Esta publicación forma parte de una serie especial basada en la edición de abril de 2025 de las Perspectivas de los mercados de productos básicos, un informe emblemático que publica el Banco Mundial. La serie presenta resúmenes breves de secciones específicas extraídas de la publicación. Vea el informe completo en este archivo PDF (i).
El índice del Banco Mundial sobre el precio del gas natural retrocedió en abril y mayo después de alcanzar el nivel más alto de los últimos dos años en febrero. El precio de referencia de Estados Unidos disminuyó un 18 % y un 8 % mes a mes en abril y mayo, luego de aumentar un 70 % en el primer trimestre de 2025 (trimestre a trimestre). Esta reciente disminución refleja la solución de las disrupciones anteriores en el suministro y el debilitamiento de la demanda de gas natural licuado (GNL) en Asia. Tras una caída del 12 % en abril (mes a mes), el índice de referencia europeo se mantuvo prácticamente sin variaciones en mayo, y se perdieron todos los avances logrados en el cuarto trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025. Este descenso pone en evidencia la disminución de la competencia procedente de Asia oriental para los suministros de GNL, a pesar de la presión al alza sobre los precios por las escasas existencias. El precio de referencia del GNL de Japón se ha mantenido relativamente estable, frenado por el efecto de la moderación de los precios del petróleo en los contratos de GNL indexados al petróleo y por la baja demanda en la región en medio de condiciones meteorológicas tranquilas.
Tras aumentar un 2,7 % en 2024, se prevé que el crecimiento del consumo mundial se modere en 2025. El consumo se incrementó en aproximadamente 110 000 millones de metros cúbicos en 2024, lo que representa un fuerte repunte respecto del modesto crecimiento de 35 000 millones de metros cúbicos registrado el año anterior. La región de Asia y el Pacífico lideró el aumento, agregando 49 000 millones de metros cúbicos (interanual), impulsada en gran medida por China, seguida de Eurasia con un aumento de 25 000 millones de metros cúbicos (interanual), debido principalmente al mayor consumo en Rusia. El consumo en América del Norte aumentó en 21 000 millones de metros cúbicos, respaldado por los bajos precios, mientras que la demanda en Oriente Medio continuó creciendo, a medida que los países aprovecharon los activos regionales para respaldar la generación de energía y el uso industrial. Por el contrario, el consumo europeo se mantuvo estable en 2024, tras dos años de una baja provocada por la invasión rusa a Ucrania. De cara al futuro, se prevé que el crecimiento del consumo mundial se moderará en 2025 para luego recuperarse en 2026. Estos cambios previstos están impulsados principalmente por Asia y el Pacífico y Oriente Medio, mientras que es probable que el consumo en Europa y América del Norte se estanque.
Después de aumentar un 1,2 % en 2024, se espera que la producción mundial crezca en 2025 y 2026. Los suministros aumentaron aproximadamente 50 000 millones de metros cúbicos en 2024, el doble del crecimiento registrado el año anterior. Rusia representó la mayor parte, con un incremento de la producción de 47 000 millones de metros cúbicos, casi volviendo a los niveles de 2020, ya que la expansión del comercio de GNL compensó la pérdida de las exportaciones por gasoducto a Europa. La producción de gas natural de Estados Unidos se mantuvo estable, a pesar de los precios históricamente bajos, dado que el aumento de la producción de petróleo impulsó un incremento en la producción de gas natural asociada. Estados Unidos siguió siendo el mayor exportador de GNL del mundo en 2024, con cerca de la mitad de sus envíos hacia la Unión Europea. En 2025, se anticipa que el crecimiento de la oferta se distribuya equitativamente entre las cuatro principales regiones productoras: Asia y el Pacífico, Eurasia, Oriente Medio y América del Norte. En 2026, se proyecta que una expansión significativa en Qatar representará casi la mitad del aumento previsto de 108 000 millones de metros cúbicos en la producción mundial.
Según las proyecciones, el índice del Banco Mundial sobre el precio del gas natural aumentará en los próximos dos años, aunque persisten los riesgos de una tendencia a la baja. Se espera que el precio de referencia de Estados Unidos aumente más del 50 % en 2025, y un modesto 3 % en 2026. Se anticipa que el precio del gas europeo aumentará un 6 % en 2025, antes de disminuir un 9 % en 2026. El principal riesgo a la baja para estas perspectivas es una demanda menor a la prevista, particularmente en la región de Asia y el Pacífico que, según las proyecciones, representará más de la mitad del crecimiento del consumo mundial en 2025 y 2026. Otros riesgos a la baja son el aumento de la producción de gas natural —especialmente en Estados Unidos— y posiblemente en Rusia, en caso de que los avances diplomáticos pongan fin a la invasión rusa de Ucrania. Los riesgos al alza de los precios podrían derivarse de la necesidad de reponer los inventarios agotados —sobre todo en Europa— y de una mayor competencia por los suministros de GNL si disminuye la incertidumbre comercial y mejoran las perspectivas de crecimiento mundial. Los fenómenos meteorológicos extremos también representan riesgos al alza: las temperaturas extremadamente frías aumentan el consumo (y podrían interrumpir la producción), mientras que las olas de calor, las sequías y la menor velocidad del viento reducen la generación de energía renovable, lo que aumenta la dependencia de las centrales eléctricas alimentadas a gas.
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