En las dos últimas décadas, el desarrollo infantil temprano (DIT) se ha convertido en una importante prioridad política pública en la agenda mundial en torno al desarrollo humano. Los estudios sugieren que la mejora de las primeras experiencias en el hogar de los niños y en su aprendizaje formal puede tener efectos a largo plazo en sus resultados académicos y a lo largo de la vida; esto estudios han motivado un aumento en la atención y el financiamiento de programas y políticas pública diseñados para ayudar a los niños y a sus familias a alcanzar su potencial de desarrollo. Sin embargo, estas inversiones deben ir acompañadas de más y mejores datos sobre el desarrollo infantil temprano y sobre lo que funciona para apoyar a los niños, especialmente en países de ingresos bajos y medios.
El monitoreo de objetivos y metas de políticas públicas, el estudio de efectos de las políticas e intervenciones en DIT, así como la comprensión y evaluación del estado de desarrollo de cada niño requieren herramientas de medición validas y confiables que produzcan datos motiven a la acción. En el pasado, estas actividades de medición del DIT se llevaban a cabo principalmente en países de ingresos altos y, por lo tanto, las herramientas utilizadas para medir el DIT han procedido tradicionalmente de países de ingresos altos y han sido validadas para su uso con niños de esas poblaciones. Para hacer frente a esta falta de herramientas de medición, en los últimos 20 años han proliferado docenas de instrumentos diseñados para medir DIT y sus determinantes pensados para países y contextos de ingresos bajos y medios. Catálogos especializados de herramientas de medición de DIT utilizadas en estos países se pueden encontrar en recientes revisiones sistemáticas de la literatura y reportes para usuarios y encargados de política pública.
A medida que crece el panorama de las herramientas de medición del DIT, es importante recordar que no existe una herramienta única que se adapte a todos los contextos, poblaciones objetivo y propósitos de medición. Así, los usuarios de estas herramientas de medición se enfrentan a una gran variedad de opciones y pueden quedarse con la pregunta " ¿Qué herramienta es la adecuada para mis objetivos de medición? ". Para abordar esta compleja cuestión, el Banco Mundial ha publicado recientemente una breve nota orientativa de corte no técnico, Preguntas orientadoras para elegir las herramientas adecuadas para medir los resultados de la primera infancia: ¿Por qué, Quién, Qué y Cómo?. Esta nota está disponible en árabe, español, francés e inglés.
Esta nota guía a los usuarios a través de las preguntas importantes que deben responderse para seleccionar una herramienta de medición de DIT. Sólo después de definir el objetivo de la medición, la población de interés, los dominios de desarrollo a medirse y las consideraciones prácticas de la recopilación de datos, los usuarios pueden asegurarse de seleccionar una herramienta adecuada para su uso. El documento guía a los usuarios a través de estas decisiones mediante un proceso paso a paso centrado en cuatro preguntas críticas:
1) Aclarar el propósito de la medición: el "por qué".
Definir claramente por qué se miden aspectos importantes de la primera infancia y el uso previsto de los datos es el paso más importante a la hora de seleccionar una herramienta de medición. Las herramientas pueden diseñarse para diversos fines, como el seguimiento a nivel de población, la identificación de niños con riesgo de retraso en el desarrollo, la generación de retroalimentación constructiva a estudiantes y ajustes a la instrucción en el aula por parte de docentes, o la evaluación de la eficacia de una intervención o política pública. Una discordancia entre una herramienta y su propósito de medición puede conducir a un uso inválido de los resultados o a un gasto ineficiente de recursos financieros y de tiempo. Esto podría ocurrir, por ejemplo, si se utiliza una medida de resultados a nivel de población para decidir si un niño está preparado para la educación preescolar. Dado que las medidas a nivel de población son intrínsecamente imprecisas, no captan suficientes detalles para tomar decisiones individuales.
2) Identificar la población de interés: el "quién".
Una vez definido el propósito de la medición, los usuarios deben definir "quién" es la población de interés. La mayoría de los expertos coinciden en que la primera infancia abarca de los 0 a los 8 años, pero la mayoría de las herramientas sólo se centran en una franja de edad limitada dentro de este rango de edad. Al definir la población de interés, los usuarios también deben decidir si desean evaluar la distribución general del desarrollo en una población o centrarse en una subpoblación de niños con riesgo de retraso en su desarrollo. Por último, dependiendo de sus necesidades de información, los usuarios deben considerar si desean utilizar una medida global que capte habilidades universales, no específicas de una cultura, como las incluidas en los Elementos Fundamentales para la Medición del Desarrollo de la Primera Infancia del Banco Mundial, o una medida más cercana en términos cultural, lingüístico o geográfico a la población de interés.
3) Determinar los dominios de desarrollo infantil a medir: el "qué".
Una vez definidos el "quién" y el "por qué", los usuarios deben definir los dominios de desarrollo que deben medirse. Estos dominios pueden incluir elementos centrados en las capacidades cognitivas, lingüísticas, psicomotoras y socioemocionales que los niños desarrollan a lo largo del tiempo. La mayoría de las herramientas de medición pueden ser "amplias pero superficiales" y captar múltiples dominios del DIT a un nivel superficial, o "detalladas pero exhaustivas", concentrando la información en un área específica del desarrollo.
4) Considerar las realidades logísticas de la recolección de datos: el "cómo".
Responder a las preguntas anteriores permite al usuario definir qué datos se recopilan, para quién y con qué fin. Sin embargo, una dimensión que a menudo se pasa por alto son las consideraciones prácticas en torno al modo en que se recopilarán los datos. Por lo general, las evaluaciones se administran directamente a través de un encuestador capacitado que hace participar al niño en una serie de actividades estandarizadas, o indirectamente a través de una entrevista con un adulto que conoce bien al niño, que suele ser su cuidador o docente. La estrategia de muestreo del estudio, la cantidad de tiempo y los recursos financieros y humanos asignados a la recogida de información sobre los resultados del DIT suelen influir en la viabilidad de estos enfoques alternativos.
Cada situación de medición es única. Teniendo esto en cuenta, la nota de orientación revisa cinco usos comunes de las mediciones de DIT y cómo estos criterios guían las respuestas a las preguntas subsequentes.
Decidirse por una herramienta de medición requiere a menudo equilibrar un enfoque de medición idealizado con lo que es práctica y logísticamente posible. El equipo de medición de DIT del Banco Mundial espera que los usuarios potenciales de las mediciones de DIT encuentren en la nota orientativa un marco útil que les guíe para responder a las preguntas "por qué", "quién", "qué" y "cómo" que ayudan a definir la búsqueda.
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