Esta incluye datos y análisis sobre la deuda externa y los flujos financieros (deuda y capital) de las economías de todo el mundo para el año 2016, y presenta más de 200 series cronológicas de indicadores que cubren el periodo comprendido entre 1970 y 2016 para la mayoría de los países que informan datos. Si desea tener acceso al informe y otros productos relacionados, usted puede:
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¿Por qué monitorear y analizar la deuda?
El objetivo principal del informe IDS es medir los saldos y flujos de deuda en los países de ingreso bajo y mediano que se obtuvieron como préstamos de acreedores externos. En términos generales, los saldos de deuda son los pasivos corrientes que se deben pagar en forma de principal o intereses a los acreedores. Los flujos de deuda son pagos nuevos o reembolsos a las entidades crediticias.
Estos datos se producen como parte del trabajo que realiza el Banco Mundial al monitorear la capacidad crediticia de sus clientes, y son ampliamente usados por otros actores con fines analíticos y operacionales. Las crisis recurrentes en materia de deuda, incluida la crisis financiera mundial de 2008, ponen de relieve cuán importante es medir y controlar los saldos y flujos de la deuda externa, y la gestión sostenible de esta. A continuación, se presentan tres aspectos destacados del análisis realizado en el informe IDS 2018:
La afluencia neta de recursos financieros hacia los países de ingreso bajo y mediano aumentó, pero los países de la AIF quedaron rezagados
En 2016, los flujos netos de recursos financieros dirigidos a los países de ingreso bajo y mediano se elevaron a USD 773 000 millones, un aumento tres veces superior a los niveles de 2015, pero más bajo que los niveles observados entre 2012 y 2014.
Sin embargo, esta tendencia no se extendió a los países más pobres del mundo. En el grupo de países que reciben solo financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), (i) estos flujos disminuyeron un 34 % llegando a USD 17 600 millones, su nivel más bajo desde 2011. Este descenso fue impulsado por caídas en la afluencia de capital de acreedores privados y bilaterales.
La mayoría de los países de la AIF siguen dependiendo en gran medida de las fuentes de financiamiento en condiciones concesionarias oficiales. Pero en los últimos años, las emisiones de bonos y otras fuentes privadas de financiamiento han representado una proporción importante de la afluencia de capital. Esto se detuvo en gran medida en 2016, debido a que las condiciones más estrictas del mercado y la rebaja de la calificación crediticia limitaron el acceso al mercado y disuadieron a los bancos comerciales.
La afluencia neta de capital de acreedores privados colapsó, cayendo de USD 7700 millones a USD 1700 millones en 2015. Esta crisis de financiamiento de los acreedores privados se vio agravada por una disminución del 24 % en los flujos de los acreedores bilaterales, pero el aumento en los nuevos compromisos de préstamos bilaterales indica que esto solo podría ser temporal.
Préstamos bilaterales se duplican, impulsados por el grupo BRICS y en particular China
Los nuevos compromisos de préstamos de los acreedores bilaterales para los países de ingreso bajo y mediano se duplicaron en 2016 alcanzando USD 84 000 millones. Este aumento fue impulsado por el financiamiento de otros países de ingreso bajo y mediano, principalmente los países del grupo BRICS, y en particular China con su Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda que tiene como objetivo construir un corredor económico internacional integrado que abarcará más de 60 países en distintas regiones.
La inversión extranjera directa disminuyó al nivel más bajo en ocho años
Tradicionalmente, la inversión extranjera directa (IED) ha sido el componente más importante y menos volátil de los flujos de recursos financieros externos hacia los países de ingreso bajo y mediano, pero en 2016 quedó en evidencia que no se encuentra inmune a los acontecimientos adversos que ocurren en la economía mundial. Los flujos de IED disminuyeron un 10 % llegando a USD 481 000 millones, un nivel que no se observaba desde el año 2009.
Como se informó ampliamente, esta disminución reflejó la fragilidad de la economía mundial, una persistente débil demanda agregada, el lento crecimiento en algunos países exportadores de productos básicos y una caída en los beneficios de las empresas multinacionales. Estos factores pesan más que los beneficios positivos derivados de las continuas mejoras en los entornos comerciales y normativos y el florecimiento de los mercados nacionales en muchos países de ingreso bajo y mediano.
Recopilar, organizar y publicar estadísticas sobre la deuda completas y de alta calidad
Si bien el formato de difusión ha cambiado a lo largo de los años, el objetivo central de estas estadísticas sigue siendo la medición coordinada e integral de los saldos y los flujos de la deuda externa de los países en desarrollo. Esta información puede ser utilizada por los Gobiernos clientes, economistas, inversionistas, consultores financieros, académicos, banqueros, y un amplio espectro de la comunidad del desarrollo.
El nuevo formato del informe IDS incluye cuadros con datos agregados que detallan la composición de deudores y acreedores, la estructura de plazos de vencimiento y la carga de la deuda en relación con el ingreso nacional bruto (INB), los ingresos de exportación para cada país y los grupos de ingresos y los grupos regionales importantes, además de una guía para el usuario.
En los próximos meses publicaremos más contenido sobre el informe IDS 2018 aquí en TheDATABlog y en @worldbankdata en Twitter. Si tiene alguna pregunta respecto del informe IDS u otros productos relacionados con datos, visite nuestro centro de consultas. (i)
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