Our study finds that young and adults with higher levels of socioemotional skills are more likely to be doing something to get ahead in the labor market in Colombia.
La pandemia de COVID-19 ha llevado a muchas empresas a la quiebra, a numerosos trabajadores a perder sus empleos y a los trabajadores informales a sufrir aún más. Nuestras habilidades para manejar los sentimientos, colaborar más y ser más perseverantes —es decir, nuestras habilidades socioemocionales— pueden ayudarnos a navegar mejor algunos de los aspectos emocionales turbulentos de esta crisis. Pero, ¿podrían también hacer una diferencia en la situación laboral de una persona?
Eso sugiere nuestro artículo publicado recientemente sobre cómo las habilidades socioemocionales de las personas se relacionan con sus logros en el mercado laboral en Colombia.
Habilidades socioemocionales y situación laboral en Colombia
Nuestro estudio revela que los jóvenes y adultos con niveles más altos de habilidades socioemocionales son más propensos a hacer algo para salir adelante en el mercado laboral en Colombia. Aquellos con los niveles más altos de habilidades socioemocionales (el 10% superior) tienen un 9 % más de probabilidades de estudiar, trabajar o buscar un trabajo que aquellos con niveles mucho más bajos (el 10% inferior). Esto sugiere que aquellos desempleados con mayores niveles de habilidades socioemocionales pueden ser más capaces de perseverar y eventualmente conseguir uno. O que aquellos que trabajan y tienen mayor incidencia de estas habilidades pueden ser más capaces de mantener sus trabajos.
Como es de esperar, les va mejor laboralmente a las personas con habilidades socioemocionales más altas porque esas habilidades están relacionadas con mayores logros educativos: las personas con habilidades socioemocionales más altas tienen un 16 % más de probabilidades de haber asistido a la educación terciaria y universitaria.
Pero nuestros resultados sugieren que las habilidades socioemocionales importan más allá de la educación, siendo útiles en sí mismas para trabajar y buscar empleos. Incluso cuando se considera a personas con niveles similares de educación, el vínculo entre las habilidades socioemocionales y los resultados positivos en el mercado laboral sigue siendo casi el mismo. Efectivamente, otro estudio también muestra que los estudiantes que tienen los mismos títulos de educación terciaria pero tienen habilidades socioemocionales más altas ganan más salario en Colombia.
Es decir que, en lugar de ser sustitutos, las habilidades cognitivas (habilidades mentales) y las habilidades socioemocionales funcionan mejor asociándose y retroalimentándose. Las personas con niveles más altos de ambos tipos de habilidades tienen mejores resultados en materia laboral que aquellas que tienen los niveles más altos en un tipo u otro, incluyendo ser más propensos a tener un trabajo formal o empleos de más alta calificación y remuneración.
La siguiente figura muestra que aquellos en los niveles superiores de ambos tipos de habilidades (en el décimo decil, la punta superior más roja) están prácticamente todos estudiando, trabajando o buscando un trabajo, un 25 % más probable que los de los niveles inferiores de ambos (el primer decil, la punta inferior más azul).
Figura 1. Habilidades cognitivas y socioemocionales más altas están asociadas con una mayor probabilidad de trabajar, buscar un trabajo o estudiar en Colombia (2012)
Desafortunadamente, nuestro estudio no puede descartar que los mejores resultados laborales también influyan en el desarrollo de habilidades más altas y, por lo tanto, tal vez sobreestime la influencia de las habilidades en los resultados. Dicho esto, nuestra conclusión de que las habilidades socioemocionales están vinculadas con una mejor situación en el mercado laboral en Colombia es consistente con otros estudios que se han centrado principalmente en los países de altos ingresos.
Aprendizaje socioemocional para hoy y mañana
Si las habilidades socioemocionales parecen ayudar a las personas a encontrar y mantener buenos trabajos, ¿qué tipo de políticas pueden fomentarlas?
Dado que el desarrollo socioemocional es un proceso acumulativo, aprenderlos explícita y continuamente desde la primera infancia y en la escuela es ideal. Todos los niños ya las practican en sus relaciones y en las situaciones que enfrentan, pero programas específicos pueden ayudar a fomentarlos en la escuela. Cuando las escuelas reabran después que pase lo peor de la pandemia, tales programas pueden ayudar a los estudiantes a recuperarse de sus pérdidas de aprendizaje y su falta de socialización.
Lamentablemente, las investigaciones sobre cómo ayudar a los adultos a adquirir más de estas habilidades son más escasas. Una forma es incluir su desarrollo continuo como parte de una formación profesional. Si bien este tipo de programas ha mostrado resultados magros en los pocos países para los que existe evidencia (aquí y allá [en libre acceso], por ejemplo), el programa insignia de empleo juvenil de Colombia, Jóvenes en Acción, que combina talleres socioemocionales con capacitación profesional en la escuela y en el trabajo, incrementó los ingresos de los beneficiarios y su probabilidad de tener un empleo formal persistentemente nueve años después de la graduación del programa. Un experimento reciente con un programa similar en Cali, Colombia, muestra que el componente que se enfoca en el desarrollo de habilidades sociales ayudó particularmente a los beneficiarios a encontrar más trabajos formales, a incrementar las horas trabajadas, y con mejores salarios un año y medio después de la capacitación.
Es importante remarcar que el fomento a las habilidades socioemocionales no creará por sí mismo puestos de trabajo. Pero seguramente podrá ayudar a los trabajadores, a las personas que buscan trabajo y a los niños a hacer frente a los tiempos difíciles que enfrentamos, tanto emocional como económicamente.
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