La educación durante la primera infancia es fundamental. Existe evidencia internacional amplia sobre su contribución positiva a variables tales como el nivel de escolaridad o el nivel de ingreso cuando los niños y niñas se insertan en el mercado laboral como adultos. Plantar cimientos sólidos en los niños y niñas desde la primera infancia apoya el desarrollo sostenible de un país, además de promover la equidad.
En la última década, la República Dominicana ha incrementado en forma significativa sus inversiones públicas en la educación para la primera infancia. Esto se ha traducido en un aumento en el acceso a los servicios de atención a la primera infancia de 38% en el 2011 a 59% en el 2020. La calidad en la educación inicial actualmente es insignia en las políticas y reformas educativas en la región latinoamericana y el mundo.
El gran desafío para el país ahora es mantener un nivel mínimo de calidad y un aumento sostenido de la cobertura en los servicios de atención a la primera infancia que se ofrecen a las familias. Esta calidad es el producto de las prácticas pedagógicas que ocurren dentro de las salas de clase, ya que éstas son determinantes fundamentales para promover el aprendizaje de los niños y niñas.
Desde el 2015, el Gobierno de la República Dominicana ha trabajado en fortalecer su sistema nacional de medición de la calidad de educación de primera infancia (EPI), específicamente en la evaluación de la calidad de las prácticas pedagógicas en las salas que atienden a niños y niñas de 3 a 5 años. Como parte de este trabajo, el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI) con el apoyo del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE), llevó a cabo un piloto de observación en las salas de clase a través de la herramienta TEACH ECE, con apoyo del Banco Mundial.
Una herramienta para el futuro de la enseñanza
Teach ECE es un instrumento de observación de aula enfocado en los niños y niñas entre 3 y 6 años de edad. Esta herramienta fue desarrollada por el Banco Mundial y es gratuita, de libre acceso, y se puede llevar a escala nacional. Su objetivo principal es medir la calidad de los procesos educativos al interior de las aulas.
El diseño de la herramienta está basado en investigación sobre prácticas docentes de calidad a nivel internacional, y cada país ajusta el instrumento a su contexto cultural. Los resultados de la aplicación de TEACH ECE entregan un diagnóstico detallado sobre las actividades pedagógicas de los agentes educativos y puede usarse como un insumo para dar soporte al desarrollo profesional docente.
El proyecto fue ejecutado por colaboradores de INAIPI e IDEICE, quienes después de recibir capacitación realizaron la evaluación de las prácticas pedagógicas y elaboración de los informes de resultados, que incorporaban las áreas donde las prácticas pedagógicas necesitaban reforzarse.
Los resultados indicaron que las prácticas más efectivas se encontraban en el Ambiente de aprendizaje y las Expectativas positivas de comportamiento , mientras que las menos efectivas se encontraron en cómo el agente educativo y auxiliar educativo promueven Habilidades socioemocionales en los niños y niñas.
El proceso de aplicación de esta herramienta ha traído consigo reflexiones enriquecedoras y ha contribuido a crear un consenso de expertos de la primera infancia sobre la utilidad de herramientas de este tipo para monitorear la calidad de las actividades educativas en salas infantiles y para apoyar a los agentes educativos a mejorar sus prácticas pedagógicas.
Un aspecto fundamental para crear este consenso ha sido la realización de mesas de diálogo basadas en los resultados de la aplicación de TEACH ECE.
En abril de 2022, más de 40 hacedores de políticas públicas de primera infancia se reunieron para tratar el tema de la aplicación de esta herramienta durante los últimos tres años en el país y expresaron en forma unánime su valor para medir en forma precisa las prácticas pedagógicas, además de impulsar el desarrollo de los procesos de mejora continua en las salas.
Asimismo, se discutió la urgencia de abordar las habilidades socioemocionales de los niños, niñas y agentes y auxiliares educativas que han sido afectadas por la pandemia COVID-19 y que han afectado gravemente su bienestar integral. Esto visibiliza la necesidad, ahora más urgente, que las agentes educativas cuenten con sistemas de soporte adicional para mejorar sus prácticas pedagógicas.
*Agradecemos a Mónica Yañez-Pagans por su colaboración en la elaboración de este Blog.
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