La industria mundial de la ropa se ha visto obligada a enfrentar algunas realidades duras y desagradables durante estos últimos años, y se la ha criticado por comprometerse en una “carrera hasta lo más bajo” especialmente en lo que tiene relación con las condiciones en que se fabrican algunas prendas.
En Levi Strauss & Co., decidimos hace tiempo que era una prioridad mantener fuertes estándares laborales, ambientales, sanitarios y de seguridad con nuestros vendedores. En 1991, fuimos la primera empresa transnacional de ropa que estableció un código de trabajo integral de conducta —Términos de Compromiso (TOE, por sus siglas en inglés)— para nuestros proveedores de confección de indumentaria. Hoy, nuestros TOE son apoyados por un programa que determinará en qué medida los proveedores están cumpliendo nuestros estándares y, si se identifican problemas, cómo superarlos.
A través de los años, hemos visto que la industria adopta códigos de conducta y hace enormes avances para aumentar la transparencia acerca de dónde se fabrican los productos y para mejorar las condiciones de los trabajadores en esos lugares. Sin embargo, crear un cambio más significativo, al nivel de toda la industria, requerirá probar nuevos enfoques. Debemos encontrar nuevas maneras de recompensar e incentivar a los proveedores que muestren las mejores prácticas.
Por eso nos sentimos honrados de trabajar con IFC (Corporación Financiera Internacional) en el Programa Global de Financiamiento para Proveedores del Comercio de incentivos de sostenibilidad (GTSF, por sus siglas en inglés). Esta innovadora iniciativa ofrece incentivos financieros a los fabricantes de ropa que se desempeñen bien en los indicadores de sostenibilidad.
El programa GTSF presenta una evolución emocionante de nuestro trabajo. Esperamos que las ventajas financieras que ofrece incentivarán a nuestros vendedores a llevar a cabo otras mejoras en su desempeño de sostenibilidad. Y, si el programa de incentivos de GTSF tiene éxito, esperamos que la IFC lo amplíe al resto de la industria. Estas inversiones continuas tienen el potencial de crear un efecto dominó a través de las economías de los países en desarrollo.
Tenemos la esperanza de que nuestras predicciones sean acertadas. Para nosotros, el éxito será verdadero cuando este tipo de programas se proyecte a través de la industria a otras marcas, minoristas y vendedores. Nuestra meta es crear una “carrera hasta lo más alto” que todos en la industria de la ropa puedan ganar.
Únase a la conversación