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Invertir en prevención: un nuevo enfoque del Grupo Banco Mundial para enfrentar las crisis

Dadaab
© Riyaad Minty/Creative Commons

Una frase famosa de Benjamin Franklin reza: “Más vale prevenir que lamentar”.  ​ Ese fue su mensaje a los habitantes de Filadelfia acerca de cómo evitar los incendios en las viviendas, en una época en que estos siniestros provocaban daños extensos a la ciudad y su población.

Sus palabras resuenan hoy, cuando enfrentamos crisis mundiales, como desastres naturales, pandemias, conflictos violentos, crisis financieras y otras, que afectan a los países ricos y pobres por igual, y tienen consecuencias duraderas, en particular para las personas más pobres y vulnerables del mundo. Estas crisis pueden causar millones de pérdidas humanas y billones de dólares en daños y pérdida de potencial en todo el mundo.

Las crisis son objeto de grandes titulares. Recordemos el brote de ébola registrado entre 2013 y 2015 en África occidental, que ocasionó 11 000 muertos y pérdidas económicas por un monto de USD 2200 millones.   O la crisis financiera mundial de 2008-09, que empujó a la pobreza a una cantidad estimada de 64 millones de personas.

Los países frágiles son los que sufren los impactos más graves; la carencia de capacidad institucional y de recursos puede hacer que una sola catástrofe empeore de manera significativa los efectos de otras crisis. El mundo simplemente no puede permitirse seguir por ese camino.

Cuando se evita una crisis, esto no es noticia. ​ Aunque los estudios indican que la preparación para las crisis y la prevención de estas es la mejor inversión que la comunidad internacional puede realizar. De hecho, por cada USD 1 que se invierte en prevención, se ahorran alrededor de USD 16 en el futuro. 

¿Qué pasaría si pudiéramos pronosticar mejor los riesgos y prevenir las crisis en una cantidad mayor de países? ¿Qué pasaría si pudiéramos ayudar a los países a evitar crisis por completo? ​ Nos hemos preguntado esto desde hace tiempo, y la semana pasada, con la puesta en marcha de la Plataforma de Gestión de Riesgos de Crisis Mundiales del Grupo Banco Mundial, nuestros países miembros apoyaron nuestra estrategia (i) para mejorar la prevención de catástrofes.

Durante años, nuestros asociados en las labores humanitarias han estado al frente, respondiendo de manera rápida y eficaz a las crisis mundiales. ​ Ellos proporcionan alimentos a las personas que sufren hambre; entregan vestimentas y albergue a los sin hogar; ayudan a sanarse a los enfermos, entre muchas otras tareas. En mi cargo anterior como comisario europeo de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, vi directamente la magnitud de las necesidades después de las crisis, y cuán importante es una respuesta rápida.

Al mismo tiempo, el Banco Mundial tiene décadas de experiencia apoyando a los países en preparación y prevención de riesgos, respuesta, y recuperación y reconstrucción, con miras al desarrollo a largo plazo. Hemos complementado la labor de los organismos humanitarios, proporcionando asesoría, análisis y financiamiento, y convocando a todas las partes interesadas para ayudar a los países en crisis a seguir adelante.

Cuando los organismos humanitarios y de desarrollo trabajan de manera conjunta y actúan rápidamente, podemos prevenir las crisis, disminuir sus impactos y salvar vidas. 

Tomemos el caso del brote de ébola en la República Democrática del Congo en mayo pasado. Cuando el brote salió a la luz, el Gobierno respondió inmediatamente, trabajando con asociados internacionales como la Organización Mundial de la Salud y UNICEF. Luego, el Gobierno anunció que se necesitaban alrededor de USD 56 millones para financiar los tres primeros meses de respuesta al brote. En solo dos días, el plan estuvo enteramente financiado. El Banco Mundial hizo un aporte de USD 27 millones, que incluyó una donación de USD 12 millones del Mecanismo de Financiamiento de Emergencia para Casos de Pandemia (i) recientemente creado. Con mucho entusiasmo puedo decir que, en lugar de convertirse en una pandemia de grandes proporciones, el 25 de julio se declaró el fin del brote de ébola en la República Democrática del Congo.

Y la primavera y el verano pasados, una hambruna amenazó a la población de partes de África al sur del Sahara y Yemen. Trabajamos junto a asociados de organismos humanitarios de primera línea, como UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos, el Comité Internacional de la Cruz Roja, y otros, con el fin de reunir los USD 1800 millones en fondos necesarios para alimentar y proteger a aquellos en riesgo. Hoy, millones de niños están vivos y reciben alimentos en vez de sufrir debido a la prolongada hambruna.

Con la Plataforma de Gestión de Riesgos de Crisis Mundiales, apuntamos a que la prevención sea un asunto de todos.  Por supuesto, continuaremos respondiendo a las crisis graves, pero al mismo tiempo usaremos nuestra experiencia para ayudar a los países a identificar y disminuir los riesgos, y a ser resilientes, y fortaleceremos nuestra capacidad de mitigar riesgos multidimensionales antes de que se conviertan en crisis de grandes proporciones.

¿Qué significa esto en concreto? Significa que recopilamos nueva evidencia de mayor utilidad, con la ayuda de inteligencia artificial, seguimiento geoespacial y otras tecnologías, para identificar los países que enfrentan los mayores riesgos. Mitigamos los riesgos a través de nuestras operaciones, e incorporamos la prevención y la preparación en las estrategias de desarrollo de nuestros clientes.  Preparamos y usamos mecanismos de financiamiento innovadores para prevenir y responder de manera rápida a las crisis mundiales. Y colaboramos en toda la institución y con nuestros asociados, entre ellos la ONU, los organismos humanitarios y el sector privado, para asegurar que las soluciones que ofrecemos marcan una diferencia en la vida de los más vulnerables, en particular de los más pobres.

Esta es una misión fundamental del Banco Mundial. Debemos hacer más, y lo haremos, para ayudar a las personas que viven en los entornos más peligrosos del mundo, y eso empieza con la prevención de crisis.


Autores

Kristalina Georgieva

Ex-Directora general del Banco Mundial

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