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El matrimonio infantil ha surgido como una estrategia negativa de supervivencia entre las familias sirias que han sido obligadas a desplazarse al Líbano debido al actual conflicto en Siria. Esta práctica tiene profundas consecuencias no solo para las niñas y su bienestar físico, sicológico y socioeconómico, sino también para sus hijos, familias y comunidades, y de manera más general para el desarrollo mundial. Hasta la fecha, se han realizado escasos estudios destinados a determinar intervenciones eficaces para enfrentar el matrimonio infantil en situaciones humanitarias.
Queen’s University (i) y el
Centro de Recursos para la Igualdad de Género-ABAAD, (i)
con el apoyo de la Iniciativa de Investigaciones sobre Violencia Sexual (SVRI) y el Grupo Banco Mundial, se encuentran investigando los factores que contribuyen al matrimonio infantil en el contexto de la crisis de refugiados sirios. A través de enfoques participativos, se identificarán estrategias basadas en la comunidad que ofrecerían otras opciones a las familias sirias, diferentes al hecho de casar a sus hijas a una edad prematura.
El impacto mundial del matrimonio infantil
El matrimonio infantil es una cuestión mundial de enorme importancia. Según estimaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas, 142 millones de niñas contraerán matrimonio a temprana edad en todo el mundo (i) entre 2011 y 2020, y una cifra adicional de 151 millones de niñas se casarán en la década posterior, lo que equivale a 39 000 niñas cada día. Las niñas casadas tienen alto riesgo de embarazos precoces y complicaciones en el parto, como parto prematuro, parto obstruido o prolongado y mortalidad materna. Los bebés hijos de madres jóvenes corren también un mayor riesgo de presentar bajo peso al nacer, muerte fetal intrauterina y mortalidad neonatal. De hecho, se cree que esta forma de violencia por razón de género impidió lograr avances en los objetivos de desarrollo del milenio 4 y 5 impulsados por las Naciones Unidas, (i) cuyas metas son reducir en dos terceras partes la mortalidad de niños menores de 5 años y reducir un 75 % la tasa de mortalidad materna, respectivamente.
El impacto de casarse a una temprana edad va más allá de las consecuencias en materia de salud. A medida que las niñas casadas asumen sus responsabilidades de esposas, con frecuencia no pueden continuar con su educación formal y, por tanto, su nivel de alfabetización y su potencial de ingresos en el futuro se ven limitados. Además, las niñas suelen casarse con hombres mayores y esta diferencia de edad contribuye a desigualdades poco saludables al interior del matrimonio, agravando las inequidades de género que afectan la capacidad de las mujeres para negociar la adopción de decisiones compartidas. Por consiguiente, las experiencias de violencia física, sicológica y sexual predominan más entre las niñas que se casan a temprana edad que entre aquellas que contraen matrimonio siendo adultas.
El matrimonio infantil y la crisis siria
Los datos disponibles muestran que las tasas de matrimonio infantil han aumentado en el Oriente Medio (i) debido al conflicto sirio y el consiguiente desplazamiento de personas. El aumento de esta práctica en un entorno de conflicto y desplazamiento no es un hecho exclusivo de la crisis siria como indican datos previos, señalando que la vulnerabilidad frente al matrimonio precoz se incrementa durante los conflictos y los desastres naturales. (i) Se cree que la necesidad económica y el deseo de proteger a las niñas de ser víctimas de acoso y violencia sexual por parte de extraños son factores subyacentes que contribuirían al matrimonio infantil, pero existen sin duda otros factores no identificados que se relacionan con normas sociales y culturales afectadas por experiencias de traumas y pérdidas debido a los conflictos. Para aportar nuevas ideas sobre factores sociales, económicos, religiosos, sicosociales y de seguridad que contribuyen al matrimonio infantil entre los refugiados sirios en el Líbano, usamos una novedosa herramienta de recopilación de datos cuantitativos y cualitativos, denominada SenseMaker (i) y que fue desarrollada por la empresa Cognitive Edge. SenseMaker facilita el ingreso de datos electrónicos en tabletas y permite reunir y analizar de manera eficiente grandes cantidades de datos en la forma de relatos breves que son interpretados por el mismo narrador. Gracias a esta característica, se reduce el sesgo de las interpretaciones del investigador y las historias se pueden acceder directamente para dar un contexto a los datos cuantitativos, que se origina en la interpretación de los propios participantes sobre las experiencias compartidas en sus relatos.
En julio y agosto de 2016, un equipo de 12 encuestadores libaneses y sirios previamente capacitados recopiló de manera electrónica 1422 relatos breves interpretados por los propios encuestados acerca de las experiencias de las niñas sirias en el Líbano. Las entrevistas SenseMaker fueron realizadas a niñas sirias casadas y solteras, madres y padres sirios, hombres sirios y libaneses casados y solteros y diversos líderes comunitarios en Beirut, Beqaa y Trípoli. Los resultados se analizarán en Tableau, (i) un programa informático que facilita el reconocimiento de patrones en todos los diferentes subgrupos mediante la desagregación de los datos según varias características demográficas, así como otros factores de contextualización, entre ellos el periodo de permanencia en el Líbano, el tono emocional del relato, etc. De este modo, los investigadores pueden determinar patrones en las historias para obtener ideas que muestren diversos puntos de vista y alternativas.
Los datos SenseMaker serán presentados a los integrantes de la comunidad siria en enero, y se les solicitará su propia interpretación de los resultados. Lo que es más importante, estos debates de los grupos de discusión servirán también como un medio a través del cual las comunidades sirias pueden determinar por sí mismas estrategias locales viables y apropiadas culturalmente para enfrentar a nivel local el problema del matrimonio infantil. Este enfoque promueve la resiliencia comunitaria y ayudará a empoderar a las familias afectadas para que identifiquen elementos de cambio, los que en última instancia serán más sostenibles y más eficientes. Mediante nuestra asociación con el Banco Mundial y la iniciativa SVRI, el análisis de los datos por parte de la comunidad y las estrategias locales se pondrán en conocimiento de una amplia gama de encargados de formular políticas y donantes que están aumentando sus inversiones y compromisos en materia de prevención, respuesta y mitigación de la violencia por razón de género sobre la base de estudios analíticos sólidos, participativos y novedosos.
Para obtener mayor información, póngase en contacto con: susanabartels@gmail.com o saja.michael@abaadmena.org.
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