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“¿Qué están esperando? Vayan y creen su futuro”. Esta frase transmite la esencia de la conferencia (i) ofrecida por Muhammad Yunus la semana pasada en el Banco Mundial. Sus mensajes sobre el espíritu emprendedor y las empresas sociales hicieron surgir varias preguntas relacionadas con la manera en que pensamos acerca de la educación, las habilidades, el empleo y las perspectivas futuras de los jóvenes en el mundo.
De hecho, fue una de esas semanas, cuando las fuerzas cósmicas de la sincronicidad mostraron este tema de la mentalidad empresarial dondequiera que mirara.
Pero primero hablemos del profesor Yunus, fundador del Banco Grameen y padre del microfinanciamiento. El Banco Grameen entregó financiamiento por US$1500 millones el año pasado, y el 97 % de los préstamos fue recibido por mujeres. Los principales temas de su conferencia se resumen a continuación:
Todos somos empresarios.
Por naturaleza, a los seres humanos nos interesa resolver problemas. La verdadera esencia de un emprendedor no es ganar dinero sino solucionar problemas. Los problemas y la búsqueda de soluciones impulsan el espíritu humano. Como emprendedores, vemos problemas, pensamos en soluciones, actuamos, aprendemos, nos equivocamos y tratamos de nuevo.
Cada problema es una oportunidad de negocios.
Muhammad Yunus crea empresas para solucionar problemas. Desde su perspectiva, estas son la mejor manera de perpetuar el uso de recursos que son escasos. Una organización benéfica da dinero una vez y se acaba, se termina. En el caso de los negocios, el dinero debe ser reembolsado, puede ser usado de nuevo y aumentar. El dinero retorna.
Las empresas sociales, como motores de solución de problemas.
Él denomina empresas sociales a sus negocios. El beneficio personal no es lo que nos motiva a levantarnos en la mañana, y la teoría económica del individualismo limita el potencial de los negocios de hacer el bien. Las empresas sociales puede que no obtengan ganancias pero son sostenibles. Muchos ven a las empresas como vehículos para alcanzar el objetivo egoísta de ganar dinero y no para la búsqueda altruista de soluciones. Sus últimas creaciones incluyen Danone (una solución para la malnutrición), los Bosques sostenibles en Haití, (i) y una Escuela de Enfermería, (i) entre otras. En todos los casos mencionados, se espera que aquellos que reciben dinero actúen y lo reembolsen, o sea que respeten el principio original —de sostener la próxima inversión— y, por consiguiente, que hagan perdurar el crecimiento.
El crecimiento es lo que todos los seres humanos necesitan.
Los jóvenes deberían ser preparados para cambiar el mundo, no para buscar un trabajo. Recibir capacitación para encontrar un empleo es una idea obsoleta. Necesitamos más jovenes que generen empleos que jóvenes que busquen trabajos. Los seres humanos no nacemos para trabajar para otros sino que tenemos la capacidad natural de resolver nuestros propios problemas. Tenemos un potencial ilimitado de ser creativos. Los jóvenes deberían sentirse inspirados de usar esa creatividad para solucionar problemas y cambiar el mundo (y no restringirse a aprender ecuaciones cuadráticas).
Ponerse en marcha.
¿Por qué los jóvenes están con los brazos cruzados? Desempleados. Eso es por decisión propia. ¿Qué están esperando? Con un desempleo juvenil del 40 % en España, ¿por qué los jóvenes no están siendo productivos? ¿Por qué alguien necesita darles un trabajo para transmitirles valor? La visión del profesor Yunus sobre el futuro es una en que no existe desempleo. En su perspectiva, los jóvenes mirarán al pasado y pensarán por qué la juventud estaba desempleada. Se preguntarán: “¿Estaban enfermos?”. ¿Por qué no dieron forma a su propio futuro?
Financiar empresas sociales.
¿Qué puede hacer el Banco Mundial para apoyar a los empresarios jóvenes? Crear fondos para financiar empresas sociales con nuestros clientes. Entregar capital para ayudar a los jóvenes a que empiecen a abordar los problemas globales. Invertir en ideas y creatividad.
Como con cualquier conferencia provocadora, surgen más preguntas que respuestas. ¿Cómo deberían cambiar los planes de estudio para promover el espíritu empresarial? ¿Cuáles son los “empujoncitos” que los jóvenes necesitan para encontrar lo que les apasiona? ¿Se pueden formar emprendedores? ¿Se debería siquiera tratar? ¿Cuál sería la opción perfecta de una pregunta de selección múltiple para evaluar el espíritu empresarial?
La visión de Yunus supone que la juventud actual tiene las capacidades y la motivación de salir al mundo y conquistarlo. Lo cual nos lleva de vuelta a las preguntas fundamentales: ¿Cuáles son estas habilidades y cómo pueden ser cultivadas? ¿Cuáles son los “empujoncitos” y el capital social que motivarán a la juventud?
Pasada la semana, surgieron más temas sobre el espíritu empresarial y la educación (y más preguntas). Enumero algunos aquí:
La Casa Blanca y el Departamento de Educación analizan un plan de apoyo a la capacitación alternativa. (i) Con 16 000 estudiantes que se espera se gradúen de campamentos de capacitación este año, el Gobierno quiere encontrar una solución para apoyar a las instituciones no tradicionales, que ofrecen educación basada en competencias y modelos de aprendizaje personalizado. ¿Existe un modelo no tradicional que ayude a los jóvenes a ser emprendedores y a crear empresas sociales?
Cumbre Mundial Empresarial en Kenya.(i) El presidente Obama durante su intervención en esta cumbre el 25 de julio de 2015 destacó las innovaciones surgidas en Kenya –Ushahidi, (i) M-PESA, (i) e Icow– (i) y alentó a los jóvenes a “salir e iniciar algo”. ¿Cuál es el rol de una organización como I-Hub (i) en la entrega de capacitación en materia de información y capital social para los jóvenes?
Estudio del Banco Mundial sobre educación y capacitación empresarial. Esta misma semana, mis colegas aquí en el Banco Mundial dieron a conocer este informe sobre los resultados de 230 programas de educación y capacitación empresarial en todo el mundo, que muestran impactos positivos en el desarrollo de la mentalidad empresarial así como cambios en las habilidades socioemocionales, las capacidades empresariales, y la situación y el desempeño empresarial. Ellos también publicaron esta interesante infografía. (i) ¿Se puede enseñar el espíritu emprendedor o apoyar a los jóvenes para que sean empresarios? ¿Qué puede reproducirse de estas enseñanzas?
Mentalidad innovadora. Finalmente, leí el blog (i) de Tom Vander Ark sobre el desarrollo de una mentalidad innovadora. El tema de las mentalidades parece estar de moda en estos días con el blog de Carol Dweck sobre la mentalidad del crecimiento, (i) en el cual la mentalidad innovadora se define como “estar preparado para crear su propio trabajo y como la curiosidad, la autonomía y el compromiso de añadir valor en cada situación”. ¿Cómo cambiar los sistemas educativos para inculcar una mentalidad innovadora?
Este último blog tiene una gran frase que podría orientar la manera en que pensamos acerca del cambio de los sistemas educacionales para fomentar la capacidad empresarial y de resolver problemas: “lo que importa es impulsar la curiosidad antes que la certeza y la reiteración antes que la perfección”.
Pongámosnos en marcha y empecemos a dar forma al futuro.
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