La agricultura es crucial para alcanzar algunos de los objetivos más importantes de desarrollo de África. El sector es motor de la creación de empleo: Hoy en día, la actividad agropecuaria representa por sí sola cerca del 60 % del total del empleo en África al sur del Sahara , mientras que la proporción de puestos de trabajo de todo el sistema alimentario posiblemente sea mucho mayor. En Etiopía, Malawi, Mozambique, Tanzanía, Uganda y Zambia, se prevé que entre 2010 y 2025 el sistema alimentario sumará más empleos que el resto de la economía. La agricultura impulsa también el crecimiento inclusivo y sostenible, y constituye la base de un sistema alimentario que proporciona alimentos nutritivos, seguros y accesibles.
Al mismo tiempo, el sector agrícola de África enfrenta desafíos cada vez mayores.
Si bien la productividad del sector en este continente se ha incrementado en los últimos años, todavía está rezagada respecto de la de otras regiones, y en la actualidad 1 de cada 4 personas de la región de África al sur del Sahara padece malnutrición crónica. En las próximas décadas, el sistema alimentario de África se verá sometido a presiones adicionales como consecuencia del crecimiento demográfico: se espera que la población aumente en 1300 millones de personas para 2050. El desafío en materia de seguridad alimentaria se agudizará a medida que se intensifique el cambio climático, poniendo en peligro los cultivos y la ganadería. Si no se implementan medidas de adaptación, la producción de maíz (uno de los principales cultivos de África) podría caer hasta un 40 % a fines de 2050. En el pasado, la expansión de la superficie cultivada impulsó la producción agrícola regional, pero esto ha tenido un costo ambiental. En el futuro, se debe trabajar para intensificar la producción de las tierras agrícolas de manera sostenible y sin dañar el medio ambiente.
Queda claro que continuar con las prácticas agrícolas habituales no nos llevará por el camino correcto.
Ya sea mediante satélites que proporcionan información meteorológica precisa, o con dispositivos conectados al internet de las cosas, como los teléfonos inteligentes, o a través de innovaciones de vanguardia, como la cadena de bloques (blockchain), la tecnología puede marcar un punto de inflexión al impulsar la productividad agrícola y la resiliencia de manera sostenible . El Banco Mundial está incorporando tecnología de precisión en sus proyectos de agricultura en todo el mundo. Estamos estudiando la aplicación de dispositivos inteligentes de riego que utilizan el internet de las cosas y combinan sensores automatizados de humedad del suelo con análisis de datos basados en la nube. Estos dispositivos pueden incrementar el rendimiento de las cosechas y a la vez reducir el consumo de agua. En Kenya, el Banco Mundial está utilizando macrodatos (big data) extraídos de sensores remotos y tecnologías de sistemas de información geográfica para respaldar la implementación de estudios agrometeorológicos que permiten un seguimiento preciso de las condiciones climáticas. Estos datos permitirán a los pequeños productores saber cómo y cuándo aplicar insumos para lograr resultados óptimos.
En Nigeria y Kenya, la aplicación Hello Tractor (i) está revirtiendo la tendencia a la escasa mecanización, pues permite a los agricultores alquilar tractores a un precio accesible para trabajar la tierra, todo a través de sus teléfonos móviles. Según esta nueva empresa, que hasta la fecha ha brindado servicios a 22 500 agricultores, los rendimientos de sus clientes se han incrementado un 200 %. Por otro lado, los refrigeradores solares ayudan a los productores lecheros de Kenya a enfriar sus productos y reducir los desperdicios. Cerca de 1,2 millones de agricultores en Etiopía, Ghana, Malawi y Níger están aprendiendo sobre mejores prácticas agrícolas a través de atractivos videos elaborados por Digital Green, lo que constituye una forma económica de ofrecer servicios de extensión agrícola. Y se avizoran también otros desarrollos. La tecnología de la cadena de bloques, que tanto revuelo genera, podría ampliar el financiamiento en las zonas rurales haciendo las transacciones financieras más accesibles y menos costosas y permitir a los agricultores y a otros actores administrar más eficientemente la cadena de suministro.
En toda África, ya ha comenzado la transformación del sector agrícola impulsada por la tecnología, que se extiende desde el productor hasta el consumidor. Y a medida que la tecnología mejore y se difunda de forma más amplia, esta transformación sin duda se acelerará.
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