Al visitar los proyectos del Banco Mundial en Honduras, impresiona la belleza del país: desde las playas de aguas cristalinas en la costa caribeña y sus exuberantes paisajes de selva tropical, hasta los sitios históricos y culturales influenciados por tradiciones indígenas y afrocaribeñas. Sin embargo, Honduras es el segundo país más afectado por eventos climáticos extremos de acuerdo con el Índice de Riesgo Climático Global . Estos recursos naturales se ven continuamente amenazados por fenómenos del clima como indica el Informe sobre Clima y Desarrollo de Honduras publicado por el Banco Mundial.
Un ejemplo reciente es el impacto causado por los huracanes Eta e Iota, de categoría 4, en 2020, que ocasionaron lluvias e inundaciones severas, con consecuencias para 4,7 millones de personas, casi la mitad de la población . Además, los efectos de la pandemia de la COVID-19 intensificaron desafíos sociales y económicos ya existentes, ocasionando mayores impactos en zonas con altas concentraciones de pueblos indígenas y afrohondureños. Los costos sociales y económicos se estimaron en USD 1800 millones, equivalente al 7,5 % del Producto Interno Bruto de 2020, debido a los daños a infraestructura, tierras y cultivos.
De no implementarse medidas frente al cambio climático, la economía del país se verá afectada. El análisis del informe indica que las inundaciones, vendavales y terremotos podrían generar una pérdida del 5,4 % del PIB anual para 2050 . Estos fenómenos podrían reducir las cosechas de café, maíz, frijol y caña de azúcar, que representan cuatro de los cinco principales cultivos del país. El 30 % de los hondureños trabaja en el sector agrícola, por lo que esto podría traducirse en la pérdida de miles de empleos. Los estudios prevén que se podría llegar a superar la cifra de cinco millones de personas viviendo en situación de pobreza en el año 2050.
Una luz en el horizonte climático
Ante un escenario en el que las proyecciones indican que los fenómenos climáticos serán más frecuentes e intensos, aún hay esperanza. La contribución determinada a nivel nacional (CDN) de Honduras al Acuerdo de París, actualizada en 2021, promueve el desarrollo de acciones para mitigar y adaptar los impactos y efectos del cambio climático y promover el desarrollo sostenible.
Estas acciones contemplan mejoras sobre diversos sectores como la biodiversidad, los recursos hídricos o energéticos, que pueden contribuir a la generación de empleos verdes, la reducción de costos derivados de la eficiencia energética, una mejor calidad del aire y una mayor resiliencia de los sistemas naturales y productivos, entre otros.
Sin embargo, estos compromisos para implementar la CDN de Honduras enfrentan importantes desafíos. Para brindar apoyo a los países en la definición, actualización y aplicación de sus CDN, el Banco Mundial diseñó un documento llamado Informe sobre Clima y Desarrollo, en el que se exponen formas concretas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar las metas climáticas e incluye un diagnóstico que ayude a impulsar los objetivos de desarrollo del país.
Oportunidades para un desarrollo con bajas emisiones de carbono
El Informe sobre Clima y Desarrollo de Honduras plantea oportunidades de mejora en áreas como la gestión de recursos naturales, la implementación de prácticas agrícolas que aumenten la productividad y reduzcan la deforestación, el desarrollo de infraestructura de transporte y fuentes de energía renovables como la eólica y solar.
El informe también destaca que las estrategias y políticas se deben diseñar con un enfoque centrado en las personas para garantizar la inclusión. Los grupos históricamente excluidos, como las mujeres, los pueblos indígenas y los afrodescendientes, sufren más las consecuencias de fenómenos relacionados con el cambio climático, especialmente aquellos que dependen de la agricultura y otros recursos naturales para subsistir. Esto restringe el acceso a infraestructuras de calidad, redes de seguridad social y espacios de toma de decisiones.
Recomendaciones para un futuro más resiliente y verde
Honduras ya ha avanzado en la gestión de los impactos del cambio climático. Sin embargo, el análisis del informe concluye que, si bien ha habido mejoras importantes en el marco legal y de políticas, es necesario continuar los esfuerzos de integración de los planes operativos de las agencias implementadoras y asignaciones presupuestarias .
Las políticas de adaptación y mitigación deben considerar los impactos diferenciados del cambio climático en los grupos excluidos y explorar oportunidades de acciones climáticas lideradas localmente. Las prioridades de políticas sectoriales que recomienda el Informe sobre Clima y Desarrollo de Honduras son:
- Promoción de la productividad y resiliencia agrícola incluyendo prácticas de paisaje sostenibles
- Sistemas de transporte con bajas emisiones de carbono y resilientes al clima
- Desarrollo de reformas para mejorar la eficiencia energética como la promoción de inversiones en energía hidroeléctrica
Descarga el nuevo Informe sobre Clima y Desarrollo de Honduras aquí para acceder al análisis completo.
Para recibir artículos semanales, suscríbete aquí
Artículos relacionados
Únase a la conversación