En un par de días, me uniré a los líderes del mundo de los negocios, los Gobiernos, la política, las artes y los círculos académicos en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. El Foro es uno de los eventos más importantes para debatir los riesgos mundiales. La mayor parte de estos riesgos se describen en el informe anual del Foro Riesgos mundiales.
El informe se basa en las perspectivas de unos 900 expertos y responsables de la toma de decisiones que respondieron a la Encuesta sobre Percepción de Riesgos Mundiales. Por primera vez en 10 años de historia del informe, los riesgos económicos están en un segundo plano detrás de los problemas geopolíticos, y las preocupaciones sobre los riesgos ambientales están aumentando.
El conflicto entre naciones y los fenómenos meteorológicos extremos fueron considerados los dos riesgos principales que enfrentamos y que tienen más probabilidades de ocurrir, según la encuesta. Los riesgos principales en términos de impacto fueron las crisis del agua y la propagación de enfermedades infecciosas.
“Un año decisivo”
El informe es una visión que arroja luz sobre los riesgos de nuestro mundo. También pone de relieve nuestras oportunidades para tomar medidas. El profesor Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro, dice que 2015 pueder ser un “año decisivo para la humanidad”. Estoy de acuerdo en que este año podemos aprovechar oportunidades para trabajar más estrechamente para reducir algunos riesgos que persisten desde hace mucho tiempo.
Por ejemplo, en Davos estaremos hablando con nuestros asociados de las organizaciones multilaterales, los Gobiernos, el sector privado y los grupos de la sociedad civil sobre la creación de un nuevo mecanismo mundial de emergencia para casos de pandemia que pueda responder con rapidez a estos fenómenos mediante la entrega de dinero a los países en crisis.
Fracasos antes la crisis de ébola
El actual brote de ébola es un buen ejemplo de por qué el mundo necesita esta capacidad. La respuesta mundial al ébola fue tardía, inadecuada y lenta. A seis meses de la crisis, solo había 30 equipos médicos de respuesta en el terreno, tratando y cuidando a los pacientes de Guinea, Liberia y Sierra Leona.
La grave escasez de trabajadores de la salud, instalaciones y suministros significó que muchas personas nunca recibieran tratamiento y el virus siguiera propagándose.
Al mismo tiempo, el miedo al ébola obstaculizó el comercio, se cerraron empresas, y se restringieron los viajes en los países afectados. En diciembre, redujimos nuestras estimaciones de crecimiento para los tres países que antes habían mostrado un rápido crecimiento. Han sufrido un golpe económico importante y creemos que tendrán un crecimiento económico negativo en 2015.
Un nuevo recurso mundial para casos de pandemia
Una mejor preparación para enfrentar futuras pandemias requiere invertir ahora en el fortalecimiento de los sistemas de salud pública, en los esfuerzos de prevención en todo el mundo en desarrollo y en nuevos instrumentos flexibles de financiamiento.
Un mecanismo mundial de emergencia para casos de pandemia podría movilizar recursos de los sectores privado y público y adelantar el financiamiento para que, cuando haya una emergencia sanitaria mundial, el apoyo financiero esté fácilmente disponible y fluya rápidamente para apoyar una respuesta inmediata a escala. Hemos visto que “pasar el sombrero” una vez que se desata la pandemia es demasiado costoso, tanto en vidas humanas como en términos económicos.
Con este recurso mundial, podríamos impulsar el desarrollo de planes concretos para enfrentar el próximo brote y conseguir trabajadores de la salud y suministros en el terreno, y tal vez incluso proporcionar una señal anticipada de mercado para los productores de vacunas y medicamentos.
El informe sobre riesgos del Foro señala que se necesitan planes sólidos para enfrentar la amenaza de las pandemias, especialmente a la luz del rápido crecimiento de las ciudades y las zonas informales de los países en desarrollo, donde las enfermedades infecciosas pueden propagarse más fácilmente.
Tenemos que empezar a planificar ahora para la próxima pandemia. Un mecanismo de emergencia para casos de pandemia puede salvar vidas, mantener a las economía con capacidad de adaptación y hacer que nuestro mundo sea menos riesgoso.
Este artículo fue publicado por primera vez en World Economic Forum website (i).
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