Publicado en Voces

La fe, el Grupo Banco Mundial y el fin de la pobreza

More than 30 leaders of faith-based organizations expressed support for ending extreme poverty by 2030.


El Grupo Banco Mundial y las organizaciones confesionales tienen algo en común: luchar contra la pobreza. Ahora, están uniendo fuerzas para hacerlo. Más de 30 líderes, que representan a organizaciones budistas, musulmanas, cristianas, judías, del sijismo y de la fe bahaí expresaron formalmente su apoyo al fin de la pobreza en 2030, un objetivo respaldado por los 188 países miembros del Grupo Banco Mundial.

Su declaración conjunta “Poner fin a la pobreza extrema: Un imperativo moral y espiritual”, (i) dada a conocer el 9 de abril, pidió poner fin al “escándalo de la pobreza extrema” y en el documento dijeron que usarían su “influencia para instar  y retar a otros a que se nos unan en esta causa apremiante, inspirados por nuestros valores espirituales más profundos”. Añadieron que se comprometerían a garantizar que en “todos los niveles de liderazgo —público y privado, nacional e internacional— se rindan cuentas por los actos realizados”.

“Nada ha sido más estimulante para nosotros durante el año pasado que la reunión de líderes religiosos que han recogido y apoyado esta declaración sobre el imperativo moral, reconociendo que es posible poner fin a la pobreza extrema. Vamos a trabajar ahora para hacerlo”, dijo Ruth Messinger, presidenta del American Jewish Word Service (AJWS, por sus siglas en inglés).

El reverendo Nicta Lubaale, secretario general de la Organización de Iglesias Africanas Independientes, añadió que hay recursos suficientes en África y en el mundo para terminar con la pobreza extrema. “Este es el momento para que desmantelemos las bases de la pobreza”, dijo.

Al describir la declaración sobre el imperativo moral como un “documento inspirador”, el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que se trata de un paso importante para alcanzar el objetivo de la pobreza fijado por el Grupo Banco Mundial en 2013.

“[La declaración sobre] el imperativo moral puede ayudar a impulsar el movimiento para terminar la pobreza en 2030 inspirando a grandes comunidades a que actúen ahora y que les pidan a los Gobiernos que hagan lo mismo. Este compromiso de líderes religiosos llega en el momento preciso; sus acciones pueden ayudar a centenares de millones de personas a salir de la pobreza”, señaló Kim, quien junto con varios de los partidarios de la declaración, participará en un evento que se transmitirá en vivo  el 15 de abril, unos pocos días antes de las Reuniones de Primavera del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kim reconoció que terminar con la pobreza en 2030 es un objetivo extremadamente ambicioso, pero afirmó que se puede conseguir, especialmente a la luz del notable avance que se ha tenido en la reducción de la pobreza en las últimas dos décadas.  El número de personas que viven en pobreza extrema —esto es, con menos de US$1,25 al día—, ha bajado a la mitad desde 1990.

Poner fin a la pobreza extrema en los próximos 15 años requerirá dos cosas, dijo Kim: reunir evidencia sobre qué funciona para reducir la pobreza y usar esto para implementar iniciativas cruciales, y “no menos importante, necesitamos construir un movimiento para acabar con la pobreza”. 

Kim añadió: “Creo que algunos de los más importantes líderes en el movimiento para terminar con la pobreza extrema serán las personas de fe, aquellos que están motivados fundamentalmente para ayudar a los más vulnerables”.

The Power of Faith to Help End Extreme Poverty

Para conseguir ese objetivo el Grupo Banco Mundial se dirigió a la comunidad de la fe y reunió a los líderes de organizaciones confesionales en febrero para redactar la declaración sobre el imperativo moral. A nivel mundial, más de 8 de cada 10 personas se identifican con un grupo religioso, de acuerdo a un estudio de Pew Research (i) de 2012, y la religión juega un papel fundamental en la formación de valores, en la ética y en el punto de vista sobre el mundo de la mayoría de las personas en el planeta.

Ayudar a los pobres es un principio central de la mayoría, si es que no de todas las religiones, y de las organizaciones que luchan contra la pobreza en todo el mundo. Aquellos que apoyaron la declaración sobre el imperativo moral dirigen importantes organizaciones. Por ejemplo, H. H. Swami Chidanand Saraswatiji encabeza Parmarth Niketan, una de las instituciones espirituales interconfesionales más grandes de la India. La Dra. Carolyn Woo es presidenta y directora ejecutiva de Catholic Relief Services, que llega a 100 millones de personas en casi 100 países. El Dr. Mohamed Ashmawey es presidente de Islamic Relief Worldwide, que está presente en más de 40 países.

El Grupo Banco Mundial es una institución multilateral y laica, que no coloca a ninguna religión por sobre otra, o favorece a organizaciones religiosas sobre cualquier otro grupo de partes interesadas o asociados en el desarrollo. Sin embargo, ha estudiado, (i) investigado y reunido datos sobre los servicios proporcionados por organizaciones confesionales en los países en desarrollo en áreas, tales como educación, (i) salud (i) y recuperación de tierras.

El Banco Mundial, a través de las iniciativas con organizaciones confesionales, espera establecer alianzas con entidades y líderes religiosos, así como fortalecer el diálogo constructivo, la colaboración y la evidencia en torno al rol y la contribución de las organizaciones religiosas en el desarrollo. “Si ignoramos a las comunidades y organizaciones religiosas, lo hacemos a nuestro propio riesgo porque estas podrían ser promotoras y aliadas potenciales de lo que el Banco está haciendo, especialmente dada la cantidad de intereses comunes que existen en muchas tradiciones religiosas, que también se preocupan profundamente de la pobreza”, dijo Adam Russell Taylor, quien dirige las iniciativas con las entidades confesionales en el Banco. Él observó que estas entidades juegan un “papel inmenso” al proporcionar servicios vitales, tales como salud, educación, protección social y, cada vez más, ayudan en la consolidación de la paz.

Entre las próximas actividades, destaca la conferencia “Religión y desarrollo sostenible: Forjar alianzas para terminar con la pobreza extrema”, que se realizará en julio con el coauspicio de BMZ, USAID y DFID (los organismos de desarrollo alemán, estadounidense y británico, respectivamente) en asociación con la Iniciativa Conjunta de Aprendizaje sobre la Fe y las Comunidades Locales.
Lea más acerca de la declaración sobre el imperativo moral en: faith2endpoverty. (i)

Autores

Donna Barne

Escritora del departamento de Comunicación Corporativa, Banco Mundial

Únase a la conversación

Este contenido no se mostrará públicamente
Caracteres restantes: 1000