Es el mes del Ramadán y los canales de TV árabes están engalanados con programas que incluyen desde populares telenovelas que se repiten hasta shows de cocina y de concursos, pero hay uno que está en boca de todos.
Al Sadma, o “El choque”, es una versión en árabe del famoso show estadounidense What Would You Do, un programa de telerrealidad de bromas. Pero este no es como muchos otros programas de telerrealidad de mal gusto que aplican el miedo (i) e incluso el terror; (i) se trata de un programa en que se aborda la moralidad y se analiza la sensibilidad de los participantes.
El show de bromas se vale de cámaras escondidas para captar las reacciones del público y poner en escena situaciones hipotéticas que son intencionalmente perturbadoras. Estas se filman en Egipto, el Líbano, Iraq, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. El show se transmite en la región alrededor del Iftar, es decir la hora cuando los musulmanes realizan su comida nocturna con la que rompen el ayuno.
Algunas de las situaciones incluyen: un hombre que humilla a su esposa en un restorán; una mujer que regaña a su hijo mientras lo ayuda con sus tareas escolares; una niña perdida que trata de encontrar a su madre al tiempo que un hombre intenta secuestrarla; un hombre que sigue y acosa a una mujer en un centro comercial; un niño que trabaja, que es maltratado verbal y físicamente por su empleador, y muchas otras.
El show pone a prueba lo que se conoce en psicología como el “efecto espectador”, un aspecto desafortunado de la naturaleza humana que ocurre cuando la presencia de otros entorpece la intervención de un individuo en una situación de emergencia. (i) En “El choque”, algunos espectadores ignoran la situación, otros parecen estar conmocionados y algunos incluso se ríen.
Sin embargo, otros tratan de ayudar o intervenir. Esto es lo que el programa trata de transmitir: revertir el efecto espectador puede en realidad funcionar para ayudar a las víctimas cuando se encuentran rodeadas de personas. De hecho, las investigaciones indican que el efecto espectador se puede contrarrestar. (i)
¿Pero qué significa esto para el desarrollo?
Revertir el efecto espectador puede ayudar a sacar de la pobreza a las personas, e inclusive a sociedades completas. Ciertas intervenciones pueden promover resultados positivos: defender a una mujer acosada por un extraño o a una esposa humillada por su esposo aumenta la conciencia sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Detener a un depredador para que no tiente a un niño que perdió a sus padres impide el tráfico sexual. Pronunciarse contra el sectarismo puede ayudar a difundir la paz. Actuar para que un niño deje de fumar ayuda a prevenir enfermedades que pueden tener graves consecuencias para las economías.
No podemos depender solo de los Gobiernos, los políticos o las organizaciones para ayudarnos a nosotros mismos o para ayudar a los otros. También podemos hacer algo para evitar numerosos problemas que nos rodean. Como seres humanos y miembros de comunidades diferentes, tenemos la responsabilidad compartida de socorrer a los otros.
Así que, la próxima vez que vea a alguien desconocido que necesita ayuda, ¿estaría dispuesto a auxiliarlo? ¿Qué haría usted?
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