Durante mi infancia en Pakistán, a menudo me preguntaba por qué se esperaba que los niños se convirtieran en médicos o ingenieros mientras que a las niñas, yo incluida, se las alentaba a dedicarse a la docencia o a la economía doméstica. Por eso, cuando mi prima Sana se convirtió en la primera mujer de mi familia que iniciaba una carrera profesional en el área de ingeniería, se transformó también en mi heroína. Pero unos meses después, mi entusiasmo se desvaneció cuando Sana renunció a su trabajo, durante su primer embarazo. La historia de Sana, sin embargo, no es única. En Pakistán, las mujeres representan menos del 18 % de los profesionales del área de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM). El peso de los roles tradicionales y la falta de acceso a servicios formales de cuidado de los niños a menudo juegan un papel crucial en la decisión de las mujeres de no emprender una carrera en CTIM.
La fuga de cerebros femeninos en el área de CTIM
La falta de diversidad de género en el área de CTIM en todo el mundo, no solo en Asia meridional o en África, es objeto de investigación y debate desde hace ya varios años. Muchas empresas de Silicon Valley (i) están tratando de establecer políticas para promover la diversidad de género. Estos esfuerzos a menudo se basan en el reconocimiento de que si las mujeres continúan abandonando el sector, probablemente se agrave (i) la escasez de trabajadores calificados en las áreas tecnológicas.
A pesar de que se han introducido cambios en el modo en que las empresas manejan el talento, las mujeres aún tienen más probabilidades de no acceder a puestos en ámbitos de alto nivel tecnológico o de abandonarlos (i). Según un informe (i) del Center for Talent Innovation, cerca del 40 % del total de científicos, ingenieros y especialistas en tecnología altamente calificados son mujeres, pero más de la mitad de las mujeres que trabajan para empresas del área de ciencias, ingeniería y tecnología (CIT) terminan abandonando sus empleos debido a la hostilidad del ambiente laboral o a las presiones extremas en el lugar de trabajo. Si se estima el promedio de todas las regiones, en 2013 las mujeres representaban menos de la tercera parte (i) de las personas empleadas en investigación y desarrollo científicos. Asimismo, en las 20 principales empresas tecnológicas, solo el 11 % de los cargos gerenciales superiores (i) estaban ocupados por mujeres en 2014.
Estas tendencias son alarmantes, en particular dado que en muchos países las mujeres constituyen en la actualidad la mayoría de los graduados en las áreas de CIT (i). El Foro Económico Mundial prevé (i) que la pérdida neta de más de 5 millones de empleos que se producirá entre 2015 y 2020 en 15 economías perjudicará más a las mujeres que a los hombres , dado que los sectores que se espera que crezcan, como el de CTIM, tradicionalmente emplean y retienen pocas mujeres.
Resolver el cuidado de los niños es esencial
¿Qué es lo que impide a las mujeres ingresar en el área de CTIM y qué las impulsa a abandonarla? Las investigaciones (i) indican como causas la ausencia de un ambiente de trabajo propicio y la falta de políticas en el lugar de trabajo (i) que respalden un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada. El acceso a servicios asequibles y de calidad para el cuidado de los niños es un área de dichas políticas que puede influir significativamente en las elecciones profesionales de los padres y en sus posibilidades de generar ingresos.
Tras examinar las políticas establecidas en los lugares de trabajo, la Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad que integra el Grupo Banco Mundial, publicó en su informe más reciente (i) que las empresas que cubren las necesidades de sus empleados en relación con los servicios de cuidado de los niños obtienen mejores resultados , pues logran contratar y retener personas de talento, reducen el ausentismo y la rotación del personal e incrementan la satisfacción y la productividad de sus empleados.
En dicho informe, titulado Tackling Childcare: The Business Case for Employer-Supported Childcare (i) (Abordar los servicios de cuidado de los niños: La justificación económica de los servicios de guardería financiados por el empleador), no solo se exponen los argumentos económicos en favor de la elaboración de sólidas políticas sobre los servicios de cuidado de los niños, sino que se ofrece un modelo de toma de decisiones para ayudar a las empresas a analizar sus necesidades y las de sus empleados e implementar un beneficio adecuado en esta área. El informe, que se basa en 10 estudios de casos de empresas que ofrecen diversas soluciones para los servicios de guardería, muestra que los empleadores pueden elegir entre distintas opciones, desde las que requieren un gran volumen de recursos hasta otras menos costosas, y aun así lograr mejores resultados en su empresa.
Cómo se abordan los servicios de guardería y cómo se retiene a las personas más talentosas en el área de CTIM
Las empresas analizadas en el informe de IFC son actores de primera línea a nivel mundial en el sector de CTIM. Mindtree (i), una consultora internacional especializada en tecnología de la información con sede en India, utiliza la tecnología para brindar apoyo a los padres que trabajan: su aplicación denominada MiLady permite a las empleadas que han tomado licencia por maternidad estar en contacto con sus colegas. La guardería que tiene la empresa dentro de sus instalaciones, junto con una serie de otros beneficios para los padres, incluida la licencia paga y opciones de trabajo flexible, contribuyen a que la tasa de regreso de sus empleados tras la licencia por maternidad y paternidad sea elevada (del 87 % y el 93 %, respectivamente. En 2016, Mindtree fue considerada una de las 10 mejores empresas de India donde las mujeres pueden trabajar.
El estudio de caso de Akamai (i), una empresa tecnológica con sede en Estados Unidos, muestra que contar con una guardería dentro de la compañía no es la única solución posible. En función de las necesidades de la empresa y de sus empleados, Akamai se asoció con Care.com (i), un mercado en línea de servicios de cuidado de niños, para ofrecer a su personal servicios de guardería de reemplazo. Como resultado, registró incrementos en la tasa de retención y la motivación, aun entre los empleados que no utilizaban el beneficio pero que lo consideraban reflejo del compromiso de Akamai con la diversidad y la inclusión.
En Sumitomo Chemical (i), miembro de la alianza mundial de IFC que busca abordar el cuidado de los niños (i) y uno de los principales actores del sector de CTIM de Japón, las seis guarderías con las que cuenta la empresa son más utilizadas por los hombres que por las mujeres. Además de registrar una tasa sostenidamente alta de regreso de las empleadas tras la licencia por maternidad, el número de padres que toman licencia paga se ha incrementado también de forma continua debido a las medidas dirigidas a los hombres en particular. Los niveles directivos de la empresa esperan que esta tendencia pueda ayudar a redefinir las funciones del cuidado de los niños y mejorar la igualdad de género en la compañía, en el sector de CTIM y en toda la sociedad japonesa.
¿Cómo pueden redoblar sus esfuerzos las empresas del sector de CTIM?
A partir de las enseñanzas extraídas de estos casos, en el informe de IFC se ofrecen 10 recomendaciones para las partes interesadas de todo el mundo. Las empresas a menudo obtienen mayor rentabilidad de sus inversiones cuando adoptan un enfoque específico y respaldan la provisión de servicios de cuidado de los niños para todos sus empleados como parte de una estrategia institucional más amplia. Asimismo, cabe señalar que las alianzas entre el sector público y el privado pueden ampliar las inversiones en la economía del cuidado, fortalecer las capacidades de los proveedores de estos servicios y crear mercados en esta área. Con esfuerzos combinados, se pueden generar beneficios por partida triple: para los empleados y sus familias, para los empleadores y para las economías.
Súmese a la conversación sobre #TacklingChildcare (abordar los servicios de cuidado de los niños) con @WBG_Gender y @RudabaNasir.
Este artículo fue publicado anteriormente en el sitio web del Consejo de Relaciones Exteriores.
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