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En la pandemia de COVID-19, los datos en tiempo real se transforman en acciones en tiempo real

??????Mama Lucy Kibaki?????????????????????????????Sarah Farhat/????? 肯尼亚内罗毕Mama Lucy Kibaki医院一名儿科大夫正在给一名幼儿(伊丽莎白)做检查。(图片:Sarah Farhat/世界银行)

Multitud de necesidades y recursos limitados

A un año de la detección de su primer caso de COVID-19, muchos países siguen enfrentándose a los numerosos retos que plantean las necesidades de sus sistemas sanitarios. No solo tienen que proporcionar la atención sanitaria relacionada con la COVID-19, sino que además deben superar las dificultades que supone garantizar la prestación de servicios sanitarios esenciales y la multitud de tareas asociadas a la implementación de la mayor campaña de vacunación que jamás hayan gestionado.

Enfrentarse a estos retos con información limitada sobre los medios disponibles para abordarlos supone un riesgo adicional y una carga para unos sistemas sanitarios ya de por sí saturados. Con frecuencia, países de todas las regiones y grupos de ingreso no disponen de información clara y actualizada sobre la situación de sus trabajadores sanitarios y centros de salud  ni sobre las necesidades médicas de las comunidades a las que prestan servicio.

La pandemia ha puesto de relieve, más que nunca, la importancia de este tipo de información, imprescindible para que los países tomen decisiones críticas sobre cómo promover la contratación de personal de enfermería o de médicos para la atención de la COVID-19, el rastreo de contactos, la prestación de servicios sanitarios esenciales, las campañas de vacunación, y los lugares donde distribuir los limitados equipos de protección personal (EPP) o, más recientemente, las vacunas contra la COVID-19. Tener acceso a datos oportunos y correctos sobre cualquiera de esos aspectos determinará qué medidas deben priorizarse.

Esfuerzos mundiales para reforzar los sistemas sanitarios al tiempo que se responde a la COVID-19

Con el fin de hacer frente a la pandemia y facilitar la implementación de las campañas de vacunación contra la COVID-19, la comunidad internacional está brindando a los países apoyo para aumentar la disponibilidad de los datos críticos necesarios para tomar decisiones informadas.  Esos datos, además, mitigan los efectos de la pandemia en los sistemas sanitarios y el bienestar de los hogares. Por ejemplo, el Banco Mundial —en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef, el Fondo Mundial (i) y la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI) (i)— apoya a los países a evaluar sus políticas y planes para implementar los programas de vacunación mediante la evaluación de su grado de preparación para administrar las vacunas contra la COVID-19 (PDF, en inglés), una herramienta conocida como VIRAT/VRAF 2.0 (i).

Como complemento a estos esfuerzos, el conector de sistemas de salud del acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (ACT) puso a disposición un conjunto de herramientas de evaluación (i) que se centra en aumentar el conocimiento sobre los servicios de salud de primera línea y los proveedores.

Bajo la dirección del Banco Mundial, la OMS, el Fondo Mundial y el Mecanismo Mundial de Financiamiento (i), esas herramientas han ayudado a Gobiernos, asociados y donantes a generar datos en tiempo real de los centros sanitarios.

Sobre la base de las interacciones diarias con pacientes y comunidades, las herramientas ayudan a facilitar la ampliación y el suministro de los recursos esenciales para la lucha contra la COVID-19. También orientan las estrategias y los planes para mantener los servicios sanitarios esenciales en los países.

Herramientas que proporcionan datos en tiempo real sobre dimensiones importantes de la prestación de servicios sanitarios

Algunos ejemplos son:

  • Evaluación de instalaciones: ¿Garantiza el país la continuidad de los servicios sanitarios esenciales durante la pandemia? Esta herramienta evalúa la capacidad de los centros de atención primaria y de los hospitales para prestar servicios sanitarios esenciales (entre ellos la disponibilidad de personal sanitario, la capacidad de aislamiento y triaje, el cumplimiento de las normas de control de infecciones y la disponibilidad de medicamentos y suministros esenciales). También contribuye a realizar el seguimiento de los cambios que se producen en la utilización de los servicios y de las modificaciones en la prestación de dichos servicios.
  • Evaluación de la comunidad: ¿Cuáles son las necesidades, las percepciones y la demanda de servicios sanitarios y de vacunas contra la COVID-19 por parte de la comunidad? Esta herramienta recopila información sobre las necesidades sanitarias no satisfechas, los cambios en los comportamientos de búsqueda de atención y los obstáculos a la atención que pueden afectar a la demanda de servicios.
  • Evaluación hospitalaria (incluye los diagnósticos, los tratamientos y la preparación para administrar las vacunas): ¿Disponen los centros hospitalarios de las capacidades necesarias de gestión de casos de COVID-19? Esta herramienta evalúa la capacidad de los centros hospitalarios para gestionar casos de COVID-19, incluida la disponibilidad de diagnósticos, tratamientos y otros productos sanitarios esenciales como oxígeno y EPP, así como la capacidad para gestionar cadenas de frío.

El Ministerio de Salud de Kenya, pionero en el uso de estas herramientas, implementó con éxito estas evaluaciones desde diciembre de 2020 en más de 100 instalaciones. Mediante entrevistas telefónicas con trabajadores sanitarios de la comunidad, y con un presupuesto reducido, completó el trabajo en el plazo de un mes.

La estrategia recibió el firme respaldo del Ministerio. Para formular la estrategia también se aprovechó la formación y la supervisión de los entrevistadores, y el tiempo invertido en llegar a los centros participantes para garantizar su colaboración en el proceso de recolección de datos.

Evaluaciones utilizadas para la toma de decisiones: los esfuerzos de Kenya

Gracias a estas herramientas de evaluación, Kenya pudo identificar y priorizar las áreas que requerían más inversiones y financiamiento.  Entre ellas, de fundamental importancia, fue la necesidad de invertir en EPP para todo el personal y los pacientes, especialmente en las zonas rurales. El país también identificó la necesidad de reforzar la comunicación de los protocolos de seguridad y otras áreas prioritarias, como proporcionar apoyo psicosocial adicional a los trabajadores sanitarios y modificar la prestación de servicios a través de la telemedicina para mitigar la interrupción de dichos servicios.

Las evaluaciones comunitarias permitieron identificar la necesidad de invertir en una comunicación proactiva sobre los peligros y la participación de la comunidad. Esto resultó especialmente pertinente en zonas de riesgo en las que existían dudas sobre la vacunación contra la COVID-19, ya que algunas de las preocupaciones eran la seguridad, la eficacia y la desconfianza general en las vacunas. En la evaluación también se destacó la necesidad de acelerar y ampliar las capacidades de diagnóstico.

Aunque Kenya se ha beneficiado de programas de inmunización previos, la magnitud de los esfuerzos del país para distribuir las vacunas contra la COVID-19 requerirá una capacidad adicional de cadena de frío en las instalaciones, especialmente en las zonas rurales.

La información oportuna se traduce en medidas oportunas

Kenya prevé la necesidad de repetir en los próximos tres meses la recopilación de datos (con una o todas las herramientas) para seguir tomando las decisiones correctas sobre lo que hay que atender primero. Este seguimiento continuo permitirá al Ministerio de Salud complementar sus sistemas de información habituales con datos sobre cambios en las dotaciones de personal y la disponibilidad de equipos y medicamentos. También servirá de base para mejorar el número de EPP disponibles, la capacidad de cadena de frío y las estrategias de comunicación de riesgos.

Ningún país ni ningún sistema sanitario tiene recursos ilimitados, y la pandemia agudizó aún más la escasez de reservas. Las necesidades de los sistemas sanitarios son enormes, independientemente de la situación económica de cada país. Solo decisiones fundamentadas en datos correctos y oportunos pueden orientar las acciones adecuadas.

Kenya ha demostrado que, con una cantidad relativamente pequeña de recursos y el uso de una infraestructura de recopilación de datos existente para implementar nuevas herramientas, se puede llevar a cabo un proceso apropiado de toma de decisiones sobre lo que debe ser prioritario para mantener la estabilidad de los sistemas de salud.


Autores

Rialda Kovacevic

Especialista en Salud, Departamento de Prácticas Mundiales de Salud, Nutrición y Población, Banco Mundial

Manuela Villar Uribe

Especialista Sénior en Salud de la Práctica Global de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial

Hellen Kiarie

Directora, División de Seguimiento y Evaluación, Ministerio de Salud de Kenya

Rose Jalang’o

Especialista en Salud Pública, Ministerio de Salud de Kenya

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