El presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, presentó su visión el 12 de octubre para transformar la institución en un "banco de soluciones" que usa la evidencia y la experiencia para resolver problemas y escuchar más atentamente a las personas que enfrentan los desafíos económicos y sociales en su vida cotidiana.
“…Es hora de dejar de soñar con un mundo sin pobreza y alcanzar ese sueño”, dijo el Dr. Kim en la sesión plenaria inaugural de las Reuniones Anuales 2012 en Tokio, a la cual asistieron representantes de los 188 países miembros del Banco y el príncipe de la Corona de Japón Naruhito.
“Es hora de inclinar el arco de la historia. Con la solidaridad mundial basada en un impulso incesante para lograr resultados, podemos, debemos y lograremos poner fin a la pobreza y generar una prosperidad compartida”, agregó el Dr. Kim.
Dirigiéndose a todos los miembros del Banco Mundial por primera vez como presidente, el Dr. Kim dijo que el Banco establecerá un “resultado claro y mensurable por alcanzar”, incluyendo “metas elevadas” para poner fin a la pobreza y generar una prosperidad compartida, procedimientos y procesos simplificados, e incentivos para las personas que trabajan por o en nombre del Banco y producen resultados sobre el terreno.
El plan incluye el fortalecimiento de los enfoques para alcanzar el desarrollo basados en pruebas, de modo de asegurar que “prácticamente todos los países en desarrollo cuenten con datos oportunos y precisos”, afirmó el Dr. Kim. Agregó que informaría al Comité para el Desarrollo sobre los progresos alcanzados en las Reuniones de Primavera dentro de seis meses.
Las Reuniones Anuales se llevan a cabo en medio de la continua incertidumbre de la economía mundial. El Dr. Kim instó a los países a no retirar el respaldo al crecimiento en las naciones en desarrollo, sino a “juntarse” para acelerar el progreso y hacer posible que más personas participen y se beneficien del desarrollo.
“Si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo, podemos eliminar prácticamente la pobreza extrema. El logro de este objetivo no es improbable, puede alcanzarse. Juntos podemos lograrlo”, aseguró el Dr. Kim, y agregó que el esfuerzo debe incluir a los más afectados.
“En décadas de labor de desarrollo, he aprendido que las mejores soluciones a los problemas económicos y sociales suelen tenerlas las personas y las comunidades que deben hacer frente a estos desafíos en su vida cotidiana. Ellos han sido mis mejores maestros. Debemos escuchar sus observaciones y actuar en consecuencia”, señaló el Dr. Kim.
El Presidente del Banco dijo que la institución se centraría más que nunca antes en la entrega de soluciones para el desarrollo. “La mayoría de las ineficiencias se producen en la etapa de la entrega”, como cuando grandes inversiones en la enseñanza primaria no logran garantizar que todos los niños aprendan.
“Esta es la próxima frontera para el Grupo del Banco Mundial: ayudar a promover una ‘ciencia de la entrega’”, añadió. “La razón es que sabemos que la entrega no es fácil, no es tan sencillo como decir ‘esto da resultado, esto otro no’. La entrega eficaz exige conocimientos específicos en cada situación. Requiere ajustes constantes, la voluntad de asumir riesgos inteligentes y la concentración constante de la atención en los detalles de la ejecución”.
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