Publicado en Blog de Datos

Recuperación desigual después de la COVID-19: Las dietas saludables siguen fuera del alcance de muchas personas en las economías de menores ingresos

Proporción de personas que no pueden costear una dieta saludable


Una serie de nuevos datos indica que el 35 % de la población mundial no podía costear una dieta saludable en 2022. Si bien esta proporción ha disminuido desde el punto más álgido de la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando el 38 % de la población se veía afectada, la recuperación ha sido más lenta en las economías de menores ingresos. Y en las economías de ingreso bajo, donde la población aumentó un 6 % durante este período, 16 millones de personas más no tuvieron la capacidad de acceder a una dieta saludable en 2022 en comparación con 2020. A nivel mundial, el costo promedio de una dieta saludable, definida como aquella que cumple los requisitos de energía y pautas dietéticas relativas a alimentos (PDF, en inglés), era de USD 3,96 per cápita al día en 2022.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Mundial actualizaron de manera conjunta los datos sobre el costo de una dieta saludable y la falta de asequibilidad de una dieta saludable, medida según la prevalencia de la falta de asequibilidad (o el porcentaje de población) y el número de personas que no pueden pagar el costo de una dieta saludable. Estos indicadores se publican en el informe emblemático de las Naciones Unidas El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024: Financiamiento para acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición, en el que se analizan los avances con vistas a poner fin al hambre y garantizar la seguridad alimentaria, según lo establecido en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2. Estos datos también están disponibles en FAOSTAT y el Centro de datos del Proyecto Food Prices for Nutrition (i) y DataBank (i) del Banco Mundial. 
 

¿Cómo varía el costo de una dieta saludable en todo el mundo?

En 2022, el costo de una dieta saludable per cápita por día era más alto en las economías de ingreso mediano (alrededor de USD 4,20), mientras que en las economías de ingreso bajo era USD 3,48 y en las economías de ingreso alto, USD 3,78. En el caso de las regiones, América Latina y el Caribe y Asia oriental y el Pacífico registraron un costo promedio de aproximadamente USD 4,50, en tanto que en América del Norte el costo de una dieta saludable llegaba a USD 2,96, el más bajo de todas las regiones en 2022.

El costo de una dieta saludable —medido en dólares convertidos utilizando las paridades de poder adquisitivo (PPA) actuales derivadas del Programa de Comparación Internacional (PCI) (i)— ha aumentado desde 2017, el primer año para el que se dispone de datos. Este incremento está en consonancia con los aumentos de los precios mundiales de los alimentos y la inflación general de los últimos años, impulsados en gran medida por las perturbaciones causadas por la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, que exacerbaron aún más las presiones inflacionarias (Informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024; Masters y Finaret, 2024 [i]).

¿Qué indican los nuevos datos sobre asequibilidad?

Numerosas personas tienen ingresos diarios demasiado bajos para costear una dieta saludable, incluso de los alimentos más baratos disponibles a nivel local. De los 2800 millones de habitantes de todo el mundo que no pudieron pagar una dieta saludable en 2022, la gran mayoría —casi 1700 millones— vivía en economías de ingreso mediano bajo, donde la prevalencia de la falta de asequibilidad era del 53 %. Las economías de ingreso bajo registraron la mayor prevalencia de falta de asequibilidad, el 72 %, lo que representa una cantidad de 503 millones de personas¹.

La tendencia a la baja en la prevalencia de la falta de asequibilidad observada desde 2017 se vio interrumpida en 2020 en las economías de ingreso mediano y bajo, cuando la COVID-19 provocó un alza de los precios de los alimentos y una caída de los ingresos. Desde entonces, la prevalencia disminuyó del 25 % al 22 % entre 2020 y 2022 en las economías de ingreso mediano alto, y del 56 % al 53 % en las economías de ingreso mediano bajo. Sin embargo, en las economías de ingreso bajo, la prevalencia solo se redujo marginalmente durante ese período, en 1 punto porcentual, y la capacidad fiscal limitada hace que a los Estados les resulte difícil subsanar la amplia y persistente brecha de capacidad de pago.

 
Desde la pandemia, la recuperación ha sido desigual en todas las regiones. África subsahariana y Oriente Medio y Norte de África se mantienen en un nivel de prevalencia de falta de asequibilidad similar al observado en 2020. La prevalencia ha disminuido en otras regiones, y la recuperación de Asia meridional ha sido notable, al registrarse una caída de 5 puntos porcentuales.

¿Cómo se generan estos datos y qué actualizaciones se han introducido?


Una dieta saludable (PDF, en inglés), que se ajusta a las pautas dietéticas relativas a alimentos, es esencial para prevenir la malnutrición y reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles. El costo de esta dieta se calcula utilizando los alimentos más baratos disponibles localmente, mientras que la prevalencia de la falta de asequibilidad de esta dieta también considera los gastos esenciales no alimentarios de los consumidores de bajos ingresos, como proporciones identificadas de las líneas internacionales de pobreza.

En estrecha colaboración con sus asociados internacionales, el Banco Mundial y la FAO lideraron la mejora metodológica de estos indicadores, y supervisan y divulgan sistemáticamente las series de datos. En 2024, se revisó la serie completa debido a la introducción de tres actualizaciones importantes. La metodología para calcular los indicadores está disponible en los anexos (i) y el material complementario (i) del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024.

  • Nuevos datos sobre los precios de los alimentos: el costo del indicador de dieta saludable para el período 2017-22 se calculó utilizando los precios mundiales de los alimentos al por menor actualizados en 202 y extraídos del último ciclo del PCI (i), que reemplazaron los datos de 2017 empleados en ediciones anteriores. Estos datos de 2021 incluyeron información sobre nuevos alimentos nutritivos disponibles localmente, lo que permitió realizar una revisión de la composición de la canasta de una dieta saludable en cada país.

  • Métodos de cálculo revisados: sobre la base de los últimos datos del Banco Mundial, se aplicó un nuevo método que tiene en cuenta el costo de las necesidades básicas no alimentarias basado en las líneas internacionales de pobreza y la proporción del gasto no alimentario de los consumidores de bajos ingresos. Este método permite reflejar con mayor precisión los costos en los países de diferentes grupos de ingresos, y reajustar la prevalencia de la falta de asequibilidad y el número de personas que no pueden costear una dieta saludable.

  • Estimaciones imputadas: por primera vez, se incluyeron estimaciones imputadas de la prevalencia y la cantidad de personas que no podían costear una dieta saludable para las economías que no tenían información, según su clasificación regional o de ingresos. Esto proporciona un panorama global más completo.

Poner en uso los datos

En un momento en que el mundo continúa enfrentando desafíos derivados de perturbaciones globales y desigualdades económicas, garantizar el acceso a dietas asequibles y saludables sigue siendo una prioridad clave para alcanzar los objetivos de desarrollo y fundamentar las políticas destinadas a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional y los resultados en materia de nutrición. El costo de una dieta saludable actualizado y los indicadores de falta de asequibilidad de una dieta saludable proporcionan información crítica para abordar las disparidades y orientar las intervenciones en tres ámbitos específicos.

  • En el caso de la agricultura y el suministro de alimentos, comparar los costos por día revela dónde y cuándo incluso las dietas saludables más asequibles disponibles a nivel local, son inusualmente costosas, y pone en evidencia qué artículos tienen costos más bajos en otros lugares. Esas comparaciones pueden luego servir para orientar las inversiones destinadas a mejorar las cadenas de valor de los alimentos que actualmente limitan el acceso a dietas saludables.
  • En el caso de la protección y asistencia social, comparar los costos de las dietas con los ingresos disponibles para alimentos revela cuáles son las poblaciones con menor capacidad de acceso a dietas saludables. Estas comparaciones pueden luego servir para orientar la focalización y el nivel de los programas de protección y asistencia social.

  • En el caso de la educación sobre salud y nutrición, comparar las dietas saludables de menor costo con la ingesta alimentaria observada revela qué otros factores, además del precio y los ingresos, influyen en la elección de alimentos. Estas comparaciones pueden luego servir para orientar los cambios en el entorno alimentario o las intervenciones conductuales y comunitarias destinadas a mejorar la calidad de la dieta y la salud.


Se insta a los responsables de formular políticas y las partes interesadas a aprovechar estos indicadores actualizados para elaborar e implementar estrategias que garanticen el acceso económico a dietas saludables para todas las personas. 




Enlaces relacionados

Los autores agradecen las importantes contribuciones de Edie Purdie (i) al contenido visual y la edición completa del blog.

¹Para mantener la simplicidad, los números proporcionados en este blog se han redondeado hasta el entero más próximo, mientras que los números en el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo y las bases de datos se expresan con un decimal.



José Rosero Moncayo

Director de la División de Estadísticas y Jefe de Estadística, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Yan Bai

Economista, Grupo de Gestión de Datos sobre el Desarrollo, Banco Mundial

Carlo Cafiero

Estadístico superior y economista de la División de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Anna Herforth

Bloguera invitada/codirectora de Food Prices for Nutrition

William A. Masters

Profesor y bloguero invitado, Escuela Friedman de Nutrición y Departamento de Economía, Universidad Tufts

Marko Rissanen

Gerente de programa, Grupo de Gestión de Datos sobre el Desarrollo, Banco Mundial

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