Publicado en Voces

Un año de oportunidades para combatir el cambio climático y transformar las economías

A glacier in Chile. © Curt Carnemark/World Bank


Los científicos declararon que el año pasado fue el año más caluroso en la Tierra desde que se realizan registros en 1880, y una serie de informes científicos descubrieron que se intensifican el derretimiento de los glaciares y los eventos climáticos extremos. No puede haber duda de que este año los líderes mundiales se deben comprometer a transformar sus economías para combatir el cambio climático. 

Debemos poner fin a décadas de subsidios dañinos de los combustibles fósiles y volver a dirigir esos recursos a las personas que los necesitan. Debemos ponerle un precio al carbono y comenzar a contener la contaminación que genera el cambio climático. Y los líderes mundiales deben producir un acuerdo sustancial sobre el clima en París que comprometa a todos los países a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
 
En Davos esta semana, líderes de todos los rincones del mundo, representando tanto a los sectores público como privado, están discutiendo estos temas que son críticamente importantes. Muchos son ya líderes en el tema del clima, innovadores que están transformando sus propias operaciones y economías hacia motores sostenibles y competitivos del crecimiento para un futuro con bajo nivel de emisiones de carbono, pero muchos más se deben unir a ellos.
 
Ahora tenemos una serie de oportunidades en juego que nos dan el potencial para avances decisivos:
 

  • Los bajos precios del petróleo han creado incentivos para tomar una acción decisiva, incluyendo ponerle un precio al carbono, aumentar los estándares de eficiencia energética y eliminar los subsidios a los combustibles fósiles. Con la disminución perceptible de los precios en los últimos seis meses, los Gobiernos en los países importadores de petróleo cuentan con un colchón para aumentar el precio del petróleo proporcionándoles también más ayuda a los pobres.
  • Gobiernos de todo el mundo están revisando el impacto del cambio climático en sus países y economías mientras consideran sus compromisos nacionales con el clima que les darán forma al acuerdo internacional sobre el clima en París en diciembre.
  • Los países están ahora analizando los costos económicos cada vez mayores de los desastres naturales en el momento en que 130 naciones trabajan para generar un marco post-2015 para la reducción del riesgo de desastres que se analizará en una conferencia en Sendai en marzo. Las pérdidas económicas derivadas de desastres naturales se han más que triplicado durante las últimas tres décadas, desde un promedio de alrededor de US$40 000 millones anuales en los años 80, a cerca de US$140 000 millones anuales en la década pasada hasta 2012, de los cuales alrededor de dos tercios tienen relación con el clima.

 
Establecer un precio del carbono
 
En Davos, la fijación del precio del carbono será el principal de los temas relacionados con el clima. En conversaciones con los ministros de Hacienda y los líderes empresariales durante los últimos dos años, he observado que el foco ha pasado de las dudas sobre si era posible tomar acciones a encontrar las maneras de establecer un precio del carbono de manera más eficaz. Casi 40 países y más de 20 ciudades, estados y provincias ahora usan un mecanismo de precios del carbono o planean hacerlo; Corea del Sur, por ejemplo, comenzó el comercio de carbono la semana pasada. En la Cumbre sobre el Clima convocada por el secretario general de las Naciones Unidas en septiembre, 74 países y más de 1000 empresas expresaron el apoyo a la fijación del precio a las emisiones de carbono.
 
El sector privado está liderando cada vez más la lucha por el clima. En Davos, los líderes empresariales presentarán soluciones posibles para reducir las emisiones y para establecer un precio al carbono. Debido a que las finanzas públicas no solucionarán solas el desafío del clima, necesitamos la participación activa del sector privado para encontrar las soluciones que beneficien a sus empresas así como a la Tierra.
 
Eliminar los subsidios
 
Reformular los subsidios a los combustibles fósiles será un paso crítico y necesario. Más de US$500 000 millones se hunden en subsidios directos a los combustibles fósiles anualmente a nivel mundial, lo que representa más del 5 % del PIB en varios países.
 
Este es dinero que se debe invertir en resiliencia, atención de salud y ayuda específica para los pobres, y en desarrollar tecnologías limpias que puedan mover al mundo hacia un futuro más seguro. Brasil, Indonesia y México son algunos de los países que han desarrollado redes de protección social más fuertes y más limpias para ayudar directamente a los pobres conjuntamente con la reforma de los subsidios.
 
Los paquetes de la políticas que incluyen estos componentes proporcionan la confianza y la previsibilidad que todos los inversionistas y consumidores necesitan para cambiar sus decisiones y comportamientos. Estaremos trabajando con los asociados para ayudar a los países a mover sus economías a producir un futuro más limpio y más próspero para todos nosotros.
 
Los líderes mundiales tienen la oportunidad este año de hacer inversiones y decisiones políticas inteligentes que reducirán dramáticamente las emisiones nocivas y protegerán a sus ciudadanos de la severidad cada vez mayor de los eventos climáticos extremos.
 
Nuestras decisiones ahora pueden conducir a un mundo más limpio y más sano. Con fuertes líderes tanto del sector público como del privado, podemos ahora retardar el cambio climático estableciendo un precio del carbono, eliminando los subsidios a los combustibles, y aportar planes audaces e innovadores para los países.  Este año debe ser el año en que el mundo se aleje de la trayectoria destructiva en la que hemos estado durante demasiado tiempo. 

Este artículo fue publicado por primera vez en Huffington Post (i).


Autores

Jim Yong Kim

Ex Presidente del Grupo del Banco Mundial

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