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Cinco enseñanzas que pueden ayudar a invertir con éxito en las personas

A sustainable and nutritious food system in Ghana is creating jobs for youth, producing healthy livestock and nutritious food for farmers to sell and people to eat. Photo: © Dasan Bobo/World Bank
Un sistema alimentario sostenible y nutritivo en Ghana está creando puestos de trabajo para los jóvenes, produciendo ganado saludable y alimentos nutritivos. Fotografía: © Dasan Bobo/Banco Mundial

Singapur estableció un sistema educativo de categoría mundial. ¿Cómo logró equilibrar la creatividad con la creciente necesidad de habilidades analíticas y de trabajo en equipo?

Ghana logró mejoras sustanciales en las tasas netas de matriculación, aumentando la matrícula en la enseñanza primaria del 65 % en 2000 al 85 % en 2017, y en las tasas de retraso del crecimiento infantil, que disminuyeron del 35,4 % en 2003 al 18,8 % en 2014. ¿Cómo la experiencia de Ghana puede sentar las bases de los planes de inversión en capital humano de otros países?

En Marruecos, el acceso a los servicios de atención de salud aumentó considerablemente como resultado de la mayor cobertura del seguro de salud y del establecimiento de un sistema de atención de salud subvencionada para los grupos desfavorecidos. ¿Qué más se puede hacer para invertir en los ciudadanos?

El Gobierno de Filipinas formuló, promovió y financió diversas políticas para mejorar las capacidades, la salud y el estado nutricional de su población. ¿Qué ha funcionado? ¿Qué queda por hacer?

Estas son solo algunas de las preguntas abordadas en los estudios de caso de capital humano publicados recientemente sobre Singapur (i), Ghana (i), Marruecos (i) y Filipinas (i).

Si bien las circunstancias y situaciones económicas de estos cuatro países son diferentes, se pueden extraer enseñanzas comunes, en particular porque otros países consideran posibles estrategias de implementación para invertir en su propia gente.

1. Mantener el compromiso político con el desarrollo del capital humano.

El compromiso continuo de los sucesivos Gobiernos de proteger e invertir es clave para alcanzar los objetivos de largo plazo. Esto es especialmente cierto en lo que respecta al crecimiento del capital humano, que puede llevar décadas e incluso generaciones.

En Filipinas, las sucesivas administraciones políticas han mantenido estrategias sólidas para reforzar la salud, la educación y las habilidades de la población. Invertir lo suficiente en capacidad y buen gobierno puede impulsar más aún estos esfuerzos.

Singapur adoptó objetivos claros a largo plazo para el desarrollo del capital humano que guiaron la inversión en los sectores de la salud y la educación durante décadas. Esto ha provocado enormes avances en el capital humano, el crecimiento económico y la productividad del país.

En Marruecos, el compromiso de los sucesivos Gobiernos con la educación condujo a una matriculación prácticamente universal en la enseñanza primaria. Cabe señalar, sin embargo, que este compromiso político no ha sido coherente en otros sectores.

 

2. Movilizar suficientes recursos y utilizarlos de manera eficiente.

El Fondo Central de Previsión de Singapur (CPF, por sus siglas en inglés) ha desempeñado un papel fundamental en el financiamiento de infraestructura, vivienda y otras inversiones vitales. Cada individuo y su empleador hacen contribuciones mensuales al CPF. El Gobierno complementa los aportes de las personas de bajos ingresos a través de un programa de asistencia laboral y agrega recursos a las cuentas de ahorro para servicios médicos de los adultos mayores.

En Ghana, el Gobierno también introdujo un innovador mecanismo de financiamiento —el Programa Nacional de Seguros de Salud (NHIS, por sus siglas en inglés)— para aumentar la cobertura de la atención primaria de salud y reducir la desigualdad en el acceso, eximiendo a los pobres del pago de las primas. Se financia con impuestos pequeños sobre los bienes y la mano de obra, así como con las primas. Estos fondos permiten al NHIS proporcionar atención prenatal y posnatal, atención materna, vacunas, y educación sobre salud y nutrición, todo lo cual ayuda a reducir la tasa de retraso del crecimiento infantil en términos absolutos y relativos. Por el contrario, cuando los niveles de financiamiento no son los adecuados, las clínicas y escuelas pueden sufrir falta de personal, tener exceso de pacientes y estudiantes, y los proveedores pueden ser mal pagados. La falta de financiamiento también puede promover la corrupción.

 

3. Recopilar pruebas para orientar la formulación de políticas y efectuar correcciones sobre la marcha.

En Ghana (i), el Gobierno detectó que su programa de alimentación escolar no estaba llegando a las poblaciones vulnerables y, por lo tanto, reorientó el programa. Estos esfuerzos formaron parte de un amplio examen de los programas de redes de protección social, en el que se combinaron las estadísticas nacionales sobre pobreza y un análisis de la seguridad y vulnerabilidad alimentarias para perfeccionar la focalización y reducir las fugas.

Filipinas implementó un sistema basado en datos que no solo fue útil para seleccionar eficazmente a los beneficiarios, sino también para obtener datos que respaldaron otros programas sociales públicos. Esto también ayudó en todos los niveles de gobierno a justificar la necesidad de mantener el programa.

Singapur (i) recolecta sistemáticamente datos sobre las escuelas y las instituciones de capacitación y los combina con datos de las empresas sobre las aptitudes que se demandan ahora y las que se prevé que serán necesarias en los próximos 5 a 10 años. Esta recopilación de datos es propiciada por los organismos públicos y las juntas estatutarias, la infraestructura digital de última generación, los administradores expertos en tecnología y los docentes con experiencia del país.

 

4. Adoptar estrategias coordinadas y multisectoriales.

En los últimos 40 años, los sucesivos Gobiernos de Filipinas (i) adoptaron políticas que involucraron a más de un sector, promovieron enfoques integrados y alentaron una mayor participación de las partes interesadas en la prestación de servicios. Muchas de esas políticas reflejan que existen factores más allá de los sectores sociales que afectan el desarrollo del capital humano, como el aire limpio, el suministro de agua segura y los servicios de saneamiento. Estos esfuerzos han ayudado a impulsar los esfuerzos para reducir la pobreza, aunque todavía queda mucho por hacer.

Marruecos (i) también ha desarrollado diversos programas de redes de protección social que cubren varios sectores y generan una gama de resultados de capital humano. Los programas complementarios tienen como objetivo lograr la educación universal y reducir la deserción escolar, especialmente en las zonas rurales y entre las niñas, mediante la entrega de mochilas escolares, transporte subsidiado, alimentos y útiles escolares para los estudiantes matriculados en ciertos grados de la escuela primaria y secundaria. Además, existen programas para personas con discapacidad, centros de protección social y centros de capacitación y educacionales que apoyan a las niñas y mujeres en condiciones socioeconómicas difíciles.

Singapur integró los objetivos de salud y educación en muchos ámbitos de la administración pública. Dado que la salud se ve afectada por casi todos los aspectos de la vida urbana —vivienda, suministro de agua, calidad del aire, eliminación de desechos, tráfico vial y otros—, garantizar la salud de todos los singapurenses era un aspecto esencial del enfoque integral de la planificación urbana del país. De manera similar, la coordinación entre las instituciones públicas permitió monitorear las tendencias en la demanda laboral y asegurarse que las habilidades enseñadas en el sistema educativo se correspondieran con las que el mercado necesitaba.

 

5. Incluir a las comunidades locales al momento de implementar las políticas.

En Filipinas, la implementación eficaz del programa de transferencias monetarias condicionadas requirió la coordinación con las oficinas regionales y los actores a nivel local, incluidos más de 13 000 empleados en terreno; esto permitió que el programa llegara a los hogares seleccionados en un país grande y descentralizado con una población diseminada en cientos de islas.

En Ghana, el programa de alimentación escolar reunió a los líderes comunitarios encargados de tomar decisiones con los proveedores de alimentos y los agricultores locales para suministrar comida a los niños. Los directores de las escuelas y los proveedores de servicios de comida locales se encargaron del seguimiento y la evaluación del programa.

Marruecos incorporó la coordinación local en su Iniciativa Nacional de Desarrollo Humano, creando 700 comités regionales, provinciales y locales para supervisar la ejecución de los programas y ayudar a seleccionar los proyectos de desarrollo.

A medida que los Gobiernos nacionales, el Grupo Banco Mundial y otros asociados para el desarrollo siguen protegiendo e invirtiendo en las personas (#InvertirEnLasPersonas), estos estudios de caso contribuirán a una mayor comprensión de cómo los países están poniendo en práctica sus mejores ideas de políticas, los desafíos que deben superar y los próximos pasos a seguir en sus programas.

Obtenga más información sobre el Índice de Capital Humano 2020, y los próximos eventos de las Reuniones Anuales sobre la protección del capital humano y la inversión en este para enfrentar los impactos de la COVID-19 y el financiamiento de mejores inversiones. Esto nos permitirá avanzar más en la comprensión del tema y la adopción de medidas dirigidas a lograr mejores resultados para las personas.

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Autores

Mamta Murthi

Vicepresidenta de Desarrollo Humano

Hana Brixi

Directora mundial de Género

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