Publicado en Voces

Un sistema alimentario que provea alimentos para todas las personas, todos los días, en todas partes

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Tanto si usted es un productor de alimentos como un consumidor, e independientemente de cuál sea el lugar del mundo en que vive, estoy seguro de que estaremos de acuerdo en que el mundo necesita un sistema alimentario que provea alimentos para todas las personas, todos los días, en todas partes.

Un sistema alimentario que funcione para todos también puede crear puestos de trabajo y aumentar los ingresos de los pequeños agricultores y los residentes rurales que son el 78 % de los pobres en el mundo. Después de todo, el crecimiento que se origina en la agricultura ha demostrado ser entre dos a cuatro veces más eficaz para reducir la pobreza que el crecimiento que se genera en otros sectores. Un sistema alimentario eficaz asimismo puede proporcionar una mejor nutrición, liderar la gestión de los recursos naturales del mundo, e incluso ser parte de la solución al cambio climático.
 

 
En conjunto, hemos avanzado de manera significativa hacia el objetivo de desarrollo del milenio de reducir a la mitad la pobreza y el hambre. La productividad de los pequeños agricultores también ha comenzado a aumentar: en países como Rwanda y Etiopía, por ejemplo, el incremento de la producción de cereales ha ido acompañado de descensos importantes en las tasas de pobreza. Pero 800 millones de personas todavía se van a dormir con hambre cada noche. Y la escasez de tierra y agua, así como el cambio climático, podrían provocar una disminución considerable en los rendimientos de los cultivos. Así que todavía tenemos un largo camino por recorrer para alimentar de forma sostenible al mundo en el presente y en el futuro, y para 2030 habrá 8400 millones de personas que necesitarán alimentos, o sea, 1000 millones más que en la actualidad.
 
En el Banco, estamos interesados en escuchar nuevas ideas y sugerencias acerca de nuevas formas sobre cómo proporcionar alimentos a la población en todo el mundo. Comenzamos con un importante evento el 16 de abril titulado El futuro de los alimentos: Una conversación con Jim Yong Kim y David Chang . Creemos que más esfuerzos, en las siguientes áreas, pueden ayudar a acelerar el avance hacia un sistema alimentario que pueda proveer alimentos para todos los habitantes en el planeta:
 
Posibilitar que la agricultura sea más inteligente en relación con el clima: necesitamos acelerar las inversiones y la implementación de estrategias de agricultura inteligente en relación con el clima (CSA, por sus siglas en inglés), cuyos objetivos sean una mayor productividad, más capacidad de adaptación al cambio climático y un menor nivel de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En el Banco, hemos comenzado a evaluar nuestros proyectos desde una óptica inteligente en relación con el clima, y a garantizar que cumplimos con los tres objetivos de la CSA. Además, formamos parte de la Alianza Mundial por una Agricultura Climáticamente Inteligente.
 
Mejorar la nutrición: tenemos que facilitar la producción de suficiente cantidad y diversidad de alimentos, garantizar que estos lleguen a donde más se los necesita, y generar ingresos para los productores pobres de manera que puedan acceder a los alimentos que requieren. Las inversiones agrícolas también pueden ayudar a mejorar los resultados nutricionales con semillas mejoradas; producción de alimentos con mayor contenido de nutrientes como las legumbres, los lácteos, el pescado, los vegetales y las frutas; mayor educación sobre nutrición, y tecnologías que reduzcan la carga de trabajo de las mujeres.
 
Fortalecer la cadena de valor de los alimentos y mejorar el acceso al mercado: a medida que el mundo se urbanice, se consumirán más alimentos en las ciudades, y se prevé que el consumo de alimentos cambiará desde dietas dominadas por granos y cereales a dietas que incluyan más carne, vegetales, y productos procesados. Necesitamos políticas que ayuden y que no dificulten el abastecimiento de estos mercados cambiantes por parte de los productores pobres, y que no pongan trabas a la creación de empleos  en el área de la elaboración de alimentos. Caminos y sistemas de logística en mejores condiciones, mayor información sobre los precios de mercado, y mejores procesos de  manipulación y almacenamiento de los alimentos pueden reducir las pérdidas y los desperdicios y mejorar la seguridad de los alimentos que comemos.
 
Es necesario mejorar la igualdad de género en las tres áreas mencionadas. En los países en desarrollo, la mayoría de los agricultores son mujeres, pero estas tienen menos bienes y menor acceso a los insumos y servicios que los hombres. Los datos muestran que si las agricultoras tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres, ellas podrían aumentar el rendimiento de sus fincas hasta en un 30 %, y producir mayor volumen de alimentos para más personas y, potencialmente, reducir en un 15 % el número de habitantes que sufren hambre.
 
Un sistema alimentario que entregue suficientes alimentos y una buena alimentación, y que permita crear empleos, reducir la pobreza y aumentar la prosperidad está a nuestro alcance. Se necesitarán amplias asociaciones y contribuciones de agricultores, científicos, nutricionistas y cocineros profesionales, básicamente todas las personas que trabajan para llevar los alimentos a la mesa. Nadie puede lograrlo solo, por eso en el Banco esperamos trabajar con todos los sectores y con diferentes grupos que estén tan comprometidos como nosotros en lograr que haya alimentos suficientes para todos los habitantes en el mundo.
 
¿Cómo creamos un sistema alimentario que provea alimentos para todas las personas, todos los días, en todas partes? Estamos abiertos a escuchar nuevas ideas sobre el futuro de los alimentos. El 16 de abril podrá unirse al debate usando la etiqueta #food4all: http://envivo.bancomundial.org/el-futuro-de-los-alimentos.


Autores

Juergen Voegele

Vicepresidente de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial

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