Los recursos públicos muy limitados, por un lado, y las enormes necesidades existentes de infraestructura para servicios básicos, por el otro, hacen que la participación privada en los mercados emergentes y las economías en desarrollo no sea solo crítica, sino también imprescindible. Atraer financiamiento privado es esencial para estimular el desarrollo económico y lograr los dos objetivos (i) de poner fin a la pobreza extrema y aumentar la prosperidad compartida, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible. (i)
La Base de datos sobre la participación privada en infraestructura (PPI), (i) que incluye información de un periodo de más de 27 años, se ha convertido en una herramienta y medida poderosa para evaluar el nivel de inversión privada en infraestructura en los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
Además de los sectores de energía, transporte, y agua y alcantarillado, la Base de datos PPI, a partir de 2017, contiene información sobre la red central de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) . Esto incluye los cables de fibra óptica, las torres de telefonía móvil y otros activos físicos con un componente gubernamental activo. Hacer el seguimiento de la inversión privada en este sector será cada vez más importante debido a la función esencial que las TIC desempeñan en el desarrollo. En el mundo existen unos 7000 millones de conexiones móviles y la cobertura de redes 3G llega al 60 %, por lo que el sector de las TIC es fundamental para las innovaciones disruptivas y para avanzar en materia de desarrollo y aumentar el impacto durante la Cuarta Revolución Industrial.
Megaproyectos, más países y mayor respaldo del Gobierno impulsan la participación privada en infraestructura en 2017
Los datos de 2017 de la Base de datos PPI, publicados recientemente, indican un aumento de 37 % en los niveles de inversión en comparación con 2016 . Sin embargo, continúa siendo el segundo nivel de inversión más bajo en la década pasada y es 15 % más bajo que el promedio de los últimos cinco años. Tras un examen más detenido, se observa que el aumento respecto de los niveles de 2016 se puede atribuir a unos pocos megaproyectos en China e Indonesia, así como a una recuperación en Asia meridional, encabezada principalmente por Pakistán. También destaca el hecho de que el tamaño promedio de los proyectos aumentó en un 26 % en 2017, y unos 20 megaproyectos promediaron USD 2400 millones por proyecto y representaron el 51 % de la inversión privada total en infraestructura.
La curva ascendente en los niveles de inversión en 2017 sin duda se correlaciona con el aumento del respaldo gubernamental a proyectos, lo que significa que las políticas públicas, las regulaciones, el buen gobierno y la transparencia desempeñan una función importante en el fomento de una mayor participación privada en el sector de infraestructura. El apoyo del Gobierno a proyectos aumentó de 94 proyectos en 2016 a 135 en 2017. Cabe señalar que el porcentaje decreciente del respaldo gubernamental a proyectos se correspondió con la baja en los niveles de inversión entre 2012 y 2016.
A nivel mundial, Asia oriental y el Pacífico encabeza la participación privada en infraestructura, y la energía es el sector predominante
La región de Asia oriental y el Pacífico recibió el nivel más alto de inversión, mientras que América Latina y el Caribe y África al sur del Sahara recibieron el nivel más bajo y el segundo nivel más bajo de inversión en los últimos 10 años, respectivamente. Con USD 49 000 millones, Asia oriental y el Pacífico representó más de la mitad de la inversión privada total en infraestructura, y superó por primera vez a América Latina y el Caribe.
Las inversiones en el sector de energía continúan siendo predominantes, pero las inversiones en transporte se duplicaron gracias a tres megaproyectos ferroviarios, y el nuevo sector de la red central de TIC registró también un fuerte aumento . Las inversiones en el sector de transporte casi se duplicaron de USD 18 800 millones en 2016 a USD 36 500 millones en 2017, debido en gran medida a megaproyectos, tales como el proyecto de ferrocarriles de alta velocidad por valor de USD 6800 millones en China, otro proyecto del mismo tipo por un monto de USD 6000 millones en Indonesia y un proyecto de monocarril por valor de USD 3100 millones en Tailandia. En el caso del sector de la red central de TIC, las inversiones aumentaron de solo USD 462 millones en 2016 a USD 3000 millones en 2017 como consecuencia de dos megaproyectos de desarrollo de la infraestructura de la red.
El desempeño de diferentes países en 2017
- 52 países recibieron inversiones privadas en infraestructura, lo que representa un aumento importante respecto de los niveles de 2016 (37 países) y del promedio de los últimos cinco años (41 países) .
- China, Indonesia, México, Brasil y Pakistán fueron los cinco principales destinos y en conjunto atrajeron el 58 % de las inversiones globales.
- Excepto México, con un 63 % de financiamiento comercial, todos los otros principales destinos registran un porcentaje bastante bajo: Indonesia, 23 %; Pakistán, 7 %; y Brasil, 4 %.
- Se observó un número sin precedentes de proyectos en Egipto, mientras que en Brasil, Colombia y Turquía se produjo una fuerte caída en la cantidad de proyectos.
- Las inversiones en los países más pobres del mundo llegaron al 8,5 % de las inversiones globales en 2017 en comparación con el 4,3 % en 2016 . El valor de las inversiones sumó USD 7900 millones y estas financiaron 35 proyectos en 17 países, a diferencia del promedio de 14 países en los últimos 10 años.
- Los proyectos de energía renovable continuaron aumentando en 2017, pero el porcentaje de las inversiones en generación de electricidad registró una caída debido a megaproyectos de centrales de carbón en Indonesia por valor de USD 7700 millones. De los 197 proyectos de generación de electricidad en 2017, 173 (88 %) son proyectos de energía renovable. En particular, el porcentaje de inversiones en energía renovable en 2017 disminuyó a 57 % en comparación con el promedio de 64 % en los últimos cinco años.
- Del total de inversiones, 70 % se financió mediante deuda, con un 24 % de la deuda obtenida de proveedores bilaterales y 22 % de proveedores comerciales. El 55 % de la deuda se obtuvo de fuentes internacionales. El 45 % de las inversiones fue financiado por fuentes privadas, el 25 % por fuentes públicas y el 30 % por fuentes de instituciones de financiamiento para el desarrollo.
Por un lado, hay amplios motivos para ser optimistas, ya que la inversión privada en infraestructura en los mercados emergentes y las economías en desarrollo muestra signos de recuperación. Pero, por otro lado, solo el tiempo dirá si esto fue o no un repunte extraordinario impulsado por unos pocos megaproyectos y regímenes de políticas favorables en algunos países. Siga visitando el sitio de la Base de datos PPI (i) para obtener más información actualizada sobre los niveles de inversión privada en los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
Descargue el Informe anual 2017 de la participación privada en infraestructura. (PDF, en inglés)
La Base de datos PPI (i) es un producto del Grupo de Infraestructura, APP y Garantías (IPG) (i) y es administrada por el Centro de Singapur (i) del Grupo Banco Mundial dedicado a los sectores de infraestructura y desarrollo urbano. Es la base de datos más completa de las inversiones en infraestructura en el mundo en desarrollo. Este proyecto fue realizado por el equipo de la Base de datos PPI encabezado por Deblina Saha (i) y conformado por Seong Ho Hong, Alex Shao, Akhilesh Modi y Iuliia Zemlytska.
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