Este blog fue escrito a mano en árabe por una alumna de noveno grado que vive en Sana y se publica tal como se recibió.
Jueves negro
Todavía recuerdo ese día, el jueves 26 de marzo de 2015, cuando se anunció que mi escuela, junto con todas las otras escuelas de Yemen, sería clausurada a causa del conflicto armado y la guerra. Esta noticia fue un golpe para mí, ya que significaba que no tendría ninguna manera de aliviar las presiones de la vida en un país que carece incluso de las necesidades básicas para vivir. Cuando se tomó la decisión de cerrar las escuelas, me detuve a reflexionar sobre mis sueños de un futuro brillante lleno de esperanzas, pero todos esos anhelos se han derrumbado, y el único sueño que me queda es volver a la escuela. En un principio, esperábamos que las escuelas estuvieran cerradas por unas semanas, pero esto se ha convertido en meses y hay pocas esperanzas de poder regresar a clases este año. Mis compañeros y yo pasamos por el edificio de nuestra escuela, y recordamos los buenos momentos que pasamos dentro de sus viejas paredes. Han transcurrido más de cuatro meses, y todavía nada ha cambiado.
UNICEF: Desde que el conflicto se intensificó a finales de marzo, 3584 escuelas han cerrado sus puertas y 1,8 millones de niños han sido privados de recibir educación
Nuestras escuelas ya no pueden ser usadas como lugares apropiados para enseñar a los estudiantes, porque algunas de ellas han sido destruidas por las bombas y otras están sirviendo como albergues para las personas desplazadas de otras provincias que buscan refugiarse del conflicto armado.
Las estadísticas de UNICEF indican que 315 escuelas han sido parcialmente dañadas, 114 totalmente destruidas y 360 se usan como refugios para las familias desplazadas. Unos 600 000 alumnos de los grados noveno a duodécimo no pudieron rendir sus exámenes finales para obtener los certificados de educación básica y secundaria que les permitirían continuar en la enseñanza superior, lo cual hace peligrar el futuro de estos estudiantes.
Armas en lugar de lapiceras
Los alumnos de Yemen no solo perdieron la oportunidad de asistir a sus clases este año, sino que muchos de ellos han sido enrolados para participar en la guerra. Las noticias acerca de los niños asesinados solo se suman a las expectativas dolorosas del porvenir de Yemen, cuando vemos que los que deberían estar construyendo el futuro del país están ayudando a destruirlo. Los niños siguen siendo reclutados —y esto se considera un crimen internacional— mientras que nadie presta atención al hecho de que estamos arruinando el destino de Yemen y de los yemeníes.
Mensaje para el mundo
Me gustaría que el mundo supiera que los estudiantes de Yemen están padeciendo a raíz de la guerra y el hambre, y no pueden obtener una educación, que es uno de sus derechos más básicos. Si las personas pudieran imaginar a sus propios hijos e hijas en una situación similar, ¿qué pensarían y qué harían? Por último, me gustaría decir que mi deseo es volver a la escuela, llevar mis libros, y recuperar el sueño que he perdido.
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