Cinco lecciones del aprendizaje a distancia durante COVID-19

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Las niñas están de pie fuera del aula. Las niñas están de pie fuera del aula.

Desde principios de 2020, los sistemas educativos de todo el mundo han puesto en marcha estrategias de aprendizaje a distancia de emergencia a una escala sin precedentes. ¿Qué nos ha enseñado los últimos dieciocho meses a los hacedores de políticas y a los profesionales del área educativa sobre la provisión, la adopción y la efectividad del aprendizaje a distancia? ¿Cómo pueden estas lecciones guiar los planes para los meses y años venideros? Un nuevo informe ofrece respuestas a estas preguntas. Si dispone de poco tiempo, puede escuchar nuestro podcast.  Aunque la pandemia sigue alterando la educación en todo el mundo, y sus consecuencias a largo plazo aún están por verse, este estudio destaca las tendencias y los retos emergentes que pueden informar los esfuerzos de los países para reconstruir mejores sistemas educativos.

El informe propone un marco conceptual según el cual el aprendizaje a distancia requiere tres elementos complementarios: profesores eficaces, tecnología adecuada y estudiantes comprometidos. Estos tres elementos deben estar bien alineados para que el aprendizaje a distancia se adopte y sea eficaz (Figura 1). Un profesor con un avanzado conocimiento del contenido de la asignatura, con conocimientos técnicos para utilizar la tecnología y los recursos de apoyo, y con técnicas pedagógicas adecuadas, probablemente será más eficaz en la enseñanza a distancia que un profesor sin una o más de estas cualidades. Del mismo modo, la disponibilidad de la tecnología es una condición necesaria, pero no suficiente, para que el aprendizaje a distancia sea eficaz, ya que la tecnología debe adaptarse al contexto en el que se despliega. El aprendizaje a distancia eficaz también requiere de estudiantes comprometidos, cuyo compromiso depende de la motivación, la efectividad del profesor y la tecnología, así como de factores contextuales como su entorno familiar.

Figura 1: Marco conceptual del aprendizaje a distancia durante COVID-19

Marco conceptual del aprendizaje a distancia durante COVID-19

Fuente: Informe “Remote Learning During COVID-19: Lessons from Today, Principles for Tomorrow

Los gobiernos probaron diversos enfoques para hacer frente al cierre de escuelas e impartir el aprendizaje a distancia

Los Ministerios de Educación desplegaron el aprendizaje a distancia de diversas maneras. Algunos sistemas educativos ofrecieron múltiples opciones para que los estudiantes accedieran al aprendizaje a distancia, mientras que otros ofrecieron solo una alternativa. A menudo, los países aprovecharon la infraestructura tecnológica educativa preexistente para desplegar estrategias de aprendizaje a distancia que iban desde paquetes de papel hasta soluciones basadas en la radio, la televisión, el teléfono y el Internet. Independientemente del enfoque adoptado por los países, las estrategias de aprendizaje a distancia han variado en términos de diseño, uso y características contextuales.

Los gobiernos han intentado facilitar el uso del aprendizaje a distancia de múltiples maneras. Algunos se asociaron con el sector privado y/o entregaron ayudas específicas directamente a los hogares para facilitar el acceso de los niños al aprendizaje a distancia. Otros llegaron a subvencionar clases particulares. Varios países ajustaron el currículo educativo para adaptarse a la reducción de los días de clase. Algunos proporcionaron a los profesores formación a distancia. Otros están proporcionando a los grupos desfavorecidos un mejor acceso a la infraestructura de aprendizaje a distancia, ofreciendo materiales de aprendizaje en lenguas minoritarias u orientando los contenidos hacia los niños con discapacidades, o introduciendo plataformas flexibles y de autoaprendizaje.

No todos los enfoques tuvieron éxito a la hora de llegar a los estudiantes o de impartir el aprendizaje.

Muchos países tuvieron dificultades para garantizar la participación y algunos se encontraron en una paradoja de aprendizaje a distancia: haber elegido un enfoque de educación a distancia que no se adaptaba a las circunstancias locales. Por ejemplo, algunos gobiernos ofrecieron soluciones de aprendizaje en línea (digital), aunque la mayoría de sus estudiantes no podían acceder a esas soluciones por falta de dispositivos o por limitaciones de conectividad. Esto dio lugar a un uso desigual o incluso exacerbó las inequidades existentes.

Algunos enfoques exacerbaron las desigualdades

Lo que antes era una brecha digital para algunos es ahora un abismo digital para muchos. Incluso antes de la pandemia, el acceso a la tecnología, así como los recursos y las competencias necesarias para utilizarla eficazmente, diferían mucho dentro de los países y entre ellos. El compromiso y el apoyo de los padres, fundamentales para el aprendizaje a distancia, también varían según nivel de educación y contexto socioeconómico. La pérdida de ingresos de los hogares durante la pandemia no ha hecho más que agravar estas diferencias. Es probable que los niños marginados y los grupos vulnerables, como las niñas, los estudiantes con discapacidades y las minorías étnicas, se hayan visto afectados de forma desproporcionada y corran un mayor riesgo de quedarse atrás.

En consecuencia, la efectividad del aprendizaje a distancia en lo que va de pandemia fue muy diversa

Los datos sobre la efectividad del aprendizaje a distancia durante el COVID-19 son contradictorios. Cuando se compara con el aprendizaje en persona antes de la pandemia, los resultados del aprendizaje a distancia fueron a menudo bajos. En los países de bajos ingresos, el aprendizaje a distancia no se utilizó tan ampliamente como en los países de ingresos medios. En consecuencia, los datos sobre la eficacia del aprendizaje a distancia en estos entornos son escasos. Incluso en algunos entornos de ingresos altos en los que la adopción fue elevada, los datos sugieren que la eficacia del aprendizaje a distancia durante el COVID ha sido escasa.

Lecciones de hoy, principios para mañana

Los últimos dieciocho meses han proporcionado varias lecciones que pueden servir como principios para el futuro. Aquí proponemos cinco principios que parecen especialmente relevantes para los responsables políticos que buscan reconstruir mejor:

  • Establecer interacciones bidireccionales significativas. Utilizar la tecnología más apropiada para el contexto local, junto con un currículo educativo ajustado, es fundamental para permitir un vínculo eficaz entre alumnos y profesores.
  • Garantizar que el aprendizaje a distancia sea el idóneo. A la hora de decidir las modalidades del aprendizaje a distancia, los países deben tener en cuenta el acceso y la utilización de la tecnología tanto por parte de los profesores como de los alumnos, incluidas las competencias digitales. Los hacedores de política también deben garantizar que los profesores tengan acceso y oportunidades para desarrollar las competencias técnicas y pedagógicas necesarias para la enseñanza a distancia.
  • Involucrar y apoyar a los padres y a los estudiantes como contraparte en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Teniendo en cuenta el aislamiento y la desconexión causados por el cierre de las escuelas, es necesario que las familias participen y reciban apoyo para ayudar a los estudiantes a acceder a las oportunidades de aprendizaje a distancia y para garantizar tanto la continuidad del aprendizaje como la protección del bienestar socioemocional.
  • El apoyo socioemocional para profesores, alumnos y padres es urgente: Las estrategias de aprendizaje a distancia no pueden limitarse simplemente a una oferta de lecciones y contenidos. Se requiere una estrategia integral de seguimiento socioemocional y apoyo psicosocial para garantizar el bienestar y evitar el agotamiento.
  • Los programas de recuperación y de aprendizaje acelerado deben aplicarse y supervisarse cuidadosamente: Aunque la mayoría de los países han planeado o ya están implementando programas para apoyar a los estudiantes a ponerse al día, los programas de recuperación deben implementarse cuidadosamente, no sólo identificando las áreas en las que los estudiantes necesitan más apoyo, sino también monitoreando constantemente cómo están progresando los estudiantes.

¿Qué conocimientos le ha dejado a usted, a su familia o a su comunidad el aprendizaje a distancia durante la pandemia? Comparta sus ideas con nosotros en la sección de comentarios.


Autores

Amer Hasan

Senior Economist, Education Global Practice, World Bank Group

Alberto Munoz-Najar

Consultant, World Bank Group

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