El cambio climático ya tiene efectos reales y medibles en la salud humana y se cree que esos impactos aumentarán. Los países de ingreso bajo y mediano sufren las peores repercusiones, dado que son más vulnerables a los cambios en el clima y tienen una menor capacidad de adaptación debido a sus deficientes sistemas de salud e infraestructura. La buena noticia es que los efectos acumulativos del cambio climático en la salud se han debatido de manera amplia durante décadas y se comprenden mejor.
Más de 100 millones de personas podrían caer nuevamente en la pobreza extrema debido al cambio climático a fines de 2030 . Esto se podría atribuir en gran medida a los efectos negativos en la salud. Los contaminantes asociados con las emisiones de carbono ya son responsables de más de 7 millones de muertes prematuras cada año. Se prevé que otros 7,5 millones de niños sufrirán retraso del crecimiento para 2030, de los cuales 4 millones se verán afectados por un retraso severo del crecimiento (un aumento del 4 %). La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que, a raíz del cambio climático, otros 10 millones más de niños presentarán retraso del crecimiento a fines de 2050 . El impacto del cambio climático sobre los precios de los alimentos en África podría llegar al 12 % en 2030 y al 70 % en 2080, un golpe catastrófico para las naciones donde el consumo de alimentos de los hogares más pobres representa más del 60 % del gasto total. Y los costos directos para la salud (excluidos los costos en sectores determinantes para la salud como la agricultura, y el agua y el saneamiento) se estima que fluctuarán entre USD 2000 millones y USD 4000 millones al año en 2030.
Desafortunadamente, solo el 15 % de los países que ha desarrollado programas para combatir el cambio climático tienen planes relacionados específicamente con la salud. Reconociendo esta necesidad y escuchando los crecientes llamados de las comunidades de científicos y expertos, el Grupo Banco Mundial (GBM) elaboró un programa al respecto.
El enfoque del Grupo Banco Mundial en materia de cambio climático y salud
En los últimos tres años, el GBM consultó a especialistas y asociados en la tarea del desarrollo para crear un importante programa destinado a abordar el cambio climático y la salud.
El programa se diseñó teniendo en cuenta dos consideraciones principales: i) establecer una base de conocimientos para fundamentar el financiamiento para el desarrollo, y ii) garantizar que esta tarea apoye directamente a nuestros clientes.
Dado nuestro enfoque de colaboración con los países, un primer paso lógico fue identificar a aquellos que sufrían los mayores impactos de salud relacionados con el cambio climático. Recurrimos a los índices establecidos de los efectos climáticos y la vulnerabilidad para descubrir los países de alto riesgo, tanto en términos de impactos en la salud asociados a las emisiones de carbono y los contaminantes conexos (enfermedades cardiovasculares y respiratorias) como de impactos en la salud causados por el cambio climático (enfermedades infecciosas, malnutrición y estrés térmico). Las conclusiones se presentan en el documento Geographic Hotspots for World Bank Action on Climate Change and Health (i) y apuntan a zonas críticas en África al sur del Sahara y Asia sudoriental.
También hemos emprendido un nuevo estudio sobre los vínculos entre el clima y el sector de la salud. Al trabajar con importantes asociados en este ámbito, como Health Care Without Harm, (i) descubrimos una gran oportunidad tanto para nuestra propia cartera como para las de otras entidades que diseñan y operan sistemas de salud. Este nuevo informe, Climate-Smart Healthcare: Low Carbon and Resilience Opportunities for the Health Sector, (i) es el primero de su tipo en que se vincula el cambio climático con el sector de la salud y el desarrollo. En el documento se describen en profundidad enfoques para crear y mantener sistemas de salud adaptados al cambio climático y se proporcionan herramientas y recursos para ayudar a los profesionales a convertir estos conocimientos en acciones.
También es fundamental asegurar que estos conocimientos sean asimilados por los expertos del GBM y sus asociados de modo de implementarlos en el terreno. Hemos desarrollado, en el GBM, el enfoque y plan de acción en materia de cambio climático y salud (i) como un programa para conectar nuestra investigación con las inversiones. En este enfoque y plan de acción, ofrecemos orientación para capacitar al personal, describimos nuevas áreas de investigación y análisis, y definimos estrategias para examinar las inversiones en curso. También, establecemos metas, tales como garantizar que el 20 % de todos los proyectos nuevos de salud, nutrición y población incorporen el tema del cambio climático antes de fines de 2020.
La aplicación del enfoque sobre el terreno
En conjunto con la estrategia mundial general, estamos implementando proyectos para poner en práctica este nuevo enfoque. Por ejemplo, realizamos una evaluación inicial sobre el cambio climático y la salud en Mozambique. Con este proyecto, desarrollado en colaboración con el Gobierno, se prestó amplia asistencia en materia de clima y salud, lo que incluyó un examen de los impactos del cambio climático en la salud, la incorporación del cambio climático en los protocolos de emergencia del Ministerio de Salud, la incorporación de la salud en el plan de acción gubernamental para combatir el cambio climático, un análisis geoespacial a nivel nacional sobre la vulnerabilidad climática y sanitaria, y nuevos estudios (i) que vinculan la salud, el clima y los tipos de cocinas.
Además, estamos poniendo en marcha un nuevo diagnóstico sobre el cambio climático y la salud que se implementará en los países para evaluar el impacto del cambio climático en la salud y las oportunidades que este representa, vinculándolo directamente a las inversiones en el ámbito del desarrollo. Se aplicará por primera vez este verano en Madagascar, y se hará para apoyar una nueva inversión del GBM en nutrición. Se anticipa que las lecciones que aquí se extraigan incluirán con toda seguridad las consideraciones relativas al cambio climático en este proyecto y otros similares.
En el futuro, continuaremos convirtiendo la investigación en acciones de desarrollo. Esperamos poder cumplir con las metas que hemos descrito en nuestro plan de acción en materia de cambio climático y salud, colaborando con los países más necesitados y ampliando la adopción y la implementación del informe Climate-Smart Healthcare.
Reconocemos, asimismo, las valiosas contribuciones de nuestros asociados: el Fondo Nórdico de Desarrollo, la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos(NIH), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y las decenas de organismos, fundaciones, organizaciones no gubernamentales (ONG), universidades y Gobiernos —en particular de Mozambique y Madagascar—, que nos ayudaron a emprender esta tarea.
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