Un enfoque en mejorar la experiencia de aprendizaje en el aula

Cada niña y niño debe tener acceso a una experiencia de aprendizaje en el aula que sea de alta calidad, alegre, transformadora y los prepare para la vida. Esto no está sucediendo.

La pandemia exacerbó la crisis mundial del aprendizaje, y se estima que el 70% de los niños y niñas en países de ingresos bajos y medianos ni siquiera puede leer un texto simple a los 10 años. La necesidad de recuperar y acelerar el aprendizaje es urgente. La crisis de aprendizaje se puede resolver. Sabemos cómo hacerlo, utilizando enfoques basados en la ciencia que mejoran la calidad de la enseñanza y los resultados del aprendizaje.

Políticas para impulsar la recuperación del aprendizaje

En 2022, el Banco Mundial en conjunto con otras organizaciones publicó el Marco RAPID, un menú de políticas para impulsar la recuperación y aceleración del aprendizaje, llamado así por sus siglas en inglés. Este menú de políticas incluye llegar a todos los niños y niñas y mantenerlos en la escuela; evaluarel aprendizaje midiendo los resultados para monitorear progreso; priorizar la enseñanza de los aprendizajes fundamentales en lugar de pretender cubrir todo el plan de estudios; incrementar la eficiencia de la instrucción en el aula; y desarrollar la salud psicosocial y el bienestar.

Incrementar la eficiencia de la instrucción, la "I" dentro del marco RAPID, está en el centro de la recuperación y aceleración del aprendizaje a corto plazo. Todos los elementos del marco son necesarios, pero es lo que sucede en el aula, y específicamente las interacciones entre el docente y los estudiantes, lo que impulsa el aprendizaje. El eje central es un docente con todas las herramientas y el apoyo necesarios, y con el claro entendimiento de que cada estudiante debe aprender, y ninguno debe terminar la educación primaria sin, al menos, la habilidad de leer con comprensión.

Los programas de pedagogía estructurada equipan a los docentes con herramientas probadas

Uno de los enfoques más efectivos para mejorar la eficiencia de la instrucción es un paquete de intervenciones frecuentemente conocido como pedagogía estructurada, que consiste en varios componentes bien organizados que trabajan juntos para equipar a los docentes con objetivos de aprendizaje claros y alcanzables que cada estudiante debe lograr, con métodos y recursos pedagógicos probados basados en evidencia, y con formación práctica para fortalecer su enseñanza en el aula. Sus elementos clave son:

1. Proporcionar a los docentes guías que consistan de planes de lecciones estructurados, alineados con los materiales de aprendizaje de los estudiantes, que brinden orientación paso a paso sobre cómo enseñar cada lección para lograr los objetivos de aprendizaje específicos en la secuencia correcta. Los planes de lecciones incluidos dentro de las guías se pueden diseñar a lo largo de un continuo entre completamente guionados hasta estructurados. En algunos casos, el docente los seguirá de cerca, para otros docentes, las guías servirán más como un apoyo adicional—lo importante es que el docente las utilice en la forma que le sea útil.
2. Brindar apoyo a los docentes a través de formación que ayude a los docentes a aprender, comprender y practicar la enseñanza con los planes de lecciones. Como en muchas otras profesiones y habilidades, se mejora practicando, por lo que los docentes deben poder ver los planes de lecciones en acción y practicar utilizándolos.
3. Proporcionar asesoría pedagógica individualizada de forma continua para ayudar a los docentes a mejorar su uso de los planes de lecciones. Idealmente, esto incluye una observación en el aula, seguida de una sesión de asesoría pedagógica donde se discute el desempeño del docente y reciben retroalimentación.

Intervenciones que utilizan este enfoque de pedagogía estructurada han sido rigurosamente evaluadas. Por ejemplo, evaluaciones de programas con enfoques de pedagogía estructurada en Brasil, Kenia, Gambia y Sudáfrica han mostrado mejoras en los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Un metaanálisis de 216 intervenciones para mejorar el aprendizaje de los estudiantes en países de ingresos bajos y medianos encontró que los enfoques de pedagogía estructurada "tuvieron los efectos positivos más grandes y consistentes en la mejora de los resultados del aprendizaje". El Panel Asesor de Evidencia de Educación Global (GEEAP por sus siglas en inglés) ha identificado "pedagogía estructurada" y "enseñanza en el nivel correcto" como "Compras inteligentes",intervenciones que están respaldadas por un sólido cuerpo de evidencia y también son altamente costo-eficientes.

El apoyo del Banco Mundial a programas de pedagogía estructurada

El Banco Mundial ya está trabajando con ministerios de educación de numerosos países para desplegar este paquete de intervenciones.

• En Colombia, por ejemplo, el programa Aprendamos Todos a Leer proporciona materiales pedagógicos estructurados de lectura y escritura a docentes de nivel preescolar y primer grado. A los docentes también se les da asesoría pedagógica y apoyo para ayudarlos a usar estos materiales de manera efectiva. Evaluaciones han demostrado que el programa contribuye a mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
• En el estado de Edo (Nigeria),cada docente recibe planes de lecciones estructurados, y su uso se monitorea a través de una tableta que se actualiza regularmente. Las escuelas son visitadas con frecuencia por oficiales de desarrollo, quienes apoyan a los docentes realizando observaciones regulares en el aula y proporcionando asesoría individualizada.
• En Mozambique, el programa Aprender+ se enfoca en mejorar los resultados de lectura en los grados 1 y 2. Los docentes reciben guías con planes de lecciones estructurados, formación presencial, y asesoría pedagógica individualizada a lo largo del ciclo escolar. Aprender+ se ampliará a nivel nacional a través del proyecto MozLearning.

Implementación y ampliación de programas de pedagogía estructurada

Implementar intervenciones de pedagogía estructurada no es sencillo, pero es posible. Primero, las guías con los planes de lecciones deben estar bien diseñadas y utilizadas con fidelidad. Los docentes deben evaluar constantemente el aprendizaje de sus estudiantes y continuar con la secuencia de las lecciones solo cuando los estudiantes hayan dominado el contenido previo. Los docentes pueden agrupar a los estudiantes para apoyar a los que requieren de más apoyo. Los docentes deben reconocer las sesiones de asesoría pedagógica como un espacio para el crecimiento profesional, no como un espacio para ser juzgado o evaluado. En segundo lugar, los programas de pedagogía estructurada deben implementarse a escala, en miles de aulas. Esto requiere de un sistema, desde el nivel local hasta el nivel nacional, que genere las condiciones adecuadas en las escuelas: un directivo escolar que apoya a los docentes y facilita la formación continua; autoridades educativas locales que supervisan la implementación y se aseguran de que las escuelas tienen todos los insumos necesarios; y un ministerio que diseñe e implemente todo el sistema, y mantenga a todos los actores responsables por la entrega de resultados.

Existen enfoques basados en la evidencia para mejorar el aprendizaje, y pueden ayudar a resolver la crisis del aprendizaje. El desafío es implementar a escala. Eso no es fácil, pero las múltiples historias de éxito en todo el mundo demuestran que es posible.