Hace un año, en nuestras Reuniones Anuales celebradas en Marrakech, Marruecos, anunciamos una nueva y ambiciosa visión: un mundo sin pobreza en un planeta habitable. Para acelerar los avances en este sentido, debemos pensar en grande y actuar con rapidez; debemos lograr resultados que podamos medir de manera creíble y mejorar. En el Grupo Banco Mundial nos encontramos en un proceso para ser mejores en beneficio de nuestros clientes, y la primera publicación anual de nuestro nuevo sistema de calificación institucional está en el centro de nuestros esfuerzos. Este proporciona un parámetro para medir cómo cumplimos nuestra misión, y también servirá como una herramienta para ayudar a orientar nuestra labor y aumentar nuestro impacto.
El sistema de calificación mide resultados como el número de personas que obtuvieron acceso a servicios financieros, recibieron una mejor educación o se conectaron a la electricidad gracias a intervenciones del Grupo Banco Mundial. Al hacer esto, nuestra atención deja de centrarse en el dinero invertido para centrarse en los resultados, y en las vidas que ayudamos a transformar.
Además, el sistema de calificación consolida los informes de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, la Corporación Financiera Internacional y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, las instituciones que conforman el Grupo Banco Mundial. Nos ayudará a tener un panorama claro de cuánto hemos avanzado en la solución de algunos de los problemas más importantes, que abarcan desde la pobreza hasta el cambio climático, la inseguridad alimentaria, y otros. Lejos de limitarse a mostrar el progreso, también pone de relieve los aspectos en los que no hemos avanzado y aquellos que merecen más atención.
Una mayor transparencia y rendición de cuentas son fundamentales en nuestro sistema de calificación. Junto con las metodologías subyacentes, estamos poniendo a disposición los datos detallados en una nueva plataforma interactiva en internet para que todas las personas en el mundo puedan verlos, desglosarlos, reproducirlos y crear visualizaciones, si así lo desean.
En el pasado, los sistemas de calificación intentaban medir demasiadas cosas, y cuando damos prioridad a todo, con frecuencia no priorizamos nada. Este sistema de calificación hace un seguimiento de 22 indicadores de resultados clave, que fueron seleccionados a través de una amplia consulta con accionistas y asociados, y que consideramos cruciales para cumplir nuestra misión. Cada uno se desglosa, cuando es posible, por género, población juvenil, Estados frágiles y afectados por conflictos, inclusión de la discapacidad, región, país, proyecto y otras categorías. Este desglose será fundamental para ayudarnos a determinar si estamos logrando resultados donde más se necesitan.
Por ejemplo, el sistema de calificación nos indica que el apoyo del Grupo Banco Mundial a Estados frágiles y afectados por conflictos está generando importantes logros, entre ellos brindar servicios de salud, nutrición y población de calidad a 136 millones de habitantes; reforzar la seguridad alimentaria y nutricional para 97 millones de personas y proporcionar acceso a la electricidad a 40 millones de habitantes. También estamos trabajando para garantizar que tanto las personas desplazadas por la fuerza como las comunidades de acogida reciban servicios y medios de vida. A través de nuestra cartera actual, hemos llegado a más de 12 millones de refugiados, desplazados internos y personas en comunidades de acogida mediante servicios, empleos o transferencias de efectivo, más del 90 por ciento de ellos en los países menos desarrollados.
Como la entidad que más financiamiento otorga para iniciativas climáticas en los países en desarrollo, el Grupo Banco Mundial también está ayudando a reducir la curva de emisiones. El sistema de calificación muestra que, según proyecciones, nuestra cartera actual respaldará reducciones netas de más de 300 megatoneladas de emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2 equivalente) por año. Contribuiremos a reducir 50 megatoneladas de emisiones de CO2 equivalente anuales en África occidental y central, así como 15 megatoneladas en Europa y Asia central. Pero esta última región genera 10 veces más CO2 equivalente que la primera, lo que nos indica que debemos hacer más en las regiones con mayores emisiones.
La información que se desprende del sistema de calificación también muestra que hemos beneficiado a más de 140 millones de personas con un mejor acceso a infraestructura y servicios de transporte. Sin embargo, en África, estos beneficiarios representan solo el 4 % de la población sin acceso a un transporte confiable. De manera similar, aunque estamos apoyando a más de 300 millones de estudiantes con una mejor educación, en varios de nuestros países clientes que tienen altas tasas de pobreza de aprendizajes no se ejecutan intervenciones del Grupo Banco Mundial para abordar este desafío crítico.
El sistema de calificación, al situar nuestros resultados en el contexto de las necesidades, orientará nuestras prioridades de programación futuras. Por lo tanto, es más que una herramienta para la presentación de informes. A medida que continuamos fortaleciendo nuestra arquitectura de resultados y nuestras capacidades de medición de los resultados, el sistema de calificación se convertirá cada vez más en un instrumento de gestión que orientará los esfuerzos del Grupo Banco Mundial por lograr mejoras significativas y medibles en las vidas de las personas.
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