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Prepararse hoy para el mañana: aplicar pruebas de tensión en los sistemas de protección social

Chantal est une bénéficiaire du programme de filet de sécurité sociale financé par l'IDA à Madagascar. L'argent l'aide à acheter de la nourriture et à investir dans des cultures et des petits animaux pour obtenir un revenu supplémentaire. Photo : Sarah Farhat/Banque mondiale
Chantal es beneficiaria del Programa de Redes de Protección Social financiado por la AIF en Madagascar. Con el dinero que recibe compra alimentos e invierte en cultivos y pequeños animales para generar ingresos adicionales. Fotografía: Sarah Farhat/Banco Mundial.

Las crisis económicas constituyen una grave amenaza a la reducción de la pobreza y la prosperidad compartida. En el informe titulado La pobreza y la prosperidad compartida 2020 se pone de relieve el impacto negativo del cambio climático, la fragilidad y los conflictos en los esfuerzos mundiales por reducir la pobreza e incrementar la prosperidad y se señala que, para 2030, unos 132 millones de personas podrían caer en la pobreza como consecuencia de los impactos del cambio climático en sus vidas y sus medios de subsistencia. Los pobres son los más vulnerables a los impactos negativos de las crisis debido a la situación en la que viven y trabajan, y a su imposibilidad para generar sus propios reaseguros.  Los afectados suelen sufrir pérdidas que influyen no solo en sus ingresos actuales, sino también en su capacidad productiva futura.

Por esa razón, debemos abordar la vulnerabilidad frente a la pobreza si pretendemos avanzar de manera sostenida en la mejora de los niveles de vida de los más desfavorecidos. Para esto, es necesario crear mecanismos que permitan a los pobres y vulnerables generar resiliencia, al tiempo que se fortalecen los sistemas de protección social.

Herramientas para mejorar la respuesta a las crisis en el futuro

La tecnología puede contribuir a que numerosas crisis, como la pandemia de COVID-19, y sus impactos se vuelvan más previsibles.  Por ejemplo, los nuevos datos y tecnologías permiten en medida creciente elaborar modelos de fenómenos climáticos extremos y examinar sus impactos en los hogares en caso de que se produzcan. Asimismo, en los últimos años los métodos para evaluar los riesgos y medir la vulnerabilidad y la pobreza de los hogares han mejorado considerablemente. Se pueden utilizar herramientas de análisis de la vulnerabilidad, combinadas con datos satelitales, para determinar la cantidad y la ubicación de las personas que necesitarán asistencia durante una crisis. A partir de esta información, las autoridades locales pueden determinar si los hogares y las personas vulnerables tienen acceso a las redes de protección social existentes. De este modo, podemos comenzar a evaluar el nivel de preparación de los sistemas de protección social disponibles aun antes de que se desate una crisis.

Tras la crisis financiera de 2007-08, se volvió una práctica común aplicar pruebas de tensión en los bancos comerciales a fin de medir su capacidad para soportar conmociones financieras sistémicas. Utilizando este enfoque, el Banco Mundial convocó a un equipo multidisciplinario que diseñó una herramienta para someter a los sistemas de protección social a una prueba de tensión comparando el alcance de las necesidades y el momento en que surgen tras las crisis con la capacidad de los sistemas existentes para ampliarse y adaptarse. La primera versión de la herramienta puede encontrarse en este enlace (PDF, en inglés), y en el futuro se ofrecerán actualizaciones basadas en las enseñanzas que se extraigan a partir de su aplicación en los países.

Esta herramienta de evaluación rápida ofrece varias maneras de simular la magnitud del impacto en el bienestar de los hogares (y las necesidades consiguientes) que pueden generar diversas crisis de distintas intensidades, para lo cual utiliza encuestas de hogares y datos históricos. Ayuda a identificar a las personas que han caído en la pobreza o se han vuelto vulnerables a ella después de una crisis, como se muestra en el gráfico 1.

Gráfico linear
Gráfico 1: Identificación de las personas que caen en la pobreza o que se vuelven más pobres como consecuencia de un evento específico

La herramienta también está diseñada para ayudar a los responsables de formular políticas y a los profesionales a evaluar en qué medida es necesario incrementar las transferencias de efectivo que entrega el Gobierno en función de las capacidades actuales, y cómo hacerlas más flexibles y adaptables en el futuro. Se basa en los siguientes elementos fundamentales de la protección social adaptativa: financiamiento; programas y sistemas de prestación de servicios; datos e información, e instituciones y asociaciones. En el gráfico 2 se muestra un ejemplo de la aplicación de la herramienta.

Herramienta de prueba de tensión en un país.
Gráfico 2: Ejemplo de la aplicación de la segunda parte de la herramienta de prueba de tensión en un país.

La preparación financiera va de la mano de la preparación operativa

Desde el punto de vista financiero, el objetivo de esta labor es identificar las medidas ya existentes que puedan utilizarse para proporcionar liquidez inmediata en forma oportuna. La preparación financiera marca la diferencia: por ejemplo, gracias a que se contaba con una fuente de financiamiento previamente establecida, como la opción de giro diferido para casos de catástrofe, se pudo proporcionar apoyo con rapidez a muchos países tras el golpe inicial de la pandemia de COVID-19. Si no hay un mecanismo de financiamiento establecido previamente, se necesita tiempo para identificar las fuentes de recursos y a menudo se requiere reasignar partidas presupuestarias. Esto conlleva un alto costo de oportunidad, ya que se dispone de menos dinero para los proyectos de desarrollo clave.

Más allá del financiamiento

La preparación financiera va de la mano de la preparación operativa.  Aun cuando haya financiamiento, si no se cuenta con un registro social con beneficiarios claramente identificados, no se logrará mucho. Identificar qué hogares deben recibir apoyo financiero, cuándo y cómo es una parte esencial de la protección social adaptativa.

En las situaciones de crisis, también tendrán que estar cubiertas muchas personas que no forman parte de los programas de protección social , por lo que es importante que quienes no poseen cuentas bancarias tengan acceso a opciones previamente organizadas a través de proveedores de servicios registrados y procesos conexos. De esta manera, no solo los beneficiarios que ya tienen cuentas podrán recibir fondos rápidamente.

La herramienta creada para aplicar pruebas de tensión en los sistemas de protección social muestra de qué manera un análisis sólido puede brindar información importante para incrementar la resiliencia de los hogares pobres y vulnerables. Si invertimos en su capacidad para prepararse frente a las crisis, hacerles frente y adaptarse a ellas, podremos ayudarlos a no caer en la pobreza o contribuir a que su situación no se agrave. Tenemos previsto actualizar y mejorar la herramienta con el transcurso del tiempo sobre la base de los comentarios que recibamos durante su aplicación en los países prioritarios. Esta labor puede ayudar a orientar un enfoque de desarrollo verde, resiliente e inclusivo en favor de los más necesitados.


Autores

Jean Pesme

Director mundial, Departamento de Prácticas Mundiales de Comercio, Inversión y Competitividad, Banco Mundial

Michal Rutkowski

Director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial

Carolina Sánchez-Páramo

Directora mundial de Pobreza del Grupo Banco Mundial

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