Robots: ¿Qué pueden hacer los trabajadores para protegerse de la automatización?

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"El desarrollo completo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la especie humana". Cita de Stephen Hawking.
foto por Dick Thomas Johnson/ CC BY

Stephen Hawking advirtió que la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana. (i) El desarrollo de máquinas inteligentes supondría una grave amenaza para la humanidad. En algún momento del futuro cercano, se prevé que la inteligencia de las máquinas superará a la inteligencia humana, un punto en el tiempo conocido como “la singularidad”. Ya sea que el aumento de las máquinas represente o no una amenaza existencial para la humanidad, hay un problema más mundano: se está usando la robótica para automatizar la producción. En Japón existen más de 300 000 robots industriales en funcionamiento y otros 200 000 en América (i) del Norte. Algunas personas ven esto como una amenaza para el empleo.

 
En una reciente conferencia sobre habilidades organizada por CEDEFOP, (i) el organismo de la Unión Europea que apoya el desarrollo de las políticas de educación y formación profesional, el tema del día fue el desajuste de las competencias. Richard Freeman (i) argumentó que los robots pueden ser un sustituto de los trabajadores, incluso de los profesionales altamente calificados. También dijo que estos pueden mejorar el bienestar, aumentando nuestro tiempo de ocio.
 
La manera en que estas nuevas tecnologías afectan el bienestar de los trabajadores y la desigualdad depende de quién sea su propietario. (i) A medida que las empresas sustituyan la actividad humana por máquinas y computadoras, los trabajadores deberán poseer parte del capital accionario de lo que los reemplaza para beneficiarse de estas nuevas tecnologías relacionadas con los “robots”.
 
 
La rentabilidad derivada de la educación sigue siendo alta
 
Hasta el día en que los robots asuman el control, o las políticas se actualicen, ¿qué pueden hacer los trabajadores para protegerse de la automatización?
 
En la actualidad, la rentabilidad derivada de la educación es alta, proporcionando suficiente justificación para que las personas y los Gobiernos inviertan en la enseñanza. La tasa mundial promedio de rentabilidad de la inversión en un año adicional de escolarización es del 10 % (PDF, en inglés) y se observan altos beneficios sociales (PDF, en inglés) derivados de la educación primaria.
 
La alta rentabilidad privada, especialmente a nivel de la educación superior, indica que la inversión vale la pena para el individuo y que no se necesitan tanto las subvenciones públicas. Sin embargo, es difícil obtener préstamos para educación y existen beneficios sociales asociados con la educación superior. Por lo tanto, se justificaría un cierto nivel de intervención del sector público.
 
La brecha en los ingresos y la rentabilidad entre la educación secundaria y la educación superior nunca ha sido mayor en el mundo. Por otra parte, el alto costo de la educación secundaria profesional y técnica pone la rentabilidad social de la educación profesional por debajo de la rentabilidad de la educación secundaria académica. Dada la demanda cada vez mayor de habilidades, ¿qué está pasando?
 
La escuela secundaria proporciona un “valor de opción de la educación secundaria” para los graduados, permitiéndoles continuar su educación. Por lo tanto, muchos de los graduados de secundaria más brillantes estudian en la universidad. Pero también podría ser el caso de que las habilidades enseñadas en las escuelas secundarias de formación profesional típicas no sean las que los empleadores buscan en el mercado laboral de hoy en día.
 
Ampliar la educación superior, pero no olvidar la equidad
 
La alta rentabilidad indica que tiene sentido expandir las oportunidades de educación superior, siempre y cuando la ampliación se base en gran medida en la eficiencia y la equidad. La mejor estrategia para ampliar la educación superior no implica pasar los costos al contribuyente general. Es mucho mejor usar los futuros ingresos para financiar la educación actual. Lea más sobre esto en mi blog anterior. (i)
 
Habilidades necesarias para aumentar la productividad y la inserción laboral
 
Las habilidades son importantes para una mayor productividad y el crecimiento económico de los países. A veces se argumenta que, a pesar de la expansión del acceso a la educación en las últimas décadas, los efectos sobre la productividad y el crecimiento son pequeños. Esto podría ser un problema de medición, o ser un problema de oferta –competencias de mala calidad o irrelevantes entregadas en las escuelas e instituciones de formación– o una restricción de la demanda.
 
Pese a los altos niveles de desempleo en algunos países, hay una prima por nivel de calificación cada vez mayor, lo que indica que la demanda de competencias está aumentando. En algunos países, las tasas de desempleo entre los trabajadores calificados son altas.
A medida que las economías se desarrollan, las habilidades que se necesitan son diferentes. En Estados Unidos, ya ha quedado demostrado que la demanda de trabajo manual y trabajo cognitivo rutinario ha ido disminuyendo de manera constante desde la década de 1980, cuando la rentabilidad derivada de la educación y la desigualdad de los ingresos comenzaron a subir, (i) mientras la demanda de mano de obra analítica no rutinaria e interactiva ha aumentado. También hay un rápido incremento del número de empleos que requieren habilidades sociales. (i)
 
¿Cuáles cree Ud. que son las habilidades que se necesitan para aumentar la productividad y la inserción laboral? ¿Qué podría hacer que los trabajadores fueran inmunes a la automatización en el futuro?
 
Es evidente que, para muchos países en desarrollo, los conocimientos básicos son fundamentales. La fluidez de la lectura en la primera infancia es de suma importancia. Después de todo, “el aprendizaje engendra aprendizaje” como dice James Heckman (i) y el área para comenzar es el desarrollo en la primera infancia. (i)
 
Hay también pruebas claras de que las aptitudes de comportamiento –como el trabajo en equipo, la diligencia, la creatividad, el espíritu empresarial– son esenciales para prosperar en las actuales economías globalizadas en rápida evolución e impulsadas por la tecnología.
 
Llega la automatización
 
Entonces, ¿cómo tener éxito en el mercado laboral y en medio de la singularidad que se avecina? Invertir temprano, y luego invertir en las habilidades pertinentes. Podría resumirse que las competencias pertinentes incluyen: (i)
 
  • Habilidades de resolución de problemas, capacidad de pensar críticamente y analizar;
  • Habilidades de aprendizaje, capacidad de adquirir nuevos conocimientos;
  • Habilidades de comunicación, incluyendo la lectura y la escritura;
  • Habilidades personales para la autogestión, teniendo un buen criterio, y gestionando riesgos, y
  • Habilidades sociales para colaborar, motivar a otros en un equipo, manejar relaciones con los clientes, ejercer liderazgo, resolver conflictos, y crear redes sociales.
 
Puede que no sea suficiente para los países tener solo las aptitudes adecuadas; también importa tener un mercado laboral que promueva la búsqueda y el uso de esas habilidades.
 
Para conseguir mayor información sobre este tema, consulte el Informe sobre el desarrollo mundial 2016: Dividendos digitales, (i) publicado por el Banco Mundial, que estudia el impacto de las tecnologías digitales en el crecimiento económico, las oportunidades sociales y económicas, y la eficiencia en la prestación de los servicios públicos.
 
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Autores

Harry A. Patrinos

Gerente de prácticas, Educación, Banco Mundial

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