Las inundaciones son uno de los peligros más comunes y graves que alteran la vida y los medios de subsistencia de las personas en todo el mundo. A menudo causan sufrimientos y daños enormes, especialmente en los países de ingreso bajo, donde los sistemas de infraestructura, incluidos los de drenaje y protección contra inundaciones, suelen estar menos desarrollados. Si bien el riesgo de inundaciones afecta a países de todos los niveles de desarrollo, la gran mayoría de las personas expuestas a inundaciones en el mundo (el 89 %) vive en países de ingreso bajo y mediano. Cabe destacar que no solo las inundaciones de gran magnitud (más infrecuentes), sino también los acontecimientos frecuentes de menor envergadura pueden revertir años de avances en el desarrollo y la reducción de la pobreza.
A partir de los mapas de alta resolución más recientes de riesgo de inundaciones (i) y población (i), así como de las estimaciones de pobreza extraídas de la Base de Datos de Seguimiento Mundial del Banco Mundial, que incluye encuestas de hogares armonizadas, estimamos que en todo el mundo, 1470 millones de personas están directamente expuestas al riesgo de inundaciones intensas, y más de un tercio de ellas (casi 600 millones) son pobres.
A continuación se exponen tres hallazgos clave:
1. En todo el mundo, el grado de exposición al riesgo de inundaciones es significativo.
Alrededor de 2200 millones de personas (es decir, el 29 % de la población mundial) viven en sitios que, según las estimaciones, experimentarán cierto nivel de anegamiento durante una inundación con un período de retorno de 100 años. Tal evento tiene un 1 % de probabilidades de ocurrir en un año dado, lo que se traduce en una probabilidad del 10 % en una década o del 50 % en una vida (68 años). Cerca de 1470 millones de personas (el 19 % de la población mundial) están expuestas de manera directa al riesgo de sufrir inundaciones de más de 0,15 metros de altura. Asimismo, para más de la mitad de esta población, las inundaciones podrían ser aún peores y alcanzar niveles potencialmente mortales, en especial entre los niños y los discapacitados.
2. El riesgo de inundaciones alcanza a todo el mundo, pero Asia oriental y Asia meridional podrían llevar la peor parte.
El riesgo de inundaciones es una amenaza casi universal: la población no está segura en ninguno de los 189 países examinados. Sin embargo, el número de personas en peligro es particularmente alto en Asia meridional y oriental. Estas regiones albergan a la mayoría de las personas expuestas al riesgo de inundaciones (alrededor de 1360 millones): tan solo China (329 millones) e India (225 millones) representan más de la tercera parte. Esto se explica por el hecho de que varias zonas de gran extensión densamente pobladas están ubicadas en regiones con alto riesgo de inundaciones, como las áreas costeras o las llanuras fluviales bajas (por ejemplo, a lo largo de los ríos Mekong, Brahmaputra o Irawadi).
3. Cuando la exposición a las inundaciones y la pobreza coinciden, el riesgo para los medios de subsistencia se agrava.
Las consecuencias más devastadoras a largo plazo de las inundaciones a menudo recaen en los hogares más pobres (i), aquellos que prácticamente no tienen ahorros y cuyo acceso a los sistemas de apoyo es limitado. Si se considera la dimensión de la pobreza, se pueden identificar los sitios donde las inundaciones causarán efectos adversos prolongados sobre los medios de subsistencia y el bienestar. Según esta medición, los países de África al sur del Sahara enfrentan la amenaza más grave: estimamos que de los 171 millones de personas expuestas al riesgo de inundaciones en esta región, al menos 71 millones viven en la pobreza extrema (es decir, con menos de USD 1,90 al día). A nivel mundial, 587 millones de personas pobres están expuestas al riesgo de inundaciones, de las cuales 132 millones viven en la pobreza extrema.
Cabe señalar que el nivel de ingresos es un indicador relativamente confiable de la capacidad de las personas para mitigar y enfrentar las inundaciones y recuperarse de ellas (i). Por ejemplo, si bien gran parte de la población de los Países Bajos vive en zonas de riesgo de inundaciones, las inversiones a gran escala destinadas a construir infraestructura de protección contra inundaciones le han permitido mitigar los riesgos. Del mismo modo, tras un desastre, es más probable que las poblaciones de Canadá o Japón expuestas a inundaciones tengan acceso a sistemas de apoyo gubernamental de implementación rápida, en comparación con los habitantes de Malawi o Bangladesh. Por lo tanto, es necesario fortalecer con mayor urgencia la capacidad de prevención de desastres y de recuperación posterior en los lugares donde se superponen la pobreza y la exposición al riesgo de inundaciones.
Los cambios constantes en los riesgos exigen actuar con urgencia
Los riesgos de inundaciones están en constante evolución. Hay evidencias (i) que indican que el proceso de urbanización costera acelera el aumento del riesgo de inundaciones. Dado que las áreas seguras ya están ocupadas, los nuevos asentamientos y desarrollos se establecen con mayor frecuencia en zonas de alto riesgo. Por otro lado, en vista de que la planificación espacial y las inversiones en infraestructura (como los sistemas de drenaje) no logran acompañar el ritmo de la urbanización, los riesgos se acumulan y quedan incorporados en la infraestructura existente. En los próximos años, el hundimiento de los terrenos, la rápida urbanización de las zonas costeras y el cambio climático podrían agravar aún más el peligro de inundaciones. Varios países de alto riesgo, como Vietnam (i) o Fiji (i), han comenzado a adoptar planes de acción integrales para equilibrar estos riesgos y oportunidades a fin de salvaguardar las perspectivas de desarrollo para las generaciones futuras.
Descargue el estudio: Rentschler, J., M. Salhab (2020), People in Harm's Way: Flood Exposure and Poverty in 189 Countries (Gente en peligro: La exposición a las inundaciones y la pobreza en 189 países), documento de trabajo sobre investigaciones relativas a políticas de desarrollo, n.o 9447 (i).
Este estudio contó con el apoyo del Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR) (i).
Únase a la conversación