Acabo de salir del Foro regional: América Latina y la crisis global, la primera parte concluyó con el discurso de Mauricio Funes, presidente electo de El Salvador.
Funes fue el único que habló español y expresó real preocupación sobre los efectos que está teniendo la crisis en su país.
Mauricio Funes ganó las elecciones representando al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y compartió con la audiencia sus miedos de que la crisis económica mundial haga aumentar la delincuencia y la polarización en su país. El Salvador, dijo, está sufriendo la crisis en carne propia y a nivel severo.
Ese pequeño país centroamericano está experimentado una reducción significativa de sus remesas. El 20 % del PIB de su país depende de ellas y un tercio de su población vive y trabaja en los Estados Unidos. De ahí su dolor. Funes reconoció la estrecha relación de su país con la economía estadounidense entre uno de los factores de mayor riesgo para la estabilidad de El Salvador.
Antes le había presidido un panel de expertos que más bien se mostraron optimistas sobre la capacidad de la región de sobreponerse a los embates de la recesión mundial.
“La crisis no es un concepto extraño para los latinoamericanos”, dijo Ricardo Hausmann, ex ministro de Planeación de Venezuela y catedrático de la Universidad de Harvard. “Ya hemos experimentado estas crisis, la sociedad las entiende. Sabemos, que llueve y luego escampa”.
Los panelistas entre los que se encontraban Oscar Zuluaga, ministro de Economía de Colombia y José de Gregorio, presidente del Banco Central de Chile, acordaron que los países de la región han sabido salirle al paso a sus propias crisis y que por esas experiencias han aprendido sus lecciones.
El ministro de finanzas de Colombia dijo que aprender la lecciones le ha valido para estar mejor preparados. Colombia ha reforzado su mercado doméstico y el 70% de sus necesidades las satisface en casa. Eso, dijo, los hace más resistentes a las fluctuaciones del mundo externo. Chile según el presidente de su Banco Central, ha ahorrado bastante y ahora puede defenderse. José de Gregorio aseveró que la región está en mejor posición que el resto del mundo industrializado que se encuentra pagando en números mayores.
Un panel representado por las economías fuertes como Chile, Colombia y México puede explicar el sabor positivo del foro. Estará por verse cómo entonces los fuertes pueden ayudar a los débiles. Cómo las economías más sólidas de la región y las agencias multilaterales pueden ayudar a países como El Salvador que están más expuestos a los embates de la crisis.
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