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El internet de las cosas: de la propaganda a la realidad

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El público celebra el discurso del presidente John Magufuli de Tanzanía durante la ceremonia de inauguración de la pasarela de Ubungo en Dar es Salam. Con este proyecto se finalizará la construcción de un paso elevado estratégico destinado a mejorar tanto la conexión entre el puerto y la ciudad como el desempeño del actual sistema de transporte rápido por autobús. © Banco Mundial

Sensores en los ascensores que alertan a los organismos gubernamentales de ciertos peligros para la seguridad pública; datos procedentes de los bolsos escolares para mantener seguros a los niños; camiones de la basura inteligentes que permiten a las ciudades ahorrar dinero… El internet de las cosas (IdC) lo cambiará todo. (i) Esa es la opinión generalizada. Nos dispusimos a buscar pruebas de este cambio en el sector público. ¿Qué tan rápido viene? ¿Es real? Nuestras conclusiones fueron variadas: preocupantes, pero también alentadoras.

En el lado positivo, averiguamos que los organismos gubernamentales estaban ansiosos de aplicar el IdC para mejorar el entorno en que realizan sus actividades o para reducir la carga de sus funciones y, al mismo tiempo, aumentar el cumplimiento de estas. En el lado negativo, muy pocas iniciativas en este ámbito han avanzado más allá de ser proyectos piloto; los modelos de negocio para sostener la infraestructura de IdC están poco desarrollados, y el panorama normativo es lamentablemente inadecuado. (PDF, en inglés) Existe un potencial importante, pero se necesita un trabajo sistemático e informado de parte del Gobierno, el sector privado y la sociedad civil.

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Vea el informe completo aquí. (i)

El motivo del informe

El IdC ha llamado mucho la atención últimamente entre las empresas y los encargados de formular políticas. Diversos informes se refieren a miles de millones, o incluso billones, de dispositivos interconectados y su potencial de alterar todas las actividades económicas, (i) y los Gobiernos y el sector privado muestran entusiasmo por aprovechar las oportunidades o mantener los beneficios ya existentes.
El sector privado ha progresado, (i) pero nuestras conversaciones con los responsables de formular políticas públicas, incluso en economías avanzadas, revelan algunas brechas en los siguientes ámbitos:

  • Conocimiento: la mayoría de los organismos públicos aún no están familiarizados con el IdC y la importancia de este en sus funciones inmediatas.
  • Convertir la “propaganda en realidad”:  muchos no estaban seguros de cómo implementar iniciativas que incluían un componente de IdC; pareciera que hay una necesidad de contar con un conjunto de herramientas para poder comenzar.
  • “Lecciones” de los pares:  la mayoría de los organismos expresó un gran deseo de aprender sobre iniciativas realizadas por otros Gobiernos, saber qué había funcionado o qué no había funcionado, y cómo eso podría afectar sus propios planes.

En nuestro informe Internet of Things—the new government to business platform, (i) proporcionamos una definición básica del IdC que esperamos que se pueda aplicar de manera general, y ponemos énfasis en que el panorama del IdC incluye no solo los dispositivos, sino que también las redes y el análisis.

Principales conclusiones

 

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En el informe, (i) destacamos las experiencias extraídas en el trabajo en terreno en países como Alemania, Canadá, el Reino Unido, Estonia, Kazajstán, India, Japón, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos. Como muchas otras tecnologías innovadoras, el IdC está recién comenzando a ser parte de los servicios públicos y nuestras conclusiones reflejan su naturaleza incipiente:

  • El IdC se encuentra en una etapa muy temprana: encontramos numerosas iniciativas que tienen un componente de IdC, (en alemán) pero todavía no existen aplicaciones masivas ni siquiera en los países avanzados.
  • Las políticas/regulaciones no se encuentran al día:  la mayoría de las políticas siguen siendo nacionales, (i) y no locales. Son también con frecuencia restrictivas. La mayoría de las aplicaciones experimentales no han considerado todavía la gama completa de oportunidades o los riesgos (i) relacionados con la implementación del IdC; en la mayoría de los casos, las jurisdicciones han adoptado un enfoque de “esperar, implementar y aprender”.
  • Los modelos de negocio todavía están en evolución:  muchos proyectos piloto son aún iniciativas experimentales y carecen de un modelo de financiamiento a largo plazo. (i)
  • Las competencias y el conocimiento son déficits importantes: pensar de manera digital es fundamental para utilizar realmente el IdC, y la mayoría de los organismos gubernamentales y el sector privado no tienen las habilidades técnicas y administrativas necesarias (en particular, en la esfera del análisis). (PDF, en inglés)
  • Los datos son la clave:  la gestión de datos es un aspecto esencial del IdC, (i) pero la mayoría de las jurisdicciones todavía tiene dificultades con problemas básicos en torno a la recopilación, el acceso, la gestión y la valoración de los datos.
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Un letrero anuncia la llegada del servicio de internet de banda ancha de alta velocidad en Nukualofa, capital de Tonga.
© Tom Perry/Banco Mundial
  • ​​La infraestructura es un obstáculo fundamental: las redes específicas de IdC (i) todavía están poco desarrolladas, incluso en las economías avanzadas.
  • El Gobierno tiene una función clave: en algunos de los casos más exitosos de uso del IdC se requiere infraestructura pública (PDF, en inglés) y existen cuestiones normativas o regulatorias; los Gobiernos tienen una función central en el éxito (o el fracaso) de tales iniciativas.
  • No hay una fórmula mágica, pero los proyectos que han tenido éxito presentan características comunes: el apoyo de los líderes locales es crucial, y los modelos de negocio podrían ser locales más que mundiales.
El conjunto de herramientas del IdC

Las aplicaciones del IdC pocas veces existen en medio de un vacío. La mayoría de los casos que estudiamos se relacionaban con una iniciativa “inteligente” o “digital”. Ahora bien, la mayoría de los participantes entrevistados recalcó la necesidad de tener un “conjunto de herramientas del IdC” que les permitiría aproximarse de manera más sistemática a aplicaciones inteligentes o digitales . (i) Proponemos un marco inicial , (i) de acuerdo a las siguientes pautas:
  • Liderazgo/políticas: para el IdC (y otras iniciativas digitales), el liderazgo debe traducirse no solo en dar apoyo general sino también en analizar más allá de los antiguos modelos normativos que sirvieron a los Gobiernos mucho antes de la llegada de la economía digital. Las compensaciones entre mayor eficacia, menor privacidad, igualdad y seguridad requieren visión y capacidad de ejecución.
  • Estrategia e implementación: los Gobiernos deben elaborar planes normativos, institucionales y de infraestructura muy específicos para implementar con éxito el IdC en sus jurisdicciones. Algunas herramientas que pudimos observar son:
    • Sandboxes” (en alemán) o “entornos de pruebas” que proporcionaban las condiciones para el uso del IdC y el margen de acción adecuado derivado de las regulaciones existentes.
    • Organismos de coordinación (en ruso) que tenían el mandato y los recursos necesarios para realizar proyectos piloto y que no tenían la carga de los silos burocráticos vigentes.
    • Alianzas público-privadas que combinaban el conocimiento del IdC con la experiencia en la prestación de servicios públicos.
    • Modelos de negocio locales: (i) definitivamente, “un solo” tipo de IdC no es el apropiado para “todos” los organismos estatales.
    • Infraestructura de IdC,  que en muchos casos se debe desarrollar por separado. (i)
  • Capacidad y colaboración: la normalización, (en alemán) las competencias (i) y la colaboración (i) son esenciales para que las tecnologías innovadoras se arraiguen, y proporcionamos ejemplos de diversos enfoques.
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Se han instalado sistemas de información en organismos relacionados con la gestión
del agua en Bosnia y Herzegovina. © Olja Latinovic/Banco Mundial

Mirar al futuro

El informe (i) es un punto de partida para examinar los avances reales de los Gobiernos en sus esfuerzos por incorporar el IdC en sus funciones. El conjunto de herramientas es una idea inicial provisoria para los Gobiernos cuyas iniciativas todavía están en una etapa de diseño. Pero se debe hacer mucho más para atenuar los déficits en materia de conocimiento e implementación. En el informe, recomendamos algunos pasos a seguir y lo invitamos a aportar más ideas.

Lea más en los blogs del Banco Mundial.


Autores

Prasanna Lal Das

Lead Knowledge Management Officer, Trade & Competitiveness

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