La mitad de nuestra población mundial actual tiene menos de 30 años, y esta proporción alcanzará casi el 60 por ciento en los próximos 10 años. Dadas estas tendencias demográficas, los jóvenes tienen el potencial de convertirse en un motor crítico para el desarrollo global si se les brinda las oportunidades que necesitan para prosperar.
En diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, y exhortó a los gobiernos, la sociedad civil, las personas y las comunidades de todo el mundo a celebrar el potencial de los jóvenes como motores de impulso para el desarrollo de una mejor y más inclusiva sociedad global.
La juventud de hoy enfrenta nuevos desafíos globales, como el cambio climático y la digitalización de productos y servicios. Informes internacionales recientes coinciden en identificar el desarrollo de habilidades de los jóvenes como un motor principal para asegurar una transición más fluida hacia un mundo más verde y digital. En este contexto, el tema del Día Internacional de la Juventud de este año se centra en el desarrollo de habilidades de los jóvenes para crear un mundo más sostenible. Así mismo, la comunidad internacional ha establecido objetivos ambiciosos para garantizar que los jóvenes tengan competencias digitales básicas.
La transición digital y verde podría convertirse en una piedra angular para el desarrollo de la juventud
La transiciones digital y verde pueden crear nuevas oportunidades de empleo y formación para los jóvenes, especialmente en países de ingresos bajos y medios. Plataformas de aprendizaje en línea y de bajo costo como Coursera, Khan Academy, EdX y Capacítate Para el Empleo, por ejemplo, ofrecen nuevas oportunidades para que los jóvenes desarrollen sus habilidades para el trabajo.
La transición digital ha creado oportunidades laborales en campos como el marketing digital, el desarrollo de software y el análisis de datos. Estos trabajos a menudo requieren habilidades que se pueden aprender a través de cursos en línea, haciéndolos más accesibles para los jóvenes que no pueden asistir a universidades tradicionales o escuelas vocacionales. Además, la pandemia de COVID-19 ha acelerado la tendencia hacia el trabajo remoto, lo que ha abierto oportunidades laborales para jóvenes que viven en localidades con limitadas oportunidades laborales.
De manera similar, la transición global hacia una economía verde crea nuevas oportunidades de trabajo ya que la demanda de empleos verdes en muchos países casi se ha duplicado en los últimos cinco años.
Sin embargo, muchos jóvenes, y especialmente las mujeres, corren el riesgo de quedarse al margen de estas oportunidades emergentes.
Desafortunadamente, una brecha significativa de habilidades entre los jóvenes en todo el mundo puede obstaculizar su capacidad para aprovechar estas oportunidades emergentes. Menos del 40% de los jóvenes de los países de ingreso altos y medio tienen el nivel mínimo de alfabetización digital. Este tipo de datos no están disponibles en la mayoría de los países de ingreso bajo y medio, donde las brechas de habilidades digitales son probablemente las más grandes (Figura 1).
Las mujeres jóvenes corren un mayor riesgo de desarrollar brechas de habilidades digitales. En todo el mundo, según datos disponibles, hay 327 millones menos usuarias mujeres de teléfonos inteligentes que pueden acceder a Internet. Las mujeres están subrepresentadas en las profesiones TIC y solo el 0,5 por ciento de las mujeres jóvenes, en promedio, desea convertirse en profesionales de las TIC, en comparación con el 5 por ciento de los hombres jóvenes.
Figura 1: Porcentaje de jóvenes que han alcanzado al menos un nivel mínimo de competencia en habilidades de alfabetización digital.
Además, la pandemia de COVID-19 causó graves retrocesos en el desarrollo humano de los jóvenes, lo que exacerbó sus brechas de habilidades, especialmente entre los jóvenes económicamente desfavorecidos.
Los datos globales muestran que siete de cada 10 jóvenes en todo el mundo no tienen un acceso adecuado a educación u oportunidades de empleo conducentes a un desarrollo favorable de habilidades. Este fenómeno es particularmente agudo en los países de bajo y mediano ingreso, especialmente en América Latina, el sur de Asia y el África subsahariana. Los jóvenes que no adquirieron suficientes habilidades durante sus años de educación básica, que representan aproximadamente 6 de cada 10 jóvenes en países bajos y medios, son particularmente vulnerables a sufrir estancamiento en su desarrollo de habilidades, según las estimaciones disponibles.
Las políticas de desarrollo de la fuerza laboral pueden impulsar el éxito de los jóvenes en la transición digital y verde.
Mejorar las habilidades de los jóvenes para que puedan sacar provecho de las transiciones digital y verde requiere una combinación de soluciones y un enfoque sostenido.
- Primero, los gobiernos deben revisar su gasto público, que por lo general no invierte lo suficiente en los jóvenes. De hecho, la mayoría de los países canalizan el gasto público a la población de la tercera edad (más de 60 años) y a los niños menores de 15 años. Si bien estas tendencias reflejan obligaciones fiscales en pensiones e inversiones en educación primaria, es fundamental abrir un espacio fiscal adecuado, y fomentar una mejor colaboración con el sector empresarial, para invertir en las habilidades y la productividad de jóvenes y adultos, que son el motor principal de la fuerza laboral y los principales contribuyentes al fisco.
- En segundo lugar, es imperativo mantener los esfuerzos para cerrar las brechas digitales, especialmente entre las mujeres jóvenes. Los gobiernos deben continuar invirtiendo en infraestructura para garantizar que Internet de alta velocidad esté disponible en las comunidades rurales y de bajos ingresos. Además, los gobiernos y los proveedores de servicios de Internet deben desarrollar programas capaces de brindar acceso asequible a Internet a hogares de bajos ingresos y dispositivos asequibles como computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes.
- En tercer lugar, los programas de desarrollo de la fuerza laboral juvenil deben reforzar las habilidades fundamentales de los jóvenes, como la lectura, las matemáticas, las competencias socioemocionales y la alfabetización digital. Estas habilidades son transversales, duraderas y ayudan a los jóvenes a adaptarse a las nuevas tecnologías y a beneficiarse de las oportunidades digitales existentes para la formación y el empleo digital.
- En cuarto lugar, los programas de educación postsecundaria (programas de formación técnica y tecnológica, educación superior, y formación para trabajo) deben priorizar el desarrollo de las habilidades digitales de los estudiantes y las habilidades exigidas para la transición verde. Las prioridades incluyen (i) capacitar a los jóvenes para que aprovechen las herramientas y plataformas digitales disponibles para la educación y el empleo, (ii) mejorar la oferta académica de programas STEM y TIC, (iii) desarrollar nuevos programas y planes de estudio relevantes para la economía verde; e (iv) invertir en investigación e innovación para fomentar el crecimiento de las economías digitales y verdes. Además, las instituciones educativas deben superar los desafíos pedagógicos intrínsecos del aprendizaje híbrido/en línea.
- Finalmente, los gobiernos deben cerrar las brechas de información sobre las habilidades digitales de los jóvenes, especialmente en los países de bajo y mediano ingreso. Los gobiernos deben priorizar los esfuerzos para realizar evaluaciones para identificar las brechas de habilidades digitales. Estos datos permitirían un diagnóstico preciso de las brechas de habilidades de los jóvenes, desarrollar intervenciones para cerrarlas y monitorear progreso. También será necesario que los sistemas educativos y los mercados laborales desarrollen marcos accesibles para reconocer y certificar las competencias digitales de los trabajadores.
Con el apoyo de la Fundación Mastercard, el Banco Mundial está desarrollando un programa para monitorear la oferta y la demanda de habilidades digitales en África subsahariana. El programa tiene como objetivo desarrollar, entre otras actividades, un marco de habilidades digitales para África y un examen de uso abierto que los gobiernos y las instituciones educativas podrán usar para evaluar las habilidades digitales de los estudiantes y profesores africanos.
En resumen, la transformación digital y verde son cruciales para construir una política de desarrollo de juventudes equitativa y sostenible. Tener jóvenes equipados con las habilidades para aprovechar la transición digital y verde contribuirá seguramente a crear un futuro mejor para todos.
Únase a la conversación