15 de abril de 2013. El sector privado puede desempeñar un papel clave en la erradicación de la pobreza extrema para 2030 mediante la recopilación de datos y evidencias de alta calidad sobre el impacto empresarial en los países en desarrollo, dijeron los oradores en una conferencia organizada por la Corporación Financiera Internacional (IFC) y la Fundación Bill y Melinda Gates en vísperas de las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y el director ejecutivo de IFC, Jin-Yong Cai, de la institución del Grupo del Banco Mundial que se dirige al sector privado, señalaron que este sector es un aliado invaluable en el plan para reducir la pobreza mundial extrema al 3% para 2030, y fomentar el aumento de los ingresos del 40 % de la población más pobre en cada país. Dichos objetivos se propondrán a la Junta de Gobernadores del Banco Mundial durante este fin de semana.
“No hay manera de que lleguemos a la meta sin un sólido sector privado que cree los puestos de trabajo que son fundamentales para sacar a las personas de la pobreza”, dijo el Dr. Kim en la conferencia El sector privado y la eliminación de la pobreza.
“La medida de nuestro compromiso para trabajar con el sector privado con el fin de fomentar el crecimiento determinará cuán ambiciosos podemos ser para las personas más pobres del mundo”.
El evento, al que asistieron una muestra representativa de empresas del sector privado, académicos, grupos de expertos y fundaciones, fue presenciado en Pakistán, Ghana, Albania, Venezuela y Colombia, entre otros países, y seguido vía Twitter con #Results4Impact y #wblive.
Cai, cuya organización financia a emprendedores de países en desarrollo, dijo que el empleo es el camino más seguro para salir de la pobreza. “El aumento del impacto del sector privado es fundamental para el logro de nuestros objetivos de desarrollo”. La medición de los resultados es la manera de hacerlo, agregó.
“Un antiguo refrán dice: lo que se mide, se hace”. “Creemos que esa es la clave del éxito”.
Se estima que se necesitan 600 millones más de empleos (i) en la próxima década para ir a la par del crecimiento demográfico, cuya mayor parte corresponde a los países en desarrollo. Alrededor del 90% de los puestos de trabajo de estas naciones es creado por el sector privado y las empresas privadas generan ingresos fiscales, respaldan el crecimiento y apoyan a las comunidades locales.
Cai dijo que el sistema de IFC para el seguimiento de resultados depende de los datos regulares y fiables proporcionados por clientes del sector privado de la institución. Sin embargo, muchas empresas consideran que la recolección de datos es engorrosa y cara, y de poco valor para ellas. “¿Cómo beneficia a las empresas la recopilación de datos sobre el número de agricultores o pymes [pequeñas y medianas empresas] a las que está llegando? ¿Cómo pueden estos datos ayudar a las empresas a seguir siendo rentables? Espero que los debates de hoy ayuden a llegar a un entendimiento común de los resultados. Debemos comenzar desde aquí”, señaló Cai.
La conferencia tenía como objetivo presentar la justificación económica para la medición de los resultados de desarrollo, y el interés del sector privado en ayudar a reducir la pobreza y aumentar el número de personas que pueden participar en la economía, no como filantropía, sino como un aspecto central de su negocio.
En Colombia, el aumento del tamaño de la clase media del actual 25% al 47% duplicaría el consumo económico del país, dijo Bruce Mac Master, director del Departamento para la Prosperidad Social de Colombia, encargado de reducir las desigualdades y promover el desarrollo humano. Entre las múltiples intervenciones, el organismo está trabajando con el sector privado en la capacitación laboral de los jóvenes a la vez que les ofrece más oportunidades de educación en general.
“Si realmente se aumenta la clase media, no solo se podrá competir con otros países, si se hace eso, se tendrá una economía realmente mayor”, dijo Mac Master.
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