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Riesgos y desafíos para los mercados agrícolas mundiales

Riesgos y desafíos para los mercados agrícolas mundiales Se necesitan estrategias para aumentar la resiliencia y garantizar un mercado agrícola estable y sostenible. | © shutterstock.com

El índice de precios agrícolas elaborado por el Banco Mundial cobró impulso en el segundo semestre de 2024, ayudado por los aumentos sin precedentes de los precios de las bebidas. Sin embargo, esta alza fue parcialmente contrarrestada por la caída de los precios de los alimentos. De cara al futuro, se prevé que los precios agrícolas disminuirán un 4 % en 2025 antes de estabilizarse en 2026. Sin embargo, esta perspectiva está sujeta a riesgos significativos, entre ellos fenómenos meteorológicos extremos, fluctuaciones en los costos de los insumos, restricciones comerciales y desafíos a largo plazo como el cambio climático y la evolución de los mandatos sobre los biocombustibles.

Las olas de calor afectan el rendimiento de los cultivos. Es probable que el año en curso se convierta en el más cálido de la historia, con temperaturas medias globales que superarán los niveles preindustriales en más de 1,5 grados Celsius, según la Agencia Espacial Europea. Las olas de calor han tenido efectos generalizados en el rendimiento de los cultivos, con impactos notables en el maíz, el arroz, la soja y el trigo en China; las semillas de canola y girasol en la Unión Europea y la región del mar Negro; la caña de azúcar en Brasil, y el aceite de palma en Indonesia. A medida que aumenta la frecuencia, la intensidad y la duración de las olas de calor, es posible que presionen al alza los precios agrícolas, lo que plantea grandes desafíos para la seguridad alimentaria mundial.

 

La disminución de los costos de los insumos ofrece un alivio temporal. Se proyecta que los precios de la energía y los fertilizantes disminuirán un 6 % y un 2 %, respectivamente, en 2025. Estas reducciones reflejan la baja de los precios del petróleo y el carbón, lo que alivia algunas de las presiones sobre los costos a las que se enfrentaron los productores agrícolas durante las temporadas de cultivo de 2022 y 2023. En particular, el índice de asequibilidad de los fertilizantes (que mide la relación entre los precios de estos y los precios agrícolas) ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia. Sin embargo, persisten los riesgos: la escalada de los conflictos en Oriente Medio o la baja de las exportaciones de gas natural ruso podrían revertir esta tendencia y hacer subir los precios del petróleo y el gas natural. Es probable que estos acontecimientos aumenten los costos de los fertilizantes y, a su vez, empujen de nuevo al alza los precios de los alimentos básicos.



Las restricciones comerciales e interrupciones del suministro mundial. Las medidas comerciales, que incluyen los aranceles y las prohibiciones a la exportación, han causado más perturbaciones en los mercados agrícolas mundiales en los últimos años. Por ejemplo, en 2018, las exportaciones de soja de Estados Unidos a China se redujeron en casi tres cuartas partes (de 31,7 millones de toneladas a 8,2 millones de toneladas), lo que se tradujo en una baja del 57 % al 18 % de la participación de China en las exportaciones de soja de Estados Unidos. Además, dado que la mitad de la población mundial vive en países que celebraron elecciones en 2024, los cambios de política de los nuevos Gobiernos podrían afectar aún más los flujos comerciales. Asimismo, el aumento del proteccionismo o las nuevas tensiones comerciales podrían afectar los precios de los cereales, los inventarios mundiales y las asociaciones comerciales.

El cambio climático constituye una amenaza creciente para los productos tropicales. Más allá de las olas de calor, el cambio climático sigue impulsando patrones meteorológicos extremos como inundaciones, huracanes e incendios forestales, que afectan de manera desproporcionada a productos tropicales, entre ellos el café y el cacao. Estos cultivos se enfrentan a vulnerabilidades singulares:

  • Ciclos de inversión largos: los cultivos arbóreos tardan años en rendir frutos, lo que limita la flexibilidad.

  • Concentración geográfica: estos cultivos a menudo se siembran en regiones específicas, lo que los hace más susceptibles a perturbaciones climáticas localizadas.

  • Sustitución limitada: a diferencia de los cultivos anuales, los arbóreos no se pueden sustituir fácilmente de un año a otro por otras variedades o alternativas.

El índice de precios de las bebidas elaborado por el Banco Mundial —que incluye el café, el cacao y el té— aumentó un 70 % en noviembre de 2024, en términos interanuales, mientras que el índice de precios de los alimentos disminuyó un 6 % durante el mismo período. Los productos básicos tropicales siguen estando particularmente expuestos a los riesgos climáticos, lo que subraya la necesidad de políticas y estrategias de inversión eficaces desde el punto de vista de la resiliencia.

 

El aumento de los mandatos sobre los biocombustibles. Se espera que la producción de biocombustibles se estabilice en 2025, respaldada por la disminución de los precios de la energía y un crecimiento económico moderado. Sin embargo, la evolución de las políticas sobre biocombustibles está impulsando una mayor demanda de materias primas, como el aceite de soja, el aceite de palma, el azúcar y el maíz. Numerosos países están aumentando o tienen previsto aumentar sus mandatos sobre los biocombustibles. Por ejemplo:

  • Argentina y Brasil planean aumentar sus mandatos de mezcla de biodiésel.

  • La Unión Europea ha impuesto aranceles antidumping al biodiésel chino para impulsar la producción nacional.

  • Indonesia tiene previsto incrementar su mezcla de biodiésel del 35 % al 40 % a principios de 2025.

Con el crecimiento de la demanda impulsado por los mercados emergentes que favorecen un aumento de las mezclas, la demanda de biocombustibles podría superar las expectativas, y posiblemente elevar los precios de materias primas como los cereales, los aceites vegetales y el azúcar.



Los precios agrícolas se están estabilizando, pero persiste la incertidumbre.
Si bien el índice de precios agrícolas elaborado por el Banco Mundial ha experimentado fluctuaciones significativas en 2024, el futuro sigue siendo incierto y se prevé una disminución de los precios en 2025 y una estabilización en 2026. El sector agrícola enfrenta numerosos desafíos, entre ellos fenómenos meteorológicos extremos, fluctuaciones en los costos de los insumos, restricciones comerciales, los actuales impactos del cambio climático y la evolución de las políticas sobre biocombustibles. Mientras navegamos por esta compleja dinámica, es crucial que los responsables de formular políticas, los líderes industriales y otros actores globales se focalicen en estrategias que pueden aumentar la resiliencia y garantizar un mercado agrícola más estable y sostenible.




El último informe Perspectivas de los mercados de productos básicos se puede encontrar en esta página (i).


John Baffes

Economista superior especializado en agricultura del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo

Dawit Mekonnen

Economista Principal, Banco Mundial

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