Kofi Annan dijo una vez que «No hay herramienta más efectiva que el empoderamiento de las mujeres». Esto es indudablemente cierto en el sector agrícola : Las mujeres empoderadas son un factor fundamental para lograr un crecimiento agrícola sostenible y una transformación rural equitativa. En junio de 2018, publicamos un informe sobre la emigración de los hombres, y el trabajo y el empoderamiento de las mujeres en la agricultura (Male Outmigration and Women’s Work and Empowerment in Agriculture), (i) en el que analizamos los impactos de la emigración rural sobre las vidas y los medios de subsistencia de las mujeres que se quedan en las granjas . En ese informe, el primero de una futura serie de publicaciones, se utilizan datos de encuestas innovadoras para reunir evidencias empíricas rigurosas sobre los impactos de la emigración rural según el género.
¿Por qué esto es importante? La migración es un tema relevante para los programas de desarrollo en todo el mundo, y en muchos países se relaciona estrechamente con la agricultura. Las evidencias disponibles sugieren que los migrantes provenientes de zonas rurales en todo el mundo son predominantemente hombres, lo que podría generar cambios socioeconómicos significativos en dichos lugares, incluso en las normas tradicionales que rigen las cuestiones de género. A partir de los datos extraídos de dos encuestas comparables realizadas en Nepal y Senegal entre agosto y noviembre de 2017, estudiamos los efectos de la emigración de los hombres de zonas rurales primordialmente agrícolas sobre el trabajo y el empoderamiento de las mujeres, tanto en la agricultura como en el hogar.
Observamos que, en primer lugar, cuando los hombres emigran, las mujeres no abandonan la fuerza de trabajo, sino que continúan realizando las tareas agrícolas. Sin embargo, es posible que el papel que desempeñan en la agricultura se modifique. Esto resulta muy claro en el caso de Nepal, pero no en Senegal. En Nepal, cuando los hombres emigran, las mujeres ya no son consideradas trabajadoras familiares que contribuyen al hogar, sino agricultoras principales. En Senegal, en cambio, no parecen asumir nuevas funciones. Esto puede relacionarse con la mayor prevalencia de familias extendidas y es también consecuencia de que, a menudo, son los hijos los que emigran, y no los esposos.
En segundo lugar, según el contexto y las características del proceso migratorio, la emigración de los hombres puede tener efectos significativos en el empoderamiento de la mujer. En Nepal, cuando las mujeres se vuelven agricultoras principales, incrementan su poder de decisión en la granja, se involucran más activamente en los grupos locales (lo que genera capital social) y tienen más probabilidades de acceder a una cuenta bancaria. Estos efectos son más fuertes cuando la emigración va acompañada de remesas. A pesar de estos avances, las mujeres siguen desempoderadas en otros ámbitos. Son ellas quienes aún sobrellevan una carga mayor por el tiempo que dedican a las demandas domésticas y las tareas de cuidado. Asimismo, en comparación con los hombres, tienen menos acceso a insumos y activos (incluida la propiedad de la tierra). En Senegal, la emigración de los hombres se vincula con el desempoderamiento de la mujer en varios ámbitos, entre los que figuran las decisiones sobre la producción agrícola, el control de los ingresos derivados de la agricultura y el acceso a información agrícola. Estos efectos parecen originarse en los hogares que no reciben remesas de los emigrantes.
Por lo tanto, en contraposición con algunas creencias, la migración no genera automáticamente el empoderamiento de la mujer. Cuando los hombres de la familia emigran y las mujeres asumen la responsabilidad principal en la granja, estas ganan autonomía y poder de decisión, pero quizá continúen limitadas por falta de acceso apropiado a insumos y activos, servicios de extensión, información agrícola y sobre el mercado, crédito y movilidad. De hecho, cuando no se reciben remesas adecuadas, las migraciones pueden dar como resultado el desempoderamiento de las mujeres. Las que quedan en el hogar a menudo experimentan estrés financiero, físico y psicológico como consecuencia de la pérdida de ingresos y de mano de obra en la familia. La reducción de los costos de las transferencias internas e internacionales de remesas podría permitir a los emigrantes enviar más dinero a sus hogares. Esto resulta especialmente pertinente para los países donde la emigración temporaria en busca de trabajo es un fenómeno extendido. No obstante, cabe señalar que las funciones y el trabajo de las mujeres en la agricultura deben respaldarse mediante políticas y programas bien diseñados y focalizados. Los servicios de extensión agrícola deben tener en cuenta a las mujeres que se quedan a cargo de las granjas y brindar soluciones adaptadas a sus necesidades. Asimismo, se deben generar oportunidades para que las mujeres agricultoras eleven su producción por encima del nivel de subsistencia. Necesitan acceder a actividades más redituables y situadas en los tramos posteriores de las cadenas de valor agrícolas.
¿Qué sigue? La cuestión del empoderamiento de la mujer exige análisis que vayan más allá de lo que plantea el Índice de Empoderamiento de la Mujer en Agricultura (WEAI, por su sigla en inglés), aún centrado principalmente en el sector agrícola. Las futuras investigaciones deben examinar otras dimensiones importantes para comprender la situación de las mujeres y la dinámica de las migraciones, como la migración inversa, el cambio climático y los conflictos. De modo similar, las normas sociales, las costumbres y los marcos jurídicos pueden determinar los resultados en relación con el empleo y el empoderamiento en los países en desarrollo. También tienen consecuencias sobre la producción agrícola y la seguridad alimentaria. ¿La producción y la productividad se ven perjudicadas por la emigración de los hombres? ¿Y la seguridad alimentaria? La emigración masculina en las regiones rurales agrícolas va en aumento, por lo que es necesario comprender más adecuadamente las consecuencias que este proceso tiene sobre las personas que quedan en el hogar, así como sobre la seguridad alimentaria en general.
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