estrategia comercial del Banco Mundial, Impulsar el comercio para lograr un desarrollo y crecimiento incluyentes (i), dada a conocer este verano (boreal), se centra en mejorar la competitividad comercial y promover una mayor diversificación en el sector (entre otros objetivos).
Para lograr estas metas, como lo señalan los autores de la serie de notas "Economic Premise" (i) más reciente, es crucial analizar los componentes de género de las cadenas de valor, los sectores y los mercados laborales en un esfuerzo por diseñar y llevar a cabo iniciativas que incorporen más la perspectiva de género.
Las mujeres tienen notable efecto en el comercio
En "Iniciativa Ayuda para el Comercio y la inclusión de la perspectiva de género: Puntos de partida y lecciones iniciales aprendidas del Banco Mundial" (i) (pdf), Elisa Gamberoni y Jose Guilherme Reis destacan que los proyectos que incorporan cuestiones de género en el sector del comercio pueden tener notables efectos.
Los autores sostienen: "La inclusión de mujeres en las intervenciones relacionadas con el comercio implica que un conjunto más amplio de la población tendrá oportunidades de actualizar sus conocimientos, y una mayor parte de los productores tendrá las herramientas necesarias para explotar las oportunidades ofrecidas por el mayor acceso a los mercados que derivan de una mayor apertura comercial".
Sin duda, estudios de todo el mundo ilustran la importancia de tomar en cuenta el tema del género en los proyectos relacionados con el comercio.
Por ejemplo, mediante la realización de un análisis de la competitividad en el sector agrícola de Malí, los investigadores fueron capaces de comprender mejor los cuellos de botella de la competitividad y estudiar las diferencias de género en las cadenas de valor de la cebolla y el mango.
Gamberoni y Reis argumentan que -desde las agricultoras en África hasta las trabajadoras de la confección en Asia oriental-, "tener en cuenta el papel de la mujer en el diseño de las intervenciones de la iniciativa Ayuda para el Comercio puede ayudar a identificar mejor los obstáculos que enfrentan los exportadores, y de ese modo aumentar el impacto global de la intervención y asegurar que las productoras se beneficien de cualquier ingreso adicional".
Metas incluyentes y sostenibles
En el futuro, está claro que la incorporación del tema del género en los programas de Ayuda para el Comercio puede tener grandes beneficios en el largo plazo.
Con este fin, la Red de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica del Banco Mundial está desarrollando una serie de notas de orientación para ayudar a integrar la dimensión de género en el desarrollo, ejecución y evaluación de las actividades comerciales.
De esta manera, podemos asegurarnos de manera más plena que nuestras estrategias de crecimiento son tanto incluyentes como sostenibles.
Este blog fue publicado originalmente en el sitio web del Instituto del Banco Mundial.
Únase a la conversación