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¡Un menú de agricultura inteligente con respecto al clima y la nutrición, por favor!

Pour une agriculture profitable et soucieuse des enjeux climatiques et nutritionnels. Photo: Minna Kononen/Banque mondiale Pour une agriculture profitable et soucieuse des enjeux climatiques et nutritionnels. Photo: Minna Kononen/Banque mondiale

Conocimos a Agnes mientras estábamos en Kananga, en la provincia de Kasai central en la República Democrática del Congo (RDC). Ella es una agricultora que trabaja en los sembradíos de la Cooperativa Réveil Kananga (CRKa) para obtener ingresos que tanto necesita. La cooperativa le ha dado una pequeña parcela y le ha proporcionado asistencia técnica para cultivar maíz. Usando prácticas agrícolas inteligentes en relación con el clima, ha podido aumentar la producción en los últimos años. El rendimiento promedio en las parcelas de la CRKa es de 600 kilos por hectárea, casi el doble de la cifra regional (350 kilos por hectárea). Actualmente, la CRKa tiene 500 productores y ellos respaldan las prácticas agrícolas que conservan la fertilidad y la capacidad del suelo, aumentan el rendimiento y son más resilientes a los riesgos climáticos, como las inundaciones y los periodos prolongados de sequía.

El calendario de cultivos está cambiando en todas partes de la RDC.  El año pasado, los agricultores de la región de Kasai sufrieron graves pérdidas debido a la llegada tardía de la estación lluviosa y precipitaciones erráticas repentinas, que destruyeron los cultivos plantados recientemente. No obstante, las prácticas agrícolas inteligentes en relación con el clima, como las que se usan en los campos de la CRKa, han ayudado a los agricultores a reducir las pérdidas. Una de las prácticas utilizadas por Agnes es la mejora del barbecho con mucuna, un abono verde que proporciona sombra y evita que la capa superior del suelo se sobrecaliente y se seque o sea fácilmente arrastrada por las fuertes lluvias. La mucuna es también una planta leguminosa, que puede fijar nitrógeno en el suelo y servir como fuente de materia orgánica ("abono verde") cuando se pone en el campo.

También conocimos a Kasonga, una abuela que trabaja en los sembradíos de la CRKa y, al mismo tiempo, ayuda a cuidar a sus nietos más pequeños mientras sus madres (sus hijas) realizan trabajos manuales en el campo. Ella tiene 8 hijos y 41 nietos. En la RDC, la tasa de natalidad promedio es de 6,77 niños por mujer y se prevé que la actual población del país de 81 millones aumentará hasta llegar a casi 200 millones de personas en 2050. En el estudio de 2016 titulado El costo del hambre en África se concluyó que la desnutrición le cuesta a la RDC un 4,6 % de su producto interno bruto (PIB), lo que equivale a USD 1700 millones, cada año.  Aumentar la producción de manera sostenible y mejorar la nutrición de los niños son medidas prioritarias para una población que crece rápidamente.

Un menú de prácticas inteligentes para los pequeños agricultores

Para ayudar a Agnes y Kasonga a aumentar sus ingresos y mejorar la nutrición de sus hijos y nietos, la RDC necesita políticas y programas que las ayuden a lograr este doble objetivo. No solo deben mejorar la producción, sino que esta debe ser sostenible en medio de un clima cambiante y también debe promover el cultivo de productos alimenticios ricos en nutrientes.

Por eso el Gobierno de la RDC y el Banco Mundial están preparando el Programa Nacional de Fomento de la Agricultura (NADP) (i), que comprende una serie de proyectos a lo largo de más de 15 años y que recibe financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) por un monto de USD 1500 millones. El NADP, en su primera fase, proporcionará apoyo directo a aproximadamente 2 000 000 de pequeños agricultores para aumentar su productividad agrícola y el acceso a los mercados en cinco provincias de la RDC  (Kongo central, Kwilu, Kivu del Norte, Kasai y Kasai central) usando tecnologías y prácticas agrícolas inteligentes con respecto al clima y la nutrición.

El apoyo del NADP a los pequeños productores incluye una serie de tecnologías y prácticas mejoradas que se preseleccionaron en función de su “inteligencia”.  Esta variedad de tecnologías y prácticas se ofrece a los pequeños agricultores en el marco de una gama de opciones de agricultura inteligente con las que se pueden lograr simultáneamente varios objetivos. Mediante estudios de campo y consultas, se identificó un menú orientativo de tecnologías y prácticas de agricultura inteligente con respecto al clima o la nutrición (i). Tecnologías como las semillas biofortificadas de mandioca y las prácticas de producción de hortalizas, aves y huevos se consideran nutricionalmente inteligentes, ya que abordan el déficit de grupos de alimentos muy necesarios en una región donde la malnutrición es común. Además, las variedades de ciclo corto, las semillas resistentes a la sequía y las prácticas como la agricultura y la agrosilvicultura de conservación son inteligentes con respecto al clima, porque aumentan la resiliencia y los rendimientos de los agricultores y diversifican la producción.

El NADP entregará un subsidio a los pequeños agricultores, que se adaptará a cada una de las tecnologías y prácticas incluidas en el menú, para cubrir parcialmente la inversión inicial relacionada con los insumos (por ejemplo, semillas, razas de animales, mano de obra, servicios de extensión). Este incentivo ayudará a acelerar la adopción de prácticas sostenibles que tengan resultados climáticos y nutricionales positivos. Para asegurar la participación local y la sostenibilidad de las inversiones, el subsidio se destinará a dar apoyo a pedido a los pequeños propietarios y a atraer a proveedores privados de insumos agrícolas y de servicios. En la RDC, el 77 % de las mujeres están empleadas en el sector agrícola, en comparación con el 61 % de los hombres.  Esto hace que el Gobierno considere una prioridad focalizarse en las mujeres y que estas sean las principales beneficiarias de los proyectos. El programa de subsidios tendrá una cuota del 50 % para las agricultoras que se implementará usando criterios de elegibilidad que consideren específicamente la contribución significativa de las mujeres en el sector.

Los pequeños productores elegibles serán seleccionados de un registro nacional de agricultores que está disponible para todos a través de puntos de registro descentralizados a lo largo del país. Todo agricultor que quiera registrarse recibirá una tarjeta de identificación profesional. El financiamiento del programa respaldará la creación de este nuevo registro de agricultores y de la plataforma de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) que facilitará el monitoreo a largo plazo del programa.

La RDC podría convertirse en una potencia agrícola en África, con casi 80 millones de hectáreas de tierras cultivables y no boscosas, y una población joven y en expansión.  Las preguntas importantes ahora para la RDC son "cómo" aumentar su producción y "qué" producir. Para Agnes y Kasonga, estas son dos interrogantes cruciales que marcarán la diferencia en sus vidas y las de sus familias.  


Autores

Minna Kononen

Oficial de Operaciones

Diego Arias

Gerente de práctica en el Banco Mundial

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