© Deniz Akkus/Programa Mundial de Alimentos
Turquía alberga al mayor número de refugiados del mundo . Acoge a casi 4 millones de refugiados, de los cuales unos 3,6 millones provienen de Siria. (i) A la luz de este desafío, Turquía y sus asociados crearon el programa Red de Seguridad Social de Emergencia (ESSN, por sus siglas en inglés) (i) para proporcionar asistencia en efectivo a los refugiados más vulnerables. El programa recibe financiamiento de la Unión Europea y es implementado por el Ministerio de Familia, Trabajo y Servicios Sociales, (i) el Programa Mundial de Alimentos y la Media Luna Roja Turca. (i)
En particular, el objetivo de la ESSN era llegar al 40 % más pobre de los 4 millones de refugiados y entregarles transferencias de efectivo para apoyar su capacidad de satisfacer necesidades básicas. ¿Cómo funcionó en la práctica este objetivo de focalización? ¿El monto establecido para las transferencias fue adecuado para cubrir las necesidades básicas? Analizamos estas preguntas en un nuevo informe. (i)
En un entorno de escasez de datos, los criterios de focalización se desarrollaron identificando las características demográficas de los hogares que coincidían con la incapacidad de afrontar el costo de las necesidades básicas. Los criterios seleccionados se basaron en la relación de dependencia del hogar, el número de hijos, la jefatura de ancianos, ser padres solteros o mujeres solteras y tener miembros con discapacidad.
Tras la introducción de estos criterios, y antes de que las familias comenzaran a recibir las transferencias, descubrimos que la pobreza afectaba al 76 % de los refugiados seleccionados por el programa ESSN, y otro 12 % vivía cerca de la línea de pobreza. La aplicación de una perspectiva subnacional mostró que las tasas de pobreza eran significativamente más altas en las zonas de Anatolia y del Mediterráneo meridional que en Estambul y las regiones del Egeo. Los refugiados cubiertos por la ESSN no solo sufrían de una escasez de recursos, sino que también recurrían a estrategias de respuesta que podrían perjudicar su capacidad de generar recursos en el futuro.
La focalización funcionó comparativamente bien, pero también omitió una parte de la población necesitada. Entre todos los que solicitaron la ayuda de la ESSN, el 23 % era pobre, pero no cumplía con los criterios de elegibilidad demográficos. Como resultado, y sobre la base del análisis incluido en el informe, las partes interesadas de la ESSN debatieron mejoras del diseño del programa. En noviembre pasado, decidieron introducir las “asignaciones discrecionales” que las oficinas del Gobierno local asignan a los hogares que no cumplen con los criterios de selección, pero que se consideran a través de una evaluación socioeconómica del hogar.
En el análisis realizado antes de que las familias comenzaran a recibir las transferencias, el informe muestra que, en promedio, el monto de las transferencias tendría un impacto positivo importante en los ingresos. El valor promedio de la transferencia es equivalente al 51 % de los niveles de gastos del hogar previos a la transferencia. Entre los hogares pobres, la proporción es del 63 %. En otras palabras, las transferencias tienen el potencial de mejorar significativamente la vida de los refugiados de la ESSN. En el trabajo en curso, estamos evaluando los impactos de las transferencias distribuidas en el bienestar de los beneficiarios de la ESSN, y esperamos seguir informando sobre posibles mejoras del programa.
El Día Mundial de los Refugiados nos brinda la oportunidad de hacer una pausa y un balance de lo que se ha logrado, pero también de revitalizarnos para ayudar a enfrentar los desafíos pendientes. De ahora en adelante, renovamos nuestro compromiso de continuar estableciendo una base de pruebas que sirva para mejorar las respuestas de la red de seguridad social a fin de reducir la pobreza y la vulnerabilidad de los refugiados en Turquía y fuera del país.
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