La afroargentinidad: vivita y coleando

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Afrodescendientes argentinos durante las consultas. Leandro Hernández/Banco Mundial. Afrodescendientes argentinos durante las consultas. Leandro Hernández/Banco Mundial.

Aunque los libros escolares no la mencionan, una de las heroínas de la gesta de la independencia argentina fue mujer y negra. María Remedios del Valle combatió en el Ejército del Norte y fue nombrada capitana por el general Manuel Belgrano. En 2013, el 8 de noviembre fue declarado Día Nacional de los Afroargentinos (Ley 26.852), para homenajearla en el día de su muerte y reconocer a una de las comunidades más invisibilizadas del país: la afroargentina. 

La lucha por la visibilización de los afroargentinos lleva más de dos siglos y solo recientemente ha comenzado a dar frutos. Existen muchos mitos sobre por qué “en la Argentina no hay negros”: murieron en las epidemias del siglo XIX; fueron exterminados en las guerras federales; huyeron al Brasil. Pero en el 2010 el censo incluyó por primera vez una pregunta sobre identidad etno-racial y unos 170 mil argentinos se identificaron como descendientes de la diáspora africana. 

Si bien el reencuentro con la diáspora africana sorprende en Argentina más que en otros países, pues la idea de Nación está aquí fuertemente asociada a la inmigración europea, lo cierto es que hasta hace solo dos décadas era poco lo que sabíamos sobre los afrodescendientes en toda Latinoamérica. Solo dos países reportaban sobre su población afro antes del 2000.

La idea de una Latinoamérica mestiza caló profundo en el imaginario regional, pero en el afán por enfatizar lo que nos hacía iguales, se descuidó  lo que nos diferenciaba. También se ocultaron las brechas entre poblaciones en áreas como salud, educación y el acceso al trabajo o la vivienda.

El estudio del Banco Mundial Afrodescendientes en Latinoamérica: Hacia un Marco de Inclusión afirma que 1 de cada 4 latinoamericanos se identifica a sí mismo como afrodescendiente . Desde los garífunas de Centroamérica hasta los pardos de Brasil o los negros de Argentina, los afrodescendientes de la región viven en condiciones muy distintas, pero comparten una historia de exclusión y discriminación. Tienen 2,5 veces más probabilidades de vivir en pobreza crónica; 2 veces más probabilidades de vivir en barrios informales o favelas; y son las principales víctimas del crimen y la violencia en la región (3 de cada 4 casos de homicidios en Brasil son de jóvenes afrodescendientes). 

La buena noticia es que hay progresos. Mas allá de la inclusión de las variables étnico-raciales en las estadísticas nacionales, que ahora son una norma,  la región ha aprobado legislaciones antirracistas, y algunos países han comenzado a implementar políticas de acción afirmativa, en reconocimiento de las condiciones desiguales con las que se insertan los afrodescendientes al mercado laboral y al sistema educativo. 

En el Banco Mundial, el nuevo Marco Ambiental y Social provee una plataforma para la inclusión de los afrodescendientes y otras minorías vulnerables.  En Argentina, el Proyecto de Mejora de la Inclusión en la Educación Secundaria y Superior concluyó recientemente la primera consulta a jóvenes afroargentinos para entender sus necesidades y desafíos especiales. 

Como resultado de estas consultas, se incluyeron políticas de acción afirmativa para aumentar el número de estudiantes afro que acceden a las becas PROGRESAR. También se está capacitando a los promotores de ASISTIRÉ, un programa de prevención del abandono escolar, para mejorar el acompañamiento a jóvenes afro a lo largo de su paso por la educación secundaria y terciaria. 

Estos cambios no se dieron de manera espontánea, sino que son el resultado de décadas de lucha de líderes afrodescendientes por mejorar los términos de su inclusión. Son ellos los que más han aportado para saldar la deuda de uno de los capítulos más terribles de la historia latinoamericana: la esclavitud y su legado de exclusión y miseria. 

Ojalá que este 8 de noviembre sirva no solo para celebrar que están ahí, vivos y coleando, sino que renueve el compromiso de todos por una Argentina más justa e inclusiva. 

Afrodescendientes en Latinoamérica

Autores

Santiago Scialabba

Especialista Sénior en Desarrollo Social

German Freire

Especialista sénior en desarrollo social, América Latina y el Caribe

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