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¿Queremos conmemorar a los padres? Hablemos de la licencia de paternidad

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Como muchas celebraciones, el Día del Padre puede ser una festividad con un marcado carácter comercial. Las empresas lanzan emotivas campañas publicitarias para comercializar sus productos, con el objetivo de incrementar las ventas. Si bien es admirable demostrar afecto con regalos a nuestros padres, este día es también una oportunidad para reflexionar sobre el importante papel que ejercen dentro de las familias y que muchas veces suele pasarse por alto.

Existe evidencia que muestra que la participación de los padres en la crianza de sus hijos/as no solo tiene efectos profundos en el bienestar infantil sino que contribuye a estimular su desarrollo social (i) y cognitivo (i). Reconociendo la importancia del involucramiento paterno en el mejoramiento de los resultados de desarrollo infantil, Gobiernos alrededor del mundo han introducido políticas sobre licencias de paternidad y parentales (maternidad o paternidad). Algunos regímenes de licencias (por ejemplo, cuotas exclusivas para los padres [i] en las licencias parentales) también tienen como objetivo incrementar la participación de las madres en el mercado laboral y aumentar la probabilidad de que ellas regresen al empleo después del periodo inicial de la licencia de maternidad.

Como lo ilustran los datos de la edición 2020 del informe Mujer, empresa y el derecho (PDF), disponibles en el Portal de datos de género (i) del Banco Mundial, 105 economías (de las 189 para las cuales existe información) garantizan al menos un día de licencia remunerada por paternidad cuando nace un hijo  o reservan una porción de la licencia parental remunerada mediante las cuotas exclusivas para el padre. Sin embargo, la duración media del permiso es de solo cinco días. En comparación, 184 países garantizan al menos un día de licencia de maternidad y la duración media es de 98 días. Incluso después de considerar el tiempo de recuperación tras el embarazo y el parto, las licencias remuneradas para los padres son, en general, mucho más cortas que las licencias remuneradas para las madres.

Pero tener leyes estableciendo las licencias remuneradas no significa, sin embargo, que los hombres harán uso del permiso. En algunos países nórdicos, incluso cuando los hombres son elegibles, solamente el 40 % utiliza el permiso parental, y la proporción llega a un nivel tan bajo como 2 % (PDF, en inglés) en países como la República Checa o Polonia.

Gráfico 1. Licencia remunerada por maternidad vs. licencia remunerada por paternidad
 

Las mujeres tienen más probabilidades de participar en el mercado laboral en los países donde hay licencia remunerada por paternidad.


Fuente: Informe Mujer, empresa y el derecho (PDF) del Banco Mundial. Datos extraídos del Portal de datos de género del Banco Mundial (i).

El papel de los padres resulta igualmente importante  en el fomento de la participación de las madres en el mercado laboral.  Existe amplia evidencia de que las mujeres tienen una tasa  de participación en el mercado laboral inferior a la de los hombres (i). Esto se puede atribuir en parte a la desproporcionada responsabilidad de las mujeres en el cuidado de la familia y las normas de género que les asignan esa función a las mujeres. Cuando trabajan, sus salarios, en promedio, son más bajos que los de los hombres y estas diferencias son mucho mayores para las madres que para las mujeres sin hijos. Más aun, la brecha de género en los indicadores del mercado laboral se correlaciona fuertemente con la maternidad (PDF, en inglés).

La licencia parental podría ser una forma para subsanar las disparidades entre  hombres y mujeres. Los padres que toman licencias más largas, en relación a las madres, sientan las bases para una división más igualitaria de las labores domésticas, lo que puede reducir la brecha de género dentro del hogar (i) a través de salarios más altos para las mujeres.

Si bien es difícil establecer la causalidad (y determinar si los efectos se explican por la autoselección de los padres que toman o no la licencia), la correlación entre la existencia de la licencia por paternidad y la participación laboral femenina muestra que, en los países donde los padres tienen la posibilidad de cuidar a los niños después del nacimiento, las tasas de participación femenina en la fuerza laboral y empleo femenino son, en promedio, ligeramente más altas.

Gráfico 2. Las mujeres tienen más probabilidades de participar en el mercado laboral en los países donde hay licencia remunerada por paternidad
 

Las mujeres tienen más probabilidades de participar en el mercado laboral en los países donde hay licencia remunerada por paternidad

Fuente: Informe Mujer, empresa y el derecho (PDF) del Banco Mundial. Datos extraídos del Portal de datos de género del Banco Mundial (i).

La evidencia muestra que los padres que se toman licencia por paternidad tienen parejas más activas en el mercado laboral.  De hecho, puede haber una relación de causalidad. En España (i), la introducción de dos semanas de licencia por paternidad aumentó la participación de los padres en el cuidado de sus niños/as y la presencia de las madres en la fuerza laboral. De la misma manera, una “cuota paterna” de cinco semanas de licencia en Quebec (i), Canadá, incrementó el período de tiempo que las madres dedicaban al trabajo remunerado y la cantidad de tiempo que permanecían en el lugar de trabajo. En Alemania (i), un subsidio parental que otorga una “bonificación” de dos meses adicionales de licencia a las familias en las que el padre se tomó por lo menos dos meses de permiso aumentó hasta un 10 % la probabilidad de empleo de las madres.

Por supuesto, las decisiones sobre el cuidado infantil y las labores domésticas son tomadas por las familias. Sin embargo, pequeños ajustes en el diseño de los regímenes de licencia parental, como reservar períodos específicos de licencia para los padres, aumentar la flexibilidad en las disposiciones sobre licencia o promover los beneficios de este tipo de permisos entre la población, pueden influir en el comportamiento y cambiar las actitudes (PDF, en inglés) hacia los roles de género tradicionales.

Aprovechemos el Día del Padre como un momento único para reflexionar sobre el papel que estos juegan en el objetivo de lograr la igualdad de género y para convencer a los Gobiernos y las empresas de que deben encontrar maneras de atender las necesidades de AMBOS progenitores (tanto los padres como las madres) que trabajan.


Autores

Eliana Rubiano-Matulevich

Economista sénior en la práctica global de Pobreza y Equidad para América Latina y el Caribe del Banco Mundial

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