Menos de una hora después de aterrizar en Puerto Príncipe, Haití, el miércoles de la semana pasada ya estábamos en el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia de la Dirección General de Protección Civil analizando de qué manera la Asociación Internacional de Fomento (AIF) puede ayudar a fortalecer la capacidad de gestión de riesgos de desastres del país. Sorprendentemente, el centro se puso en marcha en mayo de 2024 a pesar de la crisis política y de seguridad que se estaba produciendo en ese momento, lo que demuestra la resiliencia de la implementación del programa de la AIF en Haití. Observamos resultados similares en otros programas y durante la visita de campo a la península meridional, donde los proyectos de la AIF tienen un impacto visible en la vida de los habitantes de esa zona.
La Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial mantiene su firme compromiso con Haití cuando el país hace frente a una crisis multidimensional y de gran alcance. Al igual que muchos otros Estados frágiles y afectados por conflictos, Haití enfrenta un deterioro de su economía, inseguridad alimentaria, volatilidad política y desastres naturales. La grave violencia de las pandillas en la capital, Puerto Príncipe, es una manifestación de la inestabilidad social y económica para la cual no hay una solución fácil. En estas condiciones, la AIF se centra en ayudar a Haití a estabilizarse y romper la trampa de la crisis y la fragilidad, un círculo vicioso en el que las crisis simultáneas exacerban la inseguridad.
En nuestro viaje, del 28 al 30 de agosto de 2024, nos reunimos con el primer ministro Gary Conille, ministros del gabinete, altos funcionarios gubernamentales, asociados para el desarrollo, haitianos beneficiados con el apoyo de la AIF y otras partes interesadas clave. El viaje brindó la oportunidad de reafirmar el apoyo del Banco Mundial al nuevo Gobierno de transición y analizar cómo maximizar el impacto de las inversiones de la AIF en el país.
Ayudar a millones de personas en las áreas de la salud, la educación y la seguridad alimentaria
El Banco Mundial ha proporcionado al pueblo haitiano un apoyo esencial en materia de salud, educación y seguridad alimentaria, y para generar resiliencia. Estos esfuerzos han permitido aumentar el acceso a los servicios de salud maternoinfantil para alrededor de 1,8 millones de personas y vacunar a 3,5 millones de niños.
Con la ayuda del Banco Mundial, por ejemplo, el centro de salud de Mouline, devastado por el huracán Matthew en 2016 y un terremoto en 2021, ha sido renovado y ahora atiende a unos 4000 pacientes. El financiamiento del Banco Mundial también se ha utilizado para otorgar donaciones condicionadas a más de 100 escuelas, distribuir libros de texto y kits de materiales escolares para más de 80 000 estudiantes de escuelas públicas al año y preparar alrededor de 8 millones de raciones de comidas calientes para los niños durante el año escolar 2021-22. Además, se entregaron transferencias monetarias de USD 300 a casi 4000 hogares.
La AIF continuará brindando apoyo para los servicios básicos de Haití y, al mismo tiempo, colaborará con el Gobierno para priorizar las reformas en materia de estabilidad macroeconómica y fortalecer una gestión de gobierno responsable, transparente e inclusiva.
Cuatro de cada USD 10 que entrega la AIF apoyan a los países que enfrentan situaciones de fragilidad, conflicto y violencia
El modelo de financiamiento en condiciones concesionarias de la AIF permite proporcionar apoyo fundamental a Haití y a otros países afectados por fragilidad, conflictos y violencia (FCV). A nivel mundial, la AIF ha quintuplicado su ayuda a estos países en la última década. Estos compromisos representan alrededor del 40 % de los recursos totales de la AIF y más de la mitad de todas las donaciones.
Nuestra labor coincide ampliamente con la Estrategia del Banco Mundial sobre FCV para 2020-25 (i), en la que se reconoce que es esencial abordar los factores que impulsan la FCV para reducir la pobreza extrema y lograr avances en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La AIF ofrece a los países mecanismos de financiamiento y herramientas de gestión de riesgos flexibles, adaptables y aptos para su fin, con apoyo específico y adaptado para ayudarlos a trazar nuevas vías de desarrollo.
Para lograr el máximo impacto, nos asociamos con otras organizaciones, como los organismos de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, otros bancos de desarrollo, la Unión Europea, asociados bilaterales, instituciones regionales, el sector privado y la sociedad civil.
En Haití, el Banco Mundial aprovecha su posición de asociado en el desarrollo de confianza para facilitar la expansión de las reformas a través del diálogo con el Gobierno y otras partes interesadas clave, como el sector privado, los círculos académicos, los medios de comunicación y otros actores no gubernamentales.
Compromisos actuales con Haití
Hasta fines de abril de 2024, la AIF había invertido USD 1300 millones en Haití, que se complementaron con USD 53,7 millones de fondos fiduciarios. Más del 80 % de los proyectos respaldados por la AIF se ejecutan fuera de la capital para garantizar que los fondos lleguen a las personas más pobres.
Nuestra visita en agosto nos dio la oportunidad de hacer hincapié en la necesidad de completar el proceso de consulta para la nueva estrategia de alianza con el país y en cómo el paquete de recursos para situaciones de FCV puede superar la asignación de asistencia de la AIF para Haití. Esto podría permitir al país beneficiarse de fondos adicionales para respaldar sus esfuerzos por abordar la crisis actual y los factores subyacentes del conflicto.
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