El Grupo Banco Mundial se ha comprometido a responder de manera rápida y flexible a la pandemia de la COVID-19 (coronavirus). Por eso, proporciona financiamiento, asesoría sobre políticas y asistencia técnica en todas las regiones y en diversas áreas, que abarcan desde la atención de salud y la educación hasta el comercio y la tecnología. En esta serie de blogs, se explora la labor de los diferentes equipos del Grupo Banco Mundial para responder a los desafíos futuros.
1. ¿Cómo está respondiendo su equipo a la COVID-19?
Mi equipo participa en los esfuerzos de la Corporación Financiera Internacional (IFC) (i) dirigidos a mantener el flujo de crédito para las empresas afectadas por la pandemia. Además del impacto significativo en la salud, los efectos económicos han sido graves. Los sectores del turismo y el comercio minorista están siendo especialmente afectados. En algunos países, las fábricas se están cerrando, lo que tiene repercusiones en toda la cadena de suministro. Como consecuencia de ello, la capacidad de las empresas para generar efectivo a partir de la venta de bienes y servicios se ha reducido de manera importante o se ha paralizado. IFC ha comprometido USD 8000 millones para la respuesta del Grupo Banco Mundial a la COVID-19. De este monto, USD 6000 millones se destinan a apoyar la liquidez de las instituciones financieras, de modo que las empresas puedan seguir pidiendo préstamos y disponer de efectivo para pagar sus cuentas y los sueldos de sus trabajadores. Además de los riesgos para la salud, los empleos de las personas están en juego cuando las empresas dejan de operar. Habrá más presiones sobre aquellos que más necesitan nuestra ayuda, entre ellas las personas que viven en condiciones de pobreza extrema o en situaciones de fragilidad.
2. ¿Qué está haciendo IFC para movilizar rápidamente el financiamiento?
Hoy en día, el mundo está más interconectado que nunca, con los eslabones de las cadenas de suministro mundiales. Si se tienen en cuenta las repercusiones de este tipo de crisis, los impactos en la economía mundial serán dramáticos. Por lo tanto, toda asistencia financiera se debe utilizar a escala mundial y debemos hacerlo rápidamente, con la mayor flexibilidad posible, a medida que la crisis evoluciona. Sabemos por nuestra experiencia que esto puede ser un gran desafío. Durante la crisis financiera mundial de 2008, IFC puso en marcha rápidamente el Programa Mundial de Financiamiento para el Comercio, que ayuda a los bancos a entregar financiamiento a las empresas que atraviesan una situación difícil. Tenemos el historial para hacer esto de manera rápida, garantizando al mismo tiempo que los proyectos cumplan con las normas en materia de crédito, medio ambiente, gestión social y cumplimiento. Para asegurarnos que actuamos lo más rápido posible, estamos utilizando instrumentos en los que nuestra Junta de Directores ya ha delegado autoridad en la administración para asignar los fondos.
3. ¿Qué más se puede hacer? ¿Con qué asociados está trabajando IFC?
En este momento, estamos analizando nuestra cartera para evaluar dónde están los puntos débiles. ¿Qué regiones y países han sido más afectados? ¿Qué sectores y empresas en particular necesitan más asistencia? Es un trabajo importante, que orientará nuestros esfuerzos. Al mismo tiempo, ya hemos tomado algunas medidas. En Vietnam, ayudamos a aumentar (i) los límites de financiamiento para el comercio a USD 294 millones para cuatro bancos comerciales. Esto sirvió para proteger el vínculo esencial entre el comercio y la cadena de suministro, y esperamos que ayude a mantener a flote a los negocios que tienen poco efectivo, especialmente las pequeñas y medianas empresas. Nos mantenemos en estrecho contacto con los bancos clientes a medida que la situación evoluciona, ya que son los vehículos que canalizan los fondos a las empresas. También estamos analizando con otros bancos multilaterales de desarrollo (BMD) maneras en que podemos coordinarnos para combatir el brote. En momentos de desaceleración económica a nivel mundial, suele disminuir el interés de los inversionistas privados en los mercados emergentes. Es aquí donde los BMD desempeñan una función anticíclica fundamental, proporcionando paquetes financieros grandes y coordinados que permiten reforzar los mercados emergentes. La siguiente etapa será atraer más potencial financiero, incluso de otros BMD.
4. ¿Cuál es el enfoque a largo plazo de IFC para prepararse ante estas crisis o mitigarlas?
El objetivo de IFC es aprovechar el sector privado para generar un crecimiento económico de base amplia y mejorar las condiciones de vida de las personas en los países en desarrollo. Mientras más eficaces seamos en nuestros esfuerzos para ayudar a los países a impulsar sectores privados prósperos y mercados financieros consolidados, los países estarán mejor preparados para situaciones como la que enfrentamos hoy. El trabajo que estamos haciendo ahora mismo es crucial. La COVID-19 es muy perjudicial. Si logramos controlar las repercusiones económicas, los países serán más fuertes cuando se cambie el rumbo de la enfermedad. Deberemos adaptar continuamente nuestros mecanismos de respuesta, siendo flexibles e innovadores para abordar otros problemas que pueden afectar a nuestros clientes, especialmente a aquellos en los países más pobres y en situaciones de fragilidad.
Únase a la conversación