Publicado en Voces

Investigar la violencia que sufren las refugiadas sirias

A menudo él usaba un palo o un alambre de hierro para golpearla. El cuerpo de la mujer estaba cubierto de moretones, algunas veces de todos los tipos de colores. El esposo de Hamada, (i) frustrado por haber perdido su hijo y su trabajo en la guerra de Siria, dirigía su ira y depresión hacia la madre de sus hijos.

Es un hecho: la guerra es una de las muchas formas de violencia a la que son sometidas las mujeres, y para algunas refugiadas sirias se trata de una prolongación de lo que a ha estado sucediendo en su país devastado por un conflicto bélico. (i)

Ellas han sido golpeadas, (i) forzadas a mantener relaciones sexuales y se les ha ordenado no hablar nunca de esos hechos, o de lo contrario serán asesinadas por sus propios maridos.

Las indefensas mujeres, la mayoría de las cuales son madres, han sido objeto de abusos físicos, emocionales y sexuales.

¿Cómo abordar y entender, entonces, las razones ocultas detrás de esta importante cuestión, a menudo menoscabada, que se suma al sufrimiento de las ya abatidas refugiadas?

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Un equipo de investigadores, que colabora con la organización sin fines de lucro Alianza Internacional de Mujeres y Salud, (i) realiza una investigación formativa para prevenir la violencia de pareja entre los refugiados sirios en Izmir, Turquía.

“Con frecuencia, desde una perspectiva mundial, cuando pensamos en el conflicto, pensamos en las formas de violencia que se destacan en los medios de comunicación”, dijo Jennifer Scott, doctora e investigadora de la Escuela de Medicina de Harvard y miembro del mencionado equipo.

“Pero de lo que no hablamos es de qué está sucediendo en el hogar, y los tipos de violencia que se relacionan con el estrés, las costumbres culturales, o las normas sociales y de género”, añadió.

Para abordar este tema, Scott y su equipo conversan con hombres, mujeres, líderes comunitarios, autoridades y líderes religiosos. Les hacen preguntas sobre lo que ocurre en el hogar, qué tipo de violencia sufren las mujeres y las niñas, y cómo ha cambiado esto como resultado del conflicto y el desplazamiento.

El objetivo es entender que este tipo de violencia no tiene una sola dimensión, explicó.

“En realidad son múltiples capas las que tenemos que comprender”, dijo Scott. “Según nuestra experiencia como investigadores, cuando se ofrece a las mujeres y los hombres la oportunidad de hablar, quieren hablar de ello porque es un tema muy importante”.

El proyecto de investigación comenzará en junio de 2016 y se llevará a cabo en un centro comunitario de Izmir que ofrece servicios no solo a refugiados sirios, sino también a otros refugiados que viven actualmente en esa ciudad. El proyecto incluirá grupos de discusión y entrevistas a líderes comunitarios y religiosos para examinar algunos de los factores que conducen a la violencia en la pareja, y explorar posibles soluciones.

Los datos de la investigación sustentarán el desarrollo de un futuro programa para prevenir la violencia de pareja entre la población desplazada.

El Grupo Banco Mundial y la Iniciativa de Investigaciones sobre Violencia Sexual otorgaron recientemente a este proyecto y a otros ocho equipos de todo el mundo un total de USD 1,2 millones en reconocimiento por sus innovaciones para la prevención de la violencia de género.


Autores

Bassam Sebti

Arabic-Language Digital Specialist, IFC

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