Las minorías sexuales y de género (o personas LGBTI) pueden sufrir discriminación en diversas etapas de su vida. Por ejemplo, los estudiantes LGBTI, que son víctimas de acoso y estigmatización en la escuela, suelen abandonar sus estudios, lo que impide su acceso a oportunidades de obtener ingresos en el futuro. Más adelante, mientras buscan empleo, los postulantes pueden encontrarse con empleadores que no los contratarán debido a su orientación sexual o identidad de género. Cabe destacar que las personas transgénero pueden enfrentar discriminación en este sentido si su identificación oficial, incluida la foto de su documento de identificación, no coincide con su identidad y expresión de género. En el caso de las personas de minorías sexuales y de género que tienen un empleo, muchas no gozan de los mismos beneficios que sus colegas, como licencias por motivos familiares, mecanismos de pensión y remuneración igualitaria.
Las leyes inclusivas no solo desalientan las prácticas discriminatorias contra todos los grupos sociales, incluidas las minorías sexuales y de género, sino que también pueden ayudar a moldear las actitudes de las generaciones futuras hacia los grupos marginados. El Banco Mundial está aumentando su apoyo a las leyes inclusivas que facilitan la inclusión de las minorías sexuales y de género. El informe Igualdad de oportunidades para las minorías sexuales y de género ayuda a subsanar una carencia importante de datos al evaluar las leyes y regulaciones que afectan a las personas LGBTI. En el informe referido a 16 países se analizan seis áreas importantes de la vida de las minorías sexuales y de género: la educación, el empleo, el acceso a los servicios públicos y la protección social, la inclusión cívica y política, la protección contra los delitos de odio, y la posibilidad de ser tratados como criminales. También se proporciona información y herramientas para que los responsables de formular políticas y los profesionales del desarrollo consideren la posibilidad de promover leyes que contemplen las diversas orientaciones sexuales e identidades de género.
De aquí en adelante, el Banco ampliará el número de países incluidos en la iniciativa sobre igualdad de oportunidades para las minorías sexuales y de género, y garantizará específicamente una mayor cobertura de los países clientes de la AIF y los países afectados por fragilidad, conflicto y violencia. De cara al futuro, hay tres enseñanzas extraídas de nuestro conjunto de datos inicial que comprende 16 países, y estas proporcionan ideas sobre el camino a seguir para lograr la igualdad de oportunidades:
- En el informe Igualdad de oportunidades para las minorías sexuales y de género se reconoce la importancia de contar con leyes inclusivas para la inclusión de las minorías sexuales y de género, pero su mera existencia no las protege contra la discriminación. La implementación y la aplicación de estas leyes es fundamental. Si bien las leyes pueden exigir el trato igualitario de las personas LGBTI en diferentes aspectos de su vida, la aplicación deficiente o la falta de cumplimiento de estas leyes pueden limitar el acceso de las personas LGBTI a la igualdad establecida jurídicamente. La escasa observancia suele ser consecuencia de instituciones y sistemas de procedimiento débiles, un diseño defectuoso o una capacitación de los funcionarios públicos inadecuada. Por el contrario, una sólida aplicación de leyes inclusivas garantiza que las personas LGBTI puedan acceder a recursos ante la ley cuando se les discrimina.
- En el informe se indica que si bien un mayor número de países ha tomado medidas importantes para lograr la igualdad de las minorías sexuales, en la mayoría de ellos aún no se ha conseguido el reconocimiento legal y la protección de las personas transgénero. Se debe hacer hincapié en los impactos diferenciados de las leyes en los diversos grupos LGBTI, por ejemplo, las protecciones de las minorías sexuales frente a las protecciones de las personas transgénero.
- La próxima fase del informe Igualdad de oportunidades para las minorías sexuales y de género contribuirá a la creciente base de evidencias sobre la inclusión de la orientación sexual y la identidad de género, temas de los que se carece de datos. La falta de datos desagregados por orientación sexual e identidad de género se hizo más evidente durante la pandemia de COVID-19, y sigue siendo un aspecto clave a medida que atravesamos una recuperación inclusiva y resiliente de la pandemia. El aumento de los datos permite mejorar las comparaciones regionales y de tendencias y ayudará a hacer un seguimiento del acceso de las minorías sexuales y de género al mercado, la educación inclusiva, los servicios públicos y la protección social.
La realidad es que ningún país ha logrado la plena igualdad para sus ciudadanos LGBTI. Las cuestiones relativas a la orientación y la identidad de género han surgido recientemente en el programa de desarrollo. Como ocurrió con el reconocimiento y el tratamiento iniciales de tantas otras cuestiones de desarrollo, la falta de datos puede invisibilizar los problemas y las personas que se ven afectadas por ellos. La iniciativa sobre igualdad de oportunidades para las minorías sexuales y de género busca reducir esta brecha. A través de alianzas con Gobiernos, otros bancos multilaterales de desarrollo y la sociedad civil, el Banco Mundial mantiene su compromiso de promover futuros inclusivos para las minorías sexuales y de género en todo el mundo.
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