Imagine que no puede probar quién es: no tiene certificado de nacimiento, pasaporte, licencia de conducir ni documento nacional de identidad.
Tener documentos probatorios de la identidad jurídica u otros tipos de identificación oficialmente reconocidos es importante para un desarrollo equitativo y sostenible (i). Es un derecho básico y es fundamental para acceder a servicios y oportunidades, como conseguir un empleo, abrir una cuenta bancaria o recibir pagos de asistencia social. El crecimiento de los servicios digitales ha aumentado aún más la necesidad de contar con formas seguras y convenientes de verificar en línea y remotamente la identidad de una persona.
Sin embargo, según nuevas estimaciones, unos 850 millones de personas no tienen un documento de identidad oficial (y mucho menos uno digital) en todo el mundo.
La iniciativa Identificación para el Desarrollo (ID4D) (i) del Banco Mundial aborda de múltiples maneras el problema de la falta de acceso a formas de identificación, y su labor empieza con hacer el recuento de los no contados.
La iniciativa ID4D ha generado estimaciones de la cobertura universal de los sistemas de identificación desde 2016 como parte de su conjunto de datos mundiales (i). Esta información, que se actualizó extensamente en 2021-22, incluye ahora nuevas fuentes de datos que ofrecen el panorama más claro hasta la fecha de la titularidad de documentos de identidad a nivel mundial.
ID4D se asoció con la encuesta Global Findex para obtener datos de encuestas representativas sobre la titularidad y el uso de documentos de identidad entre los adultos. A partir de estos nuevos datos de nivel individual, así como de un conjunto mucho más amplio de datos administrativos proporcionados por las autoridades encargadas de los sistemas de identificación, las estimaciones publicadas a fines de 2022 indican que un poco menos de 850 millones de personas no tienen un documento de identidad oficial en todo el mundo (la metodología completa se describe en el informe Estimaciones de la cobertura universal preparado por ID4D [i]).
¿Quiénes son los 850 millones que no tienen un documento de identidad?
Las personas más afectadas por la falta de acceso a sistemas de identificación y registro civil viven principalmente en economías de ingreso bajo y mediano bajo de África subsahariana y Asia meridional.
Muchos de ellos son parte de grupos marginados y más de la mitad de quienes no poseen documentos de identidad son niños cuyos nacimientos no se han registrado. A pesar de algunos avances, las mujeres que viven en países de ingreso bajo aún tienen 8 puntos porcentuales menos probabilidades de poseer un documento de identidad que los hombres. La brecha también es significativa en otros grupos vulnerables: es menos probable que los adultos de los países de ingreso bajo tengan un documento de identidad cuando son menores de 25 años, solo tienen estudios primarios o menos, están fuera de la fuerza laboral, se encuentran en el 40 % inferior de la distribución del ingreso o viven en zonas rurales.
Causas y consecuencias de la falta de cobertura de los sistemas de identificación
Numerosos obstáculos y desafíos contribuyen a una baja cantidad de personas con documentos de identificación.
El 46 % de los adultos de los países de ingreso bajo dice que no tiene una identificación debido a los requisitos para obtener los documentos; el 44 % señala que la razón es la distancia hasta los puntos de registro, y el 40 % manifiesta que los costos para obtener una cédula de identidad son demasiado altos. Estas barreras suelen ser más graves para las personas con discapacidad, las minorías sexuales o de género, las mujeres y las niñas, y otros grupos vulnerables. En algunos casos, estos grupos enfrentan obstáculos tanto jurídicos como prácticos.
El hecho de no tener un documento de identidad puede afectar negativamente el acceso a los servicios y el cumplimiento de los derechos.
A nivel mundial, alrededor de 1 de cada 3 adultos sin un documento de identidad informó que tenía problemas para utilizar servicios financieros, recibir ayuda financiera del Gobierno, postular a un empleo o votar en las elecciones. Casi el 40 % de los adultos sin un documento de identidad señaló que era difícil obtener una tarjeta SIM o un servicio de teléfono móvil, en tanto que alrededor del 25 % tenía problemas para recibir atención médica.
Pero el hecho de tener un documento de identidad no es suficiente: la calidad también es importante.
Si bien alrededor de 850 millones de personas no poseen documentos de identidad oficial esenciales, eso no significa que los otros 7000 millones de habitantes del mundo tienen una forma efectiva de identificación. Una identificación efectiva es inclusiva, confiable, verificable y adecuada para los fines previstos, como se resumió en los Principios sobre la Identificación para el Desarrollo Sostenible (i) y se describió en detalle en la Guía para profesionales de la ID4D (i). Como parte de esta actualización, se publicarán más datos e información sobre las principales características de los sistemas de identificación y registro civil en todo el mundo.
Enseñanzas clave para los responsables de formular políticas
- Los Gobiernos y otras partes interesadas deben trabajar deliberadamente para reducir o eliminar las barreras que siguen impidiendo a las personas obtener pruebas oficiales o legales de su identidad. Esto implica eliminar las desigualdades, los requisitos onerosos y las tarifas, reformando las leyes y regulaciones pertinentes y mejorando los procesos y las normas de atención al público.
- La interacción y la comunicación integral y proactiva con las comunidades, los líderes locales y las organizaciones de la sociedad civil también es esencial. Para generar confianza y promover la participación se necesitan campañas de información y educación sólidas, la interacción frecuente con la sociedad civil y mecanismos de atención de quejas y reclamos razonables.
- Una recopilación de datos mejor y periódica es necesaria para monitorear y mejorar el acceso a los sistemas de identificación. Los países y los asociados en la tarea del desarrollo deben invertir para mejorar la recopilación de datos sobre los sistemas de identificación a través de múltiples canales, entre ellos los censos y otras encuestas.
Evidentemente, hay mucho margen para mejorar tanto en términos de cobertura como de calidad de los sistemas de identificación. Por lo tanto, el Banco Mundial y su iniciativa ID4D proporcionan apoyo específico para fortalecer la accesibilidad, el diseño y la gestión de los sistemas de identificación y registro civil en 57 países. Estos esfuerzos tienen como objetivo ayudar a las personas a obtener un documento de identidad, si no lo tienen, y a las que ya poseen uno a aprovecharlo plenamente.
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