Publicado en Voces

Invertir en la gestión de riesgos financieros antes de las crisis ayuda a atenuar las necesidades de recuperación posteriores a los desastres

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Una niña en un centro de evacuación en Filipinas en el año 2009. Fotografía: Jerome Ascano/Banco Mundial.

Dado que los desastres (i) naturales pueden producirse en cualquier momento y en cualquier lugar, hacer preparativos a largo plazo es mucho más eficaz que tratar por todos los medios de responder a una crisis. Me di cuenta de ello cuando el huracán Mitch hizo estragos en Honduras y mi abuela debió ser evacuada porque el río había llegado hasta el primer piso de su casa.

A medida que el cambio climático exacerba los fenómenos meteorológicos en gran parte del planeta, los países recurren al apoyo del Grupo Banco Mundial para mejorar su resiliencia física y financiera a los desastres.

Estamos trabajando cada vez más con los Gobiernos para fortalecer la planificación financiera y la gestión de riesgos antes de que ocurran los desastres, y no solo con el fin de reunir fondos para ayudar a los países a recuperarse luego de la catástrofe.

Los instrumentos basados en el mercado —como los seguros— pueden servir para amortiguar el efecto de los desastres naturales, ayudando a los países a evitar lo peor del impacto financiero de las crisis.

Pero los Gobiernos a menudo carecen de los incentivos adecuados para invertir en soluciones financieras que se adelanten a los desastres. Las autoridades normativas a las que se pide que destinen parte del presupuesto nacional al pago de primas de seguro suelen verse sometidas, comprensiblemente, a la presión popular para que el dinero se gaste en problemas más inmediatos.

Sin embargo, no dar a los preparativos anteriores a las crisis la importancia que merecen puede conllevar un precio elevado.

A continuación se enumeran cinco razones por las cuales invertir en la gestión de riesgos financieros antes de las crisis puede ayudar a atenuar las necesidades de recuperación posteriores a los desastres ​. 

  1. Los desastres imponen costos muy elevados a las sociedades, sobre a todo a los pobres y los más vulnerables. Los mercados de seguro están poco desarrollados en muchas economías emergentes, donde la tasa de penetración del seguro contra riesgos de catástrofe suele ubicarse por debajo del 5 %. Dado que solo el 17 % de las personas de los países en desarrollo tiene acceso a ahorros financieros y seguros, los hogares y las pymes deben afrontar por sí mismos la mayor parte de las pérdidas.
  2. Las soluciones de seguro son esenciales para diseñar amplias estrategias de financiamiento de riesgos de desastres.  A través de los seguros se proporciona capital a los lugares que más lo necesitan, en el momento en que resulta más eficaz. Al poner precio a los riesgos, el seguro también incentiva a las comunidades a gestionarlos y reducirlos de manera adecuada.
  3. No existe ningún producto universal que pueda aplicarse a todas las economías. El Grupo Banco Mundial cuenta con una amplia gama de productos financieros y servicios de asesoramiento que pueden adaptarse a las necesidades de cada país, y abarcan desde el acceso a soluciones basadas en el mercado (como los seguros) hasta servicios de fortalecimiento de la capacidad para incrementar el conocimiento de estas soluciones financieras.
  4. Los países en desarrollo son conscientes de su necesidad de mejorar la resiliencia financiera a los desastres y de planificar con anticipación. El desarrollo de modelos de riesgos (i) está cobrando impulso. El Grupo Banco Mundial está trabajando con empresas desarrolladoras de modelos de riesgos para confeccionar modelos de catástrofes, como el primer modelo de riesgos de catástrofe del Pacífico Sur, con el que hoy se respalda el Programa de Seguros contra Riesgos de Catástrofes en el Pacífico. (i) Dicho modelo se basa en el Sistema de Información sobre Riesgos en el Pacífico, la primera base de datos regional, que cuenta con más de 3,5 millones de edificios georreferenciados e infraestructura en 15 países insulares del Pacífico.
  5. El sector privado resulta indispensable a la hora de ayudar a los países y las comunidades a gestionar los riesgos antes de que se produzcan los desastres.​  Las reaseguradoras privadas y los bancos de inversión cuentan con productos innovadores que ofrecen a los países soluciones financieras soberanas contra los peligros naturales. No obstante, muchos países a menudo necesitan asistencia para fortalecer la capacidad institucional a fin de poder evaluar si los productos propuestos son eficaces, tienen un precio adecuado y se corresponden con la estrategia vigente del Gobierno en materia de desastres.
    Los fondos para riesgos de catástrofe (i) constituyen un buen ejemplo de alianzas público-privadas eficaces. (i) Los fondos soberanos de seguros contra riesgos de catástrofe en el Caribe y el Pacífico brindan una cobertura anual agregada de más de USD 650 millones a 21 países. Asimismo, a través del Fondo Turco de Seguros contra Riesgos de Catástrofe y el Mecanismo de Seguros contra Riesgos de Catástrofe para Europa Sudoriental y el Cáucaso se construye infraestructura de mercado para seguros privados contra riesgos de desastres.
Sin embargo, para que la gestión de los riesgos financieros funcione debidamente, muchos países en desarrollo deben:
  • Fortalecer la legislación de base sobre seguros, adoptar un marco regulatorio basado en el riesgo, y mejorar la supervisión y el control en el sector de seguros, especialmente en el caso de los seguros contra riesgos de catástrofe.
  • Fortalecer la capacidad local y mejorar la capacitación científico-técnica a fin de que los países posean conocimientos especializados necesarios para ayudar a los encargados de formular las políticas (como ministros de Finanzas) a comprender mejor los modelos de riesgos y los análisis financieros, de manera que puedan tomar decisiones informadas sobre la gestión financiera de los desastres.
  • Adoptar una cultura orientada a la gestión de los riesgos, al planteo de casos hipotéticos (“¿Qué pasaría si...?”) y al pensamiento a largo plazo que trascienda los ciclos políticos.

En el Grupo Banco Mundial, sabemos que la inversión en el desarrollo debe incluir los riesgos relacionados con los desastres y el cambio climático. Para poner en práctica lo que aconsejamos, actualmente evaluamos con detenimiento todos los proyectos que financia nuestra entidad dedicada a otorgar financiamiento en condiciones concesionarias, la Asociación Internacional de Fomento (AIF), (i) para riesgos relacionados con el cambio climático y los desastres, y tenemos previsto extender esta evaluación a los servicios financieros que prestamos a los países de ingreso mediano y para las operaciones de inversión del sector privado.

No obstante, para lograr verdadera eficacia a nivel mundial, a través de una sólida alianza con el sector de seguros se podría consolidar la resiliencia de los países y reducir la vulnerabilidad humana, al tiempo que se mantienen bien encaminados los avances en materia de desarrollo que tanto esfuerzo han costado.

Video: Desarrollo de modelos de riesgos de desastre y alianzas público-privadas: Oportunidades para los seguros (i)

Este blog también aparece publicado en The Huffington Post. (i)


Autores

Gloria M. Grandolini

Former Senior Director for Finance and Markets Global Practice, Finance & Markets, and Chair of the Global Remittances Working Group

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