Recientemente encontré una libreta de calificaciones de cuando estudié en la escuela secundaria en Irlanda. Fue muy interesante. Mi progreso en materias tan diversas como matemáticas, canto, lengua irlandesa y educación física era dado a conocer a través de notas y comentarios. Algunos profesores informaban poco sobre mi aprendizaje. Otros entraban en detalles. Quedé impresionada por el número de áreas en las que se habían evaluado mis avances (no tanto por mi falta de habilidad para el canto, lo que, evidentemente, quedó a la vista desde el principio).
Volvamos a 2013. En la actualidad, en la comunidad del desarrollo se habla sobre cómo medir e informar sobre el aprendizaje en el mundo. Existe una gran preocupación por el hecho de que muy a menudo los niños abandonan la escuela sin haber adquirido los conocimientos y las habilidades elementales que necesitan para tener una vida productiva. Para empeorar las cosas, no hay datos sobre el aprendizaje en todo el planeta, lo que impide realizar acciones para comprender mejor esta crisis y cómo lograr el aprendizaje para todos. (i)
Si tuviéramos que crear una “libreta de calificaciones” sobre el aprendizaje mundial, ¿cómo sería? El Grupo de Estudio de Mediciones del Aprendizaje, integrado por diversas partes interesadas, ha estado investigando este tema durante los últimos 18 meses y ha publicado recientemente un informe (i) que ofrece respuestas a tres preguntas clave:
1. ¿Qué tipo de aprendizaje es importante para todos los niños y jóvenes?
En base a investigaciones y consultas con las partes interesadas en países de todo el mundo, el grupo identificó las siguientes siete competencias como las más importantes para todos los niños y jóvenes: ciencia y tecnología; cálculo y matemáticas; bienestar físico; bienestar social y emocional; cultura y artes; enfoques de aprendizaje y conocimiento, y alfabetización y comunicación. La amplitud de las áreas enumeradas muestra la necesidad de educar a los niños de manera integral, independientemente de si viven en Dakar, Delhi, o Dublín, y que las llamadas habilidades no cognitivas son tan fundamentales para el desarrollo individual y social como las matemáticas y la ciencia. No obstante, la lista ha sido criticada por algunos por no tener en cuenta las crudas realidades de muchos países en desarrollo, así como la necesidad de priorizar más en términos de qué habilidades son esenciales y cuáles son deseables a nivel general y en cada área.
2. ¿Cómo deberían medirse los resultados del aprendizaje?
El grupo determinó que, aunque es deseable el aprendizaje general a nivel individual, es difícil de medir y comunicar de manera que tenga relevancia en todos los sistemas educativos y países. La mayoría de los ejercicios de evaluación transnacionales se centran en la generación de indicadores en las áreas "más fáciles de medir" como matemáticas, lectura y ciencias, y evitan aquellas "más difíciles" como arte, educación física (a menos que se incluyan las Olimpíadas), habilidades sociales y emocionales, etc. Esto no significa que estas últimas no sean importantes, sino que nuestra capacidad de medir e informar sobre ellas de manera valiosa a nivel mundial no está bien desarrollada. En algunos casos, como el de las lenguas nacionales en peligro de extinción (el irlandés, en mi caso), y la educación religiosa, los indicadores mundiales pueden tener poco significado o ser polémicos. Esto implica que es poco probable que cualquier "libreta de calificaciones" sobre el aprendizaje mundial dé indicadores directos de algo más que un pequeño subconjunto de áreas (aunque estas sean probablemente las básicas de aritmética y alfabetización, de las que depende la adquisición de tantas otras). En otros casos, se hará hincapié en la creación de capacidad para medir e informar sobre el aprendizaje a nivel local.
3. ¿Cómo se puede implementar la medición del aprendizaje para mejorar la calidad de la educación?
La mayor parte de las pruebas examinadas por el grupo de estudio indica que la medición puede ser una herramienta muy eficaz para mejorar la calidad de la educación y el aprendizaje (no solo para informar sobre ello) si los resultados son aprovechados por los estudiantes, los maestros, los funcionarios gubernamentales, los representantes de la sociedad civil, y otros para mejorar las políticas y las prácticas sobre el terreno. La eficacia depende en gran medida de los comentarios oportunos a las principales partes interesadas sobre los resultados en un formato utilizable , algo que resulta más probable con iniciativas de evaluación basadas en el aula y realizadas a nivel nacional (cuando se hace bien) que con ejercicios transnacionales de mayor magnitud. En este sentido, es importante reconocer que cualquier plan para medir el aprendizaje en el mundo, por defecto, debe poner énfasis en la capacidad local y nacional para recopilar y usar los datos de aprendizaje, ofreciendo como subproducto la generación de indicadores de una "libreta de calificaciones" general.
A medida que nos acercamos a una nueva era de objetivos de desarrollo para la educación, resulta cada vez más evidente que el acceso debe ir acompañado de un enfoque en el aprendizaje (algunos países en desarrollo ya han demostrado que es posible equilibrar el acceso y un mejor aprendizaje). (i) Dada la falta de datos mundiales sobre resultados del aprendizaje, (i) y el papel clave que desempeñan estos datos en la mejora del mismo, es claro que esta es un área en la que todos podemos y debemos hacer más. Esta semana, del 7 al 8 de noviembre, el Banco Mundial organizará un Simposio sobre Evaluación del Aprendizaje en el Mundo, (i) de dos días de duración, que reunirá a las principales partes interesadas para comenzar a abordar la manera de hacerlo. Vea el webcast en vivo aquí. (i)
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Información relacionada:
· Simposio del Banco Mundial: Evaluación del Aprendizaje en el Mundo (i)
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