Cuando uno piensa acerca del Caribe, se vienen a la mente cielos soleados y playas hermosas. Pero más allá del agua color turquesa se esconde una historia sobre el matrimonio de menores de edad, una práctica que aún persiste en toda la región.
Mi nani (abuela materna, en hindi) procedía de una familia de bajos ingresos de la isla de Trinidad. Mientras crecía, ella trabajó en una plantación de azúcar con sus hermanos. Sin embargo, la pobreza que sufrió y el trabajo manual que tenía que hacer no se comparó con lo que vivió después de la muerte de su madre.
El repentino fallecimiento de mi bisabuela dejó a su esposo con seis hijos que cuidar. Obligado por las presiones económicas, él “casó” a sus hijos uno por uno. Mi tía abuela contrajo matrimonio a los 12 años de edad. Y mi nani tenía 16 años cuando se convirtió en una mujer casada durante una ceremonia hinduista tradicional. Ella perdió la oportunidad de educarse, y tuvo que empezar una nueva vida muy difícil.
Durante los primeros cinco años de casada, tuvo cinco abortos espontáneos, sufriendo física y psicológicamente. Finalmente, nació mi mamá, y luego dio a luz a otros cuatro niños en un breve periodo de tiempo.
Las niñas casadas son más susceptibles de ser víctimas de abuso, (PDF, en inglés) y mi nani no fue la excepción. La manera cómo la trataba mi abuelo originó un inestable entorno familiar. Ella fue perseverante y decidió que sus propios hijos no seguirían con la costumbre del matrimonio infantil.
Pero esta práctica aún persiste en todo el Caribe. En la República Dominicana cerca del 37 % de todos los matrimonios (PDF) ocurre a los 18 años de edad, siendo la tasa más alta en la región. En Trinidad y Tabago, de donde provengo, por lo menos 747 niñas se casaron entre 2005 y 2009. Esto puede parecer una cifra pequeña, pero es bastante considerable por tratarse de una isla de solo 1,3 millones de habitantes.
¿De qué manera países como Trinidad y Tabago pueden enfrentar el matrimonio infantil?
Si bien Trinidad y Tabago establece que la edad legal para contraer matrimonio para las niñas y los niños es 18 años, (PDF, en inglés) la legislación permite que las niñas se casen a cualquier edad si tienen el consentimiento de sus padres. Y el matrimonio infantil no es legalmente prohibido ni sancionado.
El proyecto Mujer, Empresa y el Derecho (PDF) del Grupo Banco Mundial realiza el seguimiento de leyes relacionadas con el matrimonio infantil. En su informe de 2016, destaca que solo 19 de las 173 economías incluidas en el estudio han establecido que la edad mínima legal para contraer matrimonio sin excepciones es 18 años. Y en una sinopsis normativa publicada hoy, y que se titula Closing the Gap—Improving Laws Protecting Women from Violence (PDF, en inglés), se concluye que la tasa de matriculación femenina en la educación secundaria es más alta cuando la edad legal para casarse para las niñas es 18 años o más.
Los países pueden contribuir más para detener el matrimonio infantil, estableciendo mejores protecciones legales y eliminando las excepciones a la edad legal para contraer nupcias, algo que aún se permite en todos los países caribeños. Sin embargo, algunas naciones en la región han avanzado; por ejemplo, las Bahamas, Belice, Haití y Jamaica han prohibido por ley el matrimonio infantil y han establecido sanciones para esta práctica.
Y diversos países fuera de la región también han realizado progresos en el último tiempo. Según Mujer, Empresa y el Derecho , (PDF) cinco países —Egipto, India, Kenya, Suecia y Viet Nam— entre 2013 y 2015 declararon que la edad legal parar contraer matrimonio para las niñas es 18 años, eliminaron todas las excepciones vigentes, prohibieron el matrimonio infantil y fijaron penas.
Acabar con la costumbre del matrimonio infantil permitió a mi madre y sus hermanos escapar de la pobreza. Mi madre y su hermana, al estar empoderadas y tener acceso a educarse, pudieron ofrecer un futuro prometedor a sus hijos. Gracias a mejores protecciones legales para enfrentar el matrimonio infantil, mujeres como mi nani pueden también romper el ciclo de la pobreza.
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